Asociación de Trasplantados de Páncreas.

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lunes, 27 de diciembre de 2010

En Paraguay: José Nogueras y su eterna Navidad.

26 Diciembre 2010
 Puerto Rico Hoy

José Nogueras y su eterna Navidad

El cantautor vive agradecido de la vida en la que siente está ‘prestadito’. Mira el vídeo
  • Nueva oportunidad tras casi morir
Por Marcos Billy Guzmán / Especial El Nuevo Día
Cuando habla de su vida, José Nogueras no para de sonreír. El cantautor puertorriqueño no deja de hacerlo ni cuando se cambia la camisa en el estacionamiento del Parque Nacional Laguna del Condado y expone la notable cicatriz que le cruza la barriga.
De ella cuenta que aprendió muchísimo, pues no sería igual sin esa huella que quedó plasmada en su cuerpo a raíz del trasplante  que  recibió hace cinco años  a  consecuencia de la hepatitis C que le provocó cirrosis aguda y cáncer en el hígado.
A sus 59 años el intérprete está felizmente casado con Marisell Muñiz, a quien describe como su fortaleza, con quien concibió tres hijas, una de ellas con  retraso mental y quien lo llama constantemente a su celular.
“Mamita, te llamo ahora que estoy en una entrevista. ¡Dios te bendiga!”, le comenta. Así es. Apacible, enfocado y espiritual, aún cuando acaba de enterarse del fallecimiento de uno de sus mejores  amigos.
Expresa esa gran serenidad a la vez que admira cada detalle del agua, las flores y el cielo. Sin embargo, igual que el contraste de los enormes edificios que se imponen entre aquella naturaleza, el artista dice lo que siente sin recelo. Con la misma tranquilidad comenta sobre los  problemas del País.
Eso sí, es de  pensamiento constructivos, pacíficos  y alegres, elementos que no falta en su repertorio navideño, el que ha compuesto en sus  25 años de carrera artística. Guitarra en mano, habla de su vida mientras toca a ratos algunos acordes de sus temas, como ‘No quieren parar’ y ‘Dame la mano paloma’.

