miércoles, 19 de enero de 2011
19/01/11 09:33 |
Más del 90% de
los enfermos trasplantados manifiesta que su vida ha cambiado
sustancialmente en un sentido positivo, según un reciente estudio
desarrollado por el Servicio de Nefrología del hospital público Marqués
de Valdecilla de Santander. Este trabajo, que ha analizado la calidad de
vida de los pacientes sometidos a trasplantes de órganos como riñón,
corazón, hígado, o páncreas, revela que el 72% de los encuestados se
muestra "muy contento" con su nueva condición de vida y que un 68%
considera su estado de salud como "bueno".
Esta intervención supone una segunda
oportunidad de vivir, a excepción de los enfermos con insuficiencia
renal terminal, que, en caso de no poder acceder al trasplante de riñón,
pueden vivir gracias a la diálisis. En el estudio del hospital cántabro
no se reflejan grandes diferencias en la calidad de vida entre los
distintos enfermos trasplantados, ya que prácticamente todos pueden
llevar una vida normal, pero sí aparecen esas diversidades en cuanto a
la calidad de vida percibida y comparada con la anterior a la
operación.
Así, mientras que los enfermos renales
no la encuentran tan radical por cuanto antes podían vivir (si bien
"gracias a la máquina de diálisis"), los pacientes cardiacos o de hígado
sí, ya que antes tenían una pésima calidad de vida y unos límites en el
tiempo para mantenerse con vida.
La Sociedad Española de Trasplante (SET)
advierte de que tras el éxito de la operación son fundamentales para su
continuidad los controles médicos pertinentes, el apoyo familiar, la
medicación, una alimentación adecuada, la práctica regular de ejercicio
físico moderado y, en general, el llevar una vida saludable en todos los
sentidos.
Mayka Sánchez
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