Para Jesús Nollhan Colunga Escobedo, un estudiante de arquitectura, el término medio hermano no existe; le salva la vida al donarle un riñón.
A seis meses de que Nollhan Colunga le donó
uno de sus riñones a su media hermana Edith, hoy comparten su historia
en el Día de San Valentín. (Foto Juan de la Cruz)
NUEVO LAREDO.- Para Jesús Nollhan Colunga Escobedo, un estudiante de arquitectura, el término medio hermano no existe. Por ello atendiendo el llamado que le hiciera su corazón donó a su media hermana Edith Alejandra Colunga Arriaga uno de sus riñones, acto sublime con el cual le salvó la vida y actualmente goza de salud para cuidar a sus gemelos.En una fecha tan especial como es el Día de San Valentín o Día del Amor y la Amistad, Nollhan y Edith compartieron con El Mañana esta bonita historia en sus vidas.
Fue el pasado mes de diciembre cuando Edith agradeció por primera vez en este medio, la donación de riñón que le hizo Nollhan a quien también llama hermano.
"A él lo vi en la secundaria, era un niño medio gordito con lentes, lo vi y sentí algo raro; no me gustaba pero sentía algo raro al verlo, nos tocó en el mismo salón y al pasar lista me di cuenta que era mi medio hermano por los nombres de sus papás y de dónde venía", relató.
"Cuando el maestro dijo el apellido Colunga dije dentro de mí 'es mi hermano', y me dio mucho gusto. Al terminar la clase lo abracé, pero él estaba muy sorprendido, no me abrazó pero tampoco me rechazó", contó.
Edith comentó que con el trato diario se fue fortaleciendo una relación cordial y de amistad entre ambos, hasta empezar a frecuentarse en la casa de uno y del otro.
"Así transcurrieron los tres años, después entramos al CBTIS, en ese tiempo me enfermé pero me cuidaba con mis tratamientos, además quedé embarazada; todo iba bien por lo cuidados, hasta que un día me puse muy mal y fue cuando los doctores me dijeron que necesitaba de un trasplante de riñón", agregó Edith.
La gravedad de su salud originó que Edith en dos ocasiones estuviera internada en terpia intensiva, pero gracias a su juventud logró reponerse un poco.
"Yo ya estaba moribunda, buscando al donador, Nollahn después de no verlo un buen tiempo fue a visitarme por que supo que había tenido gemelos, pero no esperaba verme tan enferma", dijo Edith.
"Sí estaba muy mal, yo no quería que se muriera, es mi hermana, por eso no lo pensé y le dije que yo iba a donarle uno de mis riñones, que no se preocupara, que ella iba a seguir viva para cuidar a sus hijos", manifestó Nollhan.
Ese mismo día, el joven estudiante del Instituto Tecnológico de Nuevo Laredo, después de salir de la casa de Edith se dirigió a realizarse los análisis de sangre, entre otros, los que le confirmaron que eran del mismo tipo de sangre y que podía ser donador.
"Fue un domingo cuando nos sometieron a la cirugía, nunca me dio miedo y todo salió bien, yo me siento muy bien y Edith también; ella ya puede cuidar mejor a mis sobrinos y yo puedo seguir estudiando", relató.
Aun y cuando Nollhan fue objeto de críticas por parte de algunas personas que no comprendían el por qué iba a donarle un riñón a una media hermana, él decidió atender el llamado de sangre salvándole a vida a Edith y actualmente como una gran familia convive con Edith Arriaga, mamá de la joven trasplantada, sus dos hermanitas y sus sobrinitos Isaac y Noé.
http://www.elmanana.com.mx/notas.asp?id=220623
video
No hay comentarios:
Publicar un comentario