¿Aprecias más los pequeños detalles tras el trasplante?
Es como si hubiese estado viendo la vida con un lente sin darme cuenta de que estaba  opaco.   Todo lo ves más claro cuando estás a punto de despedirte  y te dan una nueva oportunidad. De chamaquito, me enseñaron a disfrutar la naturaleza, porque mi escenario para jugar era el río. Pero ahora es como si no lo hubiera visto nunca. Observo la vida como si se tratara de la primera vez.
El cambio es tal que ahora  llevo  mensajes contra el alcoholismo y a favor de la donación de órganos. Y también de pasar la llave, porque estas Navidades van a estar pasás. Y, si  usted siente que ama  la vida, le propongo que se registre  después de esta época para que  sea una donante oficial y otros puedan tener vida como yo.
Entonces, ¿ves la vida como un ciclo?
Definitivamente. No pude conocer a mi donante, pero sí a la señora que recibió sus riñones en el hospital. Nos sentamos a compartir unas tostadas y me decía: ‘¡Oye! Estamos aquí por una persona que, de repente, le dio con decidir que iba a donar sus órganos’.
A cinco años de la operación, ¿cuál ha sido la mayor enseñanza?
Que estamos prestaditos, que la vida es corta. Conversamos y no van 24 horas desde que perdí a un querido amigo, muy saludable él. Estuvimos los otros días dando una parranda... No sabemos mañana, por eso tenemos que vivir la vida con mucho amor y haciendo  el bien.
Dicen que las heridas sanan, pero dejan cicatrices que te recuerdan lo mucho que has sufrido y crecido. ¿Ése es tu caso?
Ellas están ahí. Las heridas y las penas hay que reciclarlas. Hay que buscar la forma de que haya una enseñanza en ellas y de que puedas transformarlas en alegría. Es muy difícil, pero  propongo que hagamos el intento.
¿Temes  sufrir una recaída?
Honestamente, no. No pasa por mi mente. Ni tuve miedo cuando me fueron a  trasplantar, aunque soy un  graduado de la “Escuela del Miedo” (ríe). Pero Dios es tan grande que nunca lo sentí.
¿Cómo te mantienes con tanta fortaleza?
Por las oraciones de mi País  y mi esposa tuve una transfusión de fe. Trabajo fuerte, porque Él es misericordioso.
Tienes una hija de 16 años con retraso mental y déficit de atención. ¿Le has enseñado a enfrentarse a su condición con fe?
Descifro el cerebro de Beatriz  como una transmisión de un carro. Digamos que tu cerebro y el mío tienen cinco cambios. El de ella sólo tiene tres, pero son tan importantes, porque ama de una forma increíble y hasta  se saca comida de la boca para dársela a un amigo. La enseñanza es que, si el mundo fuera como Beatriz, no habría muchos problemas y las guerras no existirían.  Creo que fue enviada para darnos constante amor.
Durante el trasplante, los galenos notaron que también tenías cáncer en  el hígado. Chucho Avellanet es el más reciente de nuestros  artistas en enfrentarse a la mortal enfermedad. ¿Qué consejo le das?
Es mi hermano,  de Mayagüez como yo. Le pido al pueblo de Puerto Rico que se una en cadena  de oración, que fue la que me salvó. Ya sé que va a estar bien, lo declaro.
Tu fe  se ve reflejada hasta en tu correo electrónico, que incluye la frase “Vivo de milagro”
Así también va estar Chucho, porque es un gran tipo, bondadoso,  un cantante extraordinario.
De esperanza y el nacimiento de Jesús trata la Navidad. ¿Para ti qué significa?
De eso. Es sencillo, todo es amor. Es como si fuera un círculo en el que la consigna era, es y será amor. Con Él tuve un encuentro el 15 de octubre del 2005  previo a la operación. Miré y ahí estaba como quien dice ‘no temas que estoy aquí’. Desde ese día, no paro de reír.
Muchos te ven como una figura emblemática de la Navidad. ¿Cuando fue la primera vez que te percataste de ello?
Me lo han dicho. Pero cuando en la radio me dicen sin José Nogueras no hay Navidad aclaro que eso no es correcto. Habrá  Navidad cuando yo no esté, porque la Navidad es Dios, Jesús, amor, los enfermos, los niños, los necesitados, la familia... Mi trabajo  sólo ha estado ahí para adornarla.  
¿Sientes alguna presión o responsabilidad?
No, porque  lo que haga siempre va a estar a tono con lo que mi pueblo necesita. Ahora, nuestro país está enfermo. Necesitamos sanar política y socialmente. Necesitamos satisfacer los interés de todos, no de los pocos.
Te has caracterizado por ser un músico versátil. ¿Te molesta que te encasillen en el género navideño?
A mí no me molestan esas cosas. Me hiere un amigo que me engaña, me duele la hipocresía, me mata el materialismo. El pueblo pone mis canciones donde les convenga y yo las hago con mucho amor.
Sueles lanzar discos en la época festiva, ¿cómo te mantienes vigente durante el resto del año?
Una señora me gritó: “¡Qué bien te ves! ¿Qué estás haciendo?” Le dije que nada, que soy un vago (ríe). Dios me lo hace todo  y me pone cosas que no tienen  que ver con  Navidad. Desde que Él me maneja, todo me sale bien.
Suele asociarse la  Navidad como una época alegre, pero también  nostálgica. ¿Te ha recordado algo triste o negativo la Navidad?
Estaba bien chévere, pero mi querido hermano del alma Nano Cabrera perdió a su hija. Ahora perdí a un amigo (pausa)... Llevaba  parrandas y, entre esa alegría, pensé que no era el mismo sabor. Cuando respiro, pienso que no tienen  sonrisa y me afecta.  Esta Navidad puede estar un poco opaca. Pero todo va a estar bien.
