13.02.2011 05:12 AM
Monseñor Pedro María Espinosa Marín, a sus 76 años, se prepara para entregar la iglesia María Auxiliadora de Lechería
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Padre Espinosa: "Al entregar la parroquia, me quedo en la calle”
El jovencito decidió seguir los pasos de su pariente (fallecido hace diez años), y se sumó a la educación eclesiástica. Una vez que culminó su formación, Pedro hizo su petición desde Bogotá para servir a la Iglesia en Venezuela.
Fue el 7 de agosto de 1965 cuando Espinosa llegó a Barcelona. Tres semanas después fue ordenado sacerdote en la Catedral por monseñor Ángel Pérez Cisneros, el segundo obispo de la entidad.
Fue designado párroco de la iglesia María Auxiliadora, ubicada en la carrera 5 A, cruce con calle 4 de Lechería, para suceder al padre Alberto Plaza.
En 1994, Espinosa se convirtió en el artífice de la construcción del nuevo templo, financiado por el otrora Fondo de Inversiones de Venezuela, que al principio aportó 7.000.000 de bolívares.
También dieron recursos la Gobernación del estado Anzoátegui, la Alcaldía del municipio Urbaneja y feligreses. Pese a la tardanza de las obras, el templo fue consagrado el 24 de mayo de 2007.
Por cuatro décadas y media, monseñor Pedro Espinosa trabajó en la catequesis y evangelización de un pueblo, lo cual fue difícil en un principio, para darles a tres generaciones los beneficios de la Iglesia.
La retirada
“Ese es mi fuerte caballo de batalla”, afirmó el presbítero, a quien se le acerca la hora de cerrar el ciclo de su apostolado en el templo María Auxiliadora.
La disciplina eclesiástica, con variantes que contempla el Derecho Canónico, establece que los religiosos católicos al cumplir 75 años deben renunciar a su parroquia.
Así lo hizo Espinosa en 2010 ante la Diócesis de Barcelona, pero el obispo César Ortega Herrera le pidió que se quedara, sin precisar el tiempo.
El sacerdote manifestó que el 25 de agosto del año pasado, sorpresivamente, le llegó un oficio del Obispado que reza que debe dejar la parroquia de Lechería, y que el padre Enrique Ovie es el encargado de vigilar la entrega del inventario de los archivos.
Espinoza dijo que los feligreses le hicieron la despedida el 8 de diciembre de 2010, Día de la Inmaculada Concepción, y del 50° Aniversario de la iglesia María Auxiliadora.
“Me voy. Al entregar la parroquia, quedo en la calle. El pueblo no quiere que me vaya, pero se ha ido acostumbrando a la idea. No es fácil entender, pues durante 45 años hice una familia entre el pueblo”.
Espinosa manifestó que la comunidad ha estado orando, preguntando por sus necesidades. Los vecinos lo han ayudado con sus medicinas, pues el 13 de mayo de 2008 le realizaron un trasplante de riñón en el hospital San Vicente de Paúl en Colombia.
Monseñor aseveró que no ha sido censurado, ha llevado una vida humilde y cristiana. Se irá de Lechería el próximo miércoles 23, y al día siguiente abordará en Maiquetía el avión que lo llevará a Medellín. Allí vivirá con sus cinco hermanos que son sumamente pobres, y el 28 asistirá a su cita en la Unidad Renal de Medellín.
"Con la misma alegría que llegué a la parroquia María Auxiliadora, me regreso a Colombia”, expresó monseñor Pedro Espinosa, pero su rostro no reflejaba lo que decía.
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