Febrero 24, 2013 a las 12:06 am
Un humilde trabajador de la construcción fue el primer paciente renal que recibió un trasplante en el departamento. Con él, se abrió una historia de éxito, que tienen a Neiva en una posición de vanguardia nacional en la materia.
Rafael Trujillo
LA NACIÓN, NEIVA
A Ismael Perdomo los riñones comenzaron a causarle molestias desde muy joven. No tenía ni 25 años de edad cuando los médicos le dijeron que los perdería. Nacido en Elías, Ismael residía en Bogotá. Sometido a diálisis, no pudo seguir
trabajando en su labor habitual, las obras de construcción. Decidió regresar a Neiva, donde completó 26 meses de diálisis. En medio de los problemas que atravesaba, no llegó a imaginar que se convertiría en el primer paciente renal en recibir un trasplante de riñón en el Huila.
La intervención quirúrgica, practicada en el hospital universitario de Neiva, fue el 27 de febrero de 2007. “Estaba feliz”, recuerda Ismael, al rememorar el instante en que recibió la llamada de que recibiría un riñón que reemplazaría la labor vital de sus propios órganos, ya inservibles. El trasplante, realizado con pleno éxito, le cambió completamente la vida. “Volví al trabajo, y hoy” (tiene 31 años) “me siento totalmente normal”. “Ni siquiera tuvo necesidad de volver al médico”, agrega con una sonrisa Jorge Cubillos Gutiérrez, urólogo y cirujano de trasplante renal, y presidente de la Fundación Surcolombiana de Trasplantes.
Los trasplantes
El doctor Cubillos explica que, por tratarse del primer paciente sometido a una cirugía exitosa de trasplante en el Huila había, desde luego, ciertas prevenciones. El trasplante de órganos es un proceso complejo. No es como cambiarle el repuesto a un vehículo. El órgano donado debe de provenir, si es un riñón, por ejemplo, de un paciente sano y vivo o, como ocurre en la mayoría de los casos, de un donante que fallece y que, de alguna manera, expresó en vida su voluntad de donar, o que su familia manifiesta esa intención.
El trasplante de órganos no se practica en todo el país. Apenas unas pocas ciudades, como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, adelantan procedimientos de esta naturaleza, y para sorpresa de muchos (huilenses incluidos) Neiva tiene un desarrollo que la pone a la vanguardia en Colombia. En los seis años de realizarse trasplantes en Neiva que se cumplen el próximo miércoles, se han realizado 180 trasplantes en el hospital universitario y otros 20 en la clínica Mediláser. “Nuestros resultados”, indica Cubillos Gutiérrez, “son comparables a los de las mejores clínicas de Estados Unidos”.
El propósito ahora es ampliar las posibilidades de trasplante a más personas que lo requieren. Hay muchos pacientes en espera, y los donantes no abundan. Solo en Neiva hay 845 pacientes en diálisis, que es el proceso que permite que a la persona con falla de sus riñones le puedan extraer las toxinas que se generan en el organismo. La falla renal solo se resuelve con el trasplante de un riñón sano. Como ocurrió con Ismael Perdomo, el obrero de construcción de nuestra historia, el primer trasplantado en el Huila por médicos de aquí, con conocimientos científicos especializados en la universidad Surcolombiana y otras instituciones de Colombia y el exterior, y en el hospital universitario de Neiva.
Ayuda
“Queremos convertirnos en una regional, que incorpore, además del Huila, a los departamentos de Caquetá, Tolima y Putumayo”, agrega el doctor Cubillos. “Esperamos este año llegar a este propósito”, concluye.
En esa propuesta, los médicos y la Unidad de Trasplantes trabajan de la mano con quienes recibieron un trasplante, y con los actuales y futuros pacientes. Juan Socorro Perea Rodríguez es un próspero microempresario, quien orgulloso preside la Asociación de Trasplantados del Huila. Como Ismael Perdomo, Juan Socorro también recibió un riñón, y hoy lleva una vida completamente normal. “Nuestra labor hoy, totalmente voluntaria, es ofrecer una colaboración y servir de apoyo cuando sea necesario”, afirma Perea Rodríguez. La Asociación que él preside, y que funciona desde su hogar, lo mismo que su restaurante “Llamarada, tierra y mar”, tiene oficinas en Florencia e Ibagué, ciudades a través de las cuales se canalizan pacientes de Caquetá y Tolima hacia Neiva.
En tanto, Ismael Perdomo regresa a su trabajo. Es tan normal su existencia, y es tan lejano el recuerdo de las diálisis y hasta de la intervención quirúrgica que le curó del mal de sus riñones, que ni siquiera supone que tenga que “celebrar”, un año más, el ser el paciente número uno de una lista que aspira a ser mucho más amplia de ciudadanos a los que este procedimiento les salvó la vida.
http://www.lanacion.com.co/2013/02/24/con-ismael-los-trasplantes-en-el-huila-cumplen-seis-anos/
No hay comentarios:
Publicar un comentario