Asociación de Trasplantados de Páncreas.

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jueves, 19 de mayo de 2011

“Siento como que nada me ha pasado”.






Martes 17 de Mayo de 2011 - 23:43
RENAL 










Una enfermedad crónica renal hizo que dos personas acercaran sus vidas.
Un joven de 30 años recibió un riñón que le cambió la vida.

Maybel Hernández
Diario El Mundo
El pasado 27 de abril, a las 8:00 a.m. dos vidas cambiaron para siempre.
Gladis Margarita Ramos dio una gran prueba de amor a su prójimo,
pues donó un riñón a su cuñado Alex Pilander López, de 30 años,
que había buscado por dos años un donante que le ayudara a cambiar su vida.

El tiempo de espera se volvió una dura prueba para él y su familia,
pues tuvieron que lidiar con las descompensaciones que acarrea la
enfermedad y su largo y permanente tratamiento de hemodiálisis.

Pese a todos los problemas, Pilander siguió con su trabajo regular
y se propuso llevar una vida lo más normal posible junto a los suyos,
aunque esto significara un esfuerzo doble para él. Hace siete meses
una gran oportunidad llegó a su vida. Su cuñada Gladis decidió donarle
un riñón.

“Nadie de mi familia sabía de mi decisión hasta que ya iba al quirófano
y lo oculté porque no estaban de acuerdo”, recuerda Gladis.
Esta donadora altruista decidió que ni su esposo, hermanos u otro
familiar interfirieran en su decisión, por lo que la mantuvo en
secreto todo el tiempo.

“Necesitaba estar tranquila sin presiones para que todo me saliera bien”,
recuerda.

El día del trasplante llegó y bastaron unas cuatro horas para lograr la cirugía.

Después de la intervención, los médicos ya hablaban de “todo un éxito”.

“A los tres minutos de haber colocado el riñón comenzó a orinar y con eso
es con lo que comprobamos que el órgano comenzó a funcionar a la
perfección”, explicó, Maribel Estela Reyes, nefróloga que asistió el trasplante.

Agregó que el paciente receptor está respondiendo muy bien a la operación
y que tiene un pronóstico muy bueno.

El trasplante de Pilander se convirtió en el número 587 desde que
empezó el programa renal en 1985. Además, hay 10 pacientes ya
programados y 36 donadores en estudio.

A casi un mes de haberse realizado el trasplante de riñón, ambos
(Gladis y Pilander) se recuperan perfectamente. El joven ya fue dado de alta
y ella salió del hospital dos días después de la cirugía.

“Me siento como que nada me ha pasado… Todo esto me ha ayudado a
cuidar más de mi salud, a saber qué comer y qué no. Antes yo no
perdonaba la gaseosa en todas las comidas, ahora sé que eso es muy
dañino y no consumo esos productos”, recuerda la donante.

Incentiva a que otros donen
Gladis asegura que ser donadora le cambió la vida para bien e invita
a otras personas a que lo hagan. Sugiere que superen dudas y temores
y ayuden a quienes lo necesiten.

“Los doctores saben como va el proceso y si hay algún problema no lo
dejan donar si no está apto, es de confiar en Dios y los médicos”, comentó.

La nefróloga explicó que la cirugía del donante se realizó a través de
laparoscopía.

“Al donante no le quedan más que tres pequeñas cicatrices que con el
tiempo casi son invisibles. En otro tiempo la cicatriz era muy grande
pero con los avances se ha logrado reducirla”, aseguró.

Por su parte, Pilander, no deja de agradecer a Dios por la nueva oportunidad
en su vida y por la seguridad que mostró su cuñada al donarle tan preciado
órgano.

Al verse (Gladis y Pilander) no pueden dejar de abrazarse y llorar de felicidad.


Lo mejor es la prevención
El Seguro Social trabaja en la prevención de problemas renales con una
campaña de información y educación permanente, ya que la insuficiencia
renal es la enfermedad crónica más frecuente.

Los expertos aseguran que siguiendo cuatro pasos simples cada persona
puede hacer la diferencia en su estado de salud.

El primero es hacer ejercicios; segundo, tomar agua (más de ocho vasos
al día); tercero, una adecuada alimentación y cuarto no tomar o abusar
de los analgésicos (como ibuprofeno, diclofenac) pues estos medicamentos
dañan directamente los riñones.

1,225
personas con insuficiencia renal crónica y en tratamiento reporta el ISSS.
Cada mes se adhieren unos 20 casos nuevos.

$500
al mes es el promedio de lo que invierte el Seguro para la atención
de pacientes renales. Anualmente supera los $8 millones.





 http://www.elmundo.com.sv/nacionales-/10739-siento-como-que-nada-me-ha-pasado.html

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