Tu más reciente disco es “Todo el año  Navidad”. ¿Crees que ese título es realista en el Puerto Rico violento  que hemos visto  este año?
Es una propuesta simbólica, aunque tenemos que buscar grande y profundo de Dios. Pero el pueblo también tiene gran responsabilidad. Tienen que empezar a mirar bien qué político sirve de verdad, porque se ha colado mucho gato por liebre.  Tenemos que hacer una transformación con un grupo político que saque a este país del caos y lo sane un poco de esta terrible agonía social. Tengo fe de que se puede. Podemos tener un mejor Puerto Rico si no nos dejamos llevar por las pasiones.
La criminalidad o los desastres naturales que hemos visto en el País, ¿han debilitado tu fe?
Jamás, la revelación se gana. Tenemos que tener un Gobierno que responda a los intereses. El gobierno actual ha sido insensible a unas áreas de nuestro pueblo y no puedes gobernar así. No puedes resolver las cosas que están pasando con mano dura. Es algo mucho más profundo que requiere unidad y visión. Exhorto al País a que seleccione a personas que puedan hacer eso.
Tus canciones se han caracterizado por su toque  jocoso. ¿Lo recomiendas a la hora de sobrepasar  problemas sociales?
Sólo con el diario vivir. Estoy todo el día riéndome y haciendo chistes con  la gente. Busco la fraternidad. Creo que puedo cambiar al político más difícil si me dejan un rato con él. Se  puede lograr mucho si se dialoga.
El júbilo de esta época también se ha visto amenazado por fuertes encontronazos en  la huelga de la UPR. No promueves la violencia, pero ¿te parece inevitable?
Hay quien piensa: “¡Esos estudiantes locos!” Pero el que no repasa la historia está condenado a repetirla. Sabemos cómo se infiltra gente en los movimientos estudiantiles. Así que no puedo pensar que es un alumno el encapuchado rompiendo cristales. No aplaudo cada acción, pero hay que apoyar a los estudiantes que están intentando hacer justicia y están dando la cara. ¡Qué vivan los estudiantes!
El Gobierno respaldó recientemente  la postura de la administración de la UPR de restringir las  manifestaciones en el recinto de Río Piedras. Y el Senado censuró este verano  a la prensa del País al impedirle la entrada al Capitolio. Como artista, ¿ves actos como estos como una violación a la libertad de expresión?
Es triste. Repartiendo palos en el Capitolio y legislando a la trágala. Desgraciado aquel que usa el poder para reprimir. La historia dice en todos los países del mundo que todo lo que se ha hecho a través de la represión revierte. Pero a lo mejor ni saben de historia...
Antes llevabas más una protesta de reafirmación nacional con tu música... ¿Lo has echado a un lado?
Está presente en todo lo que digo  y hago.  El sueño que tengo es el de Hostos y Betances: no sólo quiero la libertad de mi país, sino también que las Antillas hagamos una federación. El pueblo americano es de gente muy linda, pero yo tengo otra historia. Tenemos que mirarnos primero y luego ver hacia otro lugar.
Las canciones han servido a través del tiempo para el manifestar  sentimientos y hasta  punzar heridas colectivas. ¿Cuál es tu propósito actual con la música?
Me he dado cuenta de que puedo escribir una canción que hable de un hecho  patriótico, pero también de una paloma blanca que  posó.  Lo importante es estar, que le gente te quiera, que sepan que eres parte del pueblo y que eres humilde  para que te respeten cuando abras la boca.
Tu trayectoria artística ha trascendido por casi tres décadas. ¿Cómo comparas el Puerto Rico de ahora con el de hace 25 años?
Ahora somos más. Además de que el proceso colonial que vivimos es triste. Puerto Rico necesita su definición. No podemos estar en estos dimes y diretes, perdiendo tantos recursos, viviendo con tanta enajenación, empobreciendo la educación y desmejorando las relaciones familiares. Estamos viviendo un momento crítico. Ya ni las parrandas son iguales... Hay que quitar ese odio.
¿Qué cambios notas en la actitud de nuestra gente?
Estamos muy individualizados. Hay mucho de ‘que arree el que venga atrás’. Como hay muchos políticos andan corruptos... El que viene después tiene que tratar de arreglar. No es aceptable.
Dicen que las tradiciones se han ido perdiendo.  ¿A qué crees que se deba?
Se pierde en algunas partes, pero hay algunos trovadores y entes culturales que la están cargando en sus hombros a puro pulmón. La tradición sigue viva en las montañas con familias que cantan, estudian el cuatro y escriben décimas.  Pero quizás en ese nuevo Puerto Rico  se le pueda dar el respeto a la cultura para que se mantenga activa.
Artísticamente, ¿cuál es la lección más importante que has recibido en tu carrera?
La gente le agrada verme y me invita a su casa. Lo más grande es que me brinden tanto afecto por algo tan sencillo como mover los dedos en  la guitarra. Me siento demasiado dichoso. Es un privilegio, sin duda.
¿Qué te falta por lograr?
(Pausa pensativo). Iba a decirte nada. Pero esta mañana, tomando café, le dije a mi esposa que quiero hacer una fundación para ponerme al servicio de la gente. Quiero estar a favor de los necesitados, quiero abrir puertas... Quiero devolver amor.

http://www.elnuevodia.com/josenoguerasysueternanavidad-849658.html

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