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Poco antes de su diagnóstico, Jaime tuvo un virus muy severo por cerca de una semana. Tenía fiebre muy alta pero ningún otro síntoma. Su pediatra le realizó muchísimas pruebas de laboratorio y todos los resultados fueron negativos. Durante esa semana se trató la fiebre con acetaminofen y cerca del séptimo día todo volvió a la normalidad. Así como el virus había llegado, se había ido; nunca pudimos saber cual fue el virus, ni donde se contagió… Mi pequeño estaba bien, alegre, vivaracho y saludable. ¡Ahhhh (suspiro) prueba superada!
Unos tres meses más tarde nuestro mundo se volcaría. Siempre recuerdo que el Dr. Daaboul, las enfermeras y el personal que nos atendió en el hospital me preguntaron una y otra vez si Jaime había tenido el flu o algún otro virus previo a su diagnóstico de diabetes tipo 1. De primera intención y solo pensando en el flu, contesté que no; al sentarme a pensar detenidamente, recordé aquel virus anónimo que lo había visitado unos meses atrás. Y mientras más familias he conocido, y mientras más he leído me he dado cuenta de que el caso de Jaime es muy similar al de otros dulces guerreros y se repite frecuentemente.
Leyendo la página de la ADA encontré el siguiente artículo que me llamó la atención pues Jaime fue lactado hasta los tres años y nuestra dieta, aunque no estábamos tan conscientes de la importancia de una buena alimentación, en general era muy buena.
Los científicos aún no saben lo que desencadena el desarrollo de la diabetes tipo 1, pero una teoría es que las infecciones infantiles desatan la reacción autoinmune que destruye las células productoras de insulina, mientras que en otros lugares se culpa a la dieta. Ahora, un estudio sugiere que el detonante puede ser un poco de ambos. Los investigadores midieron los niveles de anticuerpos en sangre y las proteínas especificas que pueden señalar la diabetes tipo 1, en casi 2.000 bebés con antecedentes familiares de la enfermedad. Se llevo un récord de las enfermedades que los niños tenían y los patrones alimenticios. Encontraron que las infecciones intestinales aumentaron el riesgo de que un niño tenga anticuerpos de diabetes. Los problemas intestinales que aumentan el riesgo de desarrollar diabetes tipo 1 parecen estar relacionadas con el consumo de gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno, en niños menores de 9 meses. Los investigadores concluyeron que las infecciones sólo pueden aumentar el riesgo de tipo 1 si el intestino ya está inflamado por las reacciones a ciertos alimentos.Conozco muchos casos de dulces guerreros que viven con celiaquía y luego de leer este reporte, veo que hay cierta relación entre el celiaquismo y la diabetes tipo 1. Ciertamente todavía es un gran misterio el continuo aumento de la diabetes tipo 1 entre los niños; sabemos que se hereda la predisposición a padecer diabetes, pero no la diabetes como tal. Pero, en el caso de Jaime, ¿quién me explica que se lo provocó? En nuestras familias no existen casos previos de diabetes tipo 1 y las pruebas de celiaquía de Jaime siempre han salido negativas. Ojalá en algún momento podamos tener una explicación lógica a esta pregunta.
Ahora te pregunto; ¿tu dulce guerrero tuvo algún virus o infección antes de su diagnóstico?
http://jaime-dulceguerrero.com/que-causo-la-diabetes-tipo-1-de-jaime-virus-dieta-o-genetica/?shared=email&msg=fail