E. G. SEVILLANO - Madrid - 21/01/2011
Se hacen llamar Grupo Antiburocracia de Madrid y empiezan a tener cierta
solera. Son un puñado de médicos de primaria de la sanidad pública que,
hartos de tareas burocráticas, se reunieron en enero de 2008 para
intentar acabar o, al menos, reducir el papeleo que, calculan, se les come
la mitad del tiempo de la consulta. Un tiempo escaso que les gustaría
dedicar a los pacientes y no a rellenar informes, certificados o recetas
que ni siquiera son suyas.
Sus planteamientos -difundidos sobre todo a través de internet- han
tenido tanto eco que ayer se presentaron en el Colegio de Médicos de
Madrid con un manifiesto y 2.400 firmas de apoyo de otros tantos médicos
(y de la Vocalía de Primaria del Colegio y cuatro sociedades médicas).
"Ni
queremos ni podemos seguir en las condiciones actuales", aseguraron.
Una de sus principales reivindicaciones es la de escribir recetas de
medicamentos que han prescrito otros. Aseguran que la normativa de la
Comunidad de Madrid al respecto contradice a las de otras regiones. En
Madrid, denuncian, el médico de familia escribe las recetas de pacientes
a los que no ha visto. ¿Qué pasa si no está de acuerdo con el
diagnóstico? Ocurre, por ejemplo, con las urgencias. El paciente sale
del hospital con la prescripción, pero tiene que ir a su médico del
centro de salud para que le haga la receta. El sistema le obliga a
"peregrinar" de una consulta a otra.
Recetas de la privada
Sucede
también con algunos especialistas y, quizá lo más discutible, con los
pacientes de residencias geriátricas privadas. El médico de la
residencia trata al paciente y pasa cada cierto tiempo por el centro de
salud para que el de primaria transcriba la medicación en recetas
oficiales. "Algo que expresamente prohíbe la legislación", denunció ayer
el Grupo Antiburocracia. "A algunos de esos pacientes ni los conocemos;
no los hemos visto nunca", señaló un portavoz.
"¿Alguien imagina
que un arquitecto firme planos en los que no ha intervenido y que le
obliguen a responsabilizarse de ellos una vez construidos? Es lo que nos
sucede a los médicos de familia de Madrid todos los días", asegura el
manifiesto. Los médicos criticaron también la nueva aplicación
informática que Sanidad está instalando en los centros de salud porque
enlentece su trabajo. "En ocasiones llegamos a plantearnos si no sería
mejor hacer las recetas de nuevo a mano", afirman.
Mejor todos calladitos, y que receten los políticos. |
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