Los Biosimilares tienen un gran potencial de ahorro para los sistemas sanitarios europeos. Sin embargo, aunque Europa necesita dichos biosimilares, no todos lo países parecen entenderlo de la misma forma o al mismo ritmo. Así como en términos netamente económicos se habla de una Europa de varias velocidades, el caso es perfectamente aplicable a los biosimilares. Mientras en Alemania el acceso a estos fármacos es modélico en tiempo tiempo y forma, otros países como Italia o España, tienen dificultades para incorporar esta realidad terapéutica. Mientras en el país de los Apeninos los esfuerzos se dirigen a introducir las EPOs, en el nuestro la clave de bóveda está en las entidades pagadores (CC.AA.). Quedan aún más lejos todavía otros países como Polonia o Rumanía, donde el acceso a los biosimilares se prolonga excesivamente en el tiempo. Para hablar de todo ello, la patronal española del medicamento genérico, AESEG, y la europea (EGA), reunieron a un selecto grupo de expertos este lunes, 3 de marzo, en la Sala Internacional del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. La misma donde se celebran las reuniones del Consejo Interterritorial del SNS.
Así lo ve el Ministerio
Agustín Rivero, director general de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia. MSSSI, constató que existen barreras efectivas a la entrada de biosimilares pero también que es tarea de todos encontrar el equilibrio entre las grandes inversiones que tienen que realizar las compañías para desarrollar este tipo de fármacos, la cuestión de los precios y los beneficios buscados para los pacientes y la propia sostenibilidad del SNS. Por su parte, el subdirector general de Calidad de Medicamentos y Productos Sanitarios (MSSSI), Carlos Lens, dio como es su costumbre una de cal y otra de arena. Por un lado reconoció la condición innegablemente innovadora de los genéricos y los biosimilares (Programa Profarma), necesitando estos últimos de una inversión en absoluto “baladí”, y por otro lado avisó de que la Autoridad sanitaria seguirá haciendo economías en materias de medicamentos, a la sombra del RD 16/2012. Por esta razón, la legislación española sobre biosimilares tendrá que reorientarse, llegado el caso, para dar entrada a nuevos biosimilares. En ese sentido, la ley 10/2013 ya recogió un cambio de criterio en la formación de precios, según Lens. Quien añadió que no cabe duda de que defender que los biosimilares deban salir al mercado al 40% del precio de las marcas de medicamentos biológicos, como ocurre con los genéricos, tiene poca defensa. Queda trabajo por delante, por tanto, para la Comisión Interministerial de Precios.
Convencer a los médicos
Convencer a los médicos
Paul Greenland, responsable de Acceso al Mercado de los Biosimilares en la EGA, no sólo recalcó el enorme potencial de ahorro que tienen los biosimilares para los sistemas sanitarios europeos, sino que los describió como un factor esencial para la competencia. Como estímulos para la innovación, los biosimilares mejoran las tasas de acceso a las terapias por parte de los pacientes y ayudan a la sostenibilidad de los sistemas sanitarios europeos. Todo ello, contando con el aval de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y de la Comisión Europea. Además de esto último, la mayor parte de los ponentes estuvo de acuerdo en que resulta imprescindibles implicar a los médicos en la aceptación y el uso cotidiano de los biosimilares
No hay comentarios:
Publicar un comentario