Los expertos advierten de la necesidad de un enfoque integral de la diabetes en ancianos por concurrir, en muchos casos, con otras enfermedades y tratamientos.
En España, 3,5 millones de personas padecen diabetes y de todas ellas, la mitad son mayores de 65 años. En este ratio de edad, la enfermedad tiene una serie de características específicas que la convierten en una patología propia. Por eso, los geriatras defienden la necesidad de un tratamiento especial y diferenciado para la diabetes en este grupo poblacional.
El doctor Leocadio Rodríguez Mañas, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Getafe y expresidente de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG), explica que “en las personas mayores con esta enfermedad concurren con mucha frecuencia la comorbilidad, la polifarmacia, el riesgo de efectos secundarios y, lo más importante, la prominencia de la calidad de vida sobre la cantidad de vida”.
Según el doctor, la diabetes es una de las patologías más incapacitantes en el anciano y nada tiene que ver con la del adulto. “Podemos hablar incluso de una patología diferente, porque se asienta en un organismo envejecido, por sus diferentes manifestaciones y por el hecho de que los enfermos suelen padecer otras enfermedades y recibir múltiples tratamientos. Además, los objetivos que nos marcamos deben lograrse en un plazo más limitado de tiempo”, añade.
Envejecimiento y fragilidad
En la mayoría de los casos, el envejecimiento se acompaña de fragilidad y enfermedades crónicas que pueden, incluso, llegar a provocar discapacidad y un deterioro sustancial de la salud. En palabras del doctor Rodríguez Mañas, “muchas patologías crónicas, como la de hipertensión, la enfermedad renal y la diabetes mellitus, aumentan su prevalencia con la edad. De esta forma, muchos ancianos frágiles son además hipertensos o diabéticos”.
Las Guías Europeas de Diabetes en Mayores recomiendan la práctica de ejercicio, el cuidado de la alimentación y una educación en salud correcta. “La diabetes en el mayor está asociada tanto al propio envejecimiento como al estilo de vida, en especial al sedentarismo y a la nutrición inadecuada durante la edad adulta”, comenta el experto.
Fuentes: Onmeda
http://www.onmeda.es/noticias_salud/noticias/la_diabetes_en_ancianos,_una_patolog%C3%ADa_%C2%93diferente%C2%94_a_la_de_los_adultos-1033.html
Me parece que un aspecto relevante de la diabetes en personas mayoes se pone de manifiesto cuando la persona anciana vive en una residencia geriátrica y es diabética. En este post se dice muy bien: normalmente no es "sólo diabética" sino que esta condición se une a una pluripatología y a una plurimedicación. Como la diabetes exige unos hábitos de vida determinados para no producir desestabilizaciones, y en muchos casos la persona sufre deterioro cognitivo, resulta muy difícil saber lo que quiere por lo que, sencillamente se le impone una dieta. Cuando la persona sí sabe lo que quiere, en muchos casos no desea seguir la dieta. ¿Es correcto presionarla o sencillamente imponérsela? ¿No debería ser algo distintivo para elegir una residencia geriátrica saber qué política de alimentación siguen si es que el residente es diabético? Creo que son discusiones colaterales a la diabetes en residencias geriátricas que deberían considerarse.
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