Nuevos tiempos para la medicina
NAIRA HUERTAS - Don Benito, Badajoz - 21/05/2011
Desde que era una niña sabía lo que quería ser de mayor: médico. Lo fui. Años más tarde y después de aprobar las oposiciones, presto mis servicios como médico de Urgencias en un hospital comarcal. Y ahora no me reconozco, hasta yo me asusto cuando me escucho hablar de mi profesión.
A veces se me olvida que estoy haciendo lo que siempre he querido. Entre bastidores mis compañeros rumorean "que no hay marcha atrás, que hasta dónde vamos a llegar, que habrá que acostumbrarse a estos nuevos tiempos...". Yo me niego a pensar que las cosas son así y a aceptar que la solución sea mirar hacia otro lado. ¿Cómo no vamos a poder cambiar entre todos la situación de los servicios de Urgencias de los hospitales y mejorar?
En la era que nos ha tocado vivir el médico ha pasado de ser una figura paternalista e incuestionable, a ser una máquina dispensadora de recetas y distribuidora para las diferentes especialidades a gusto del consumidor.
Existe una falta total y absoluta de educación sanitaria. El mal uso y el abuso de los recursos sanitarios son ya intolerables. Estamos llegando a un extremo casi demencial. Y parece que a nadie le importa esta situación
Los "derechos" solo han crecido en uno de los dos lados de la balanza médico-paciente. Y los responsables de esta situación no somos ni los médicos de a pie ni los pacientes. Y todo esto se resume en un aumento desmesurado de la demanda asistencial.
Siendo consciente de la importancia que supone mantener en todo momento satisfecho al paciente, me gustaría que se recapacitara para dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿a qué precio?
Es muy fácil solucionar problemas desde arriba, alzando el dedo índice y construyendo frases autoritarias que destruyen poco a poco la integridad del profesional. Siempre pensé que la medicina era otra cosa.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Nuevos/tiempos/medicina/elpepiopi/20110521elpepiopi_11/Tes
En la era que nos ha tocado vivir el médico ha pasado de ser una figura paternalista e incuestionable, a ser una máquina dispensadora de recetas y distribuidora para las diferentes especialidades a gusto del consumidor.
Existe una falta total y absoluta de educación sanitaria. El mal uso y el abuso de los recursos sanitarios son ya intolerables. Estamos llegando a un extremo casi demencial. Y parece que a nadie le importa esta situación
Los "derechos" solo han crecido en uno de los dos lados de la balanza médico-paciente. Y los responsables de esta situación no somos ni los médicos de a pie ni los pacientes. Y todo esto se resume en un aumento desmesurado de la demanda asistencial.
Siendo consciente de la importancia que supone mantener en todo momento satisfecho al paciente, me gustaría que se recapacitara para dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿a qué precio?
Es muy fácil solucionar problemas desde arriba, alzando el dedo índice y construyendo frases autoritarias que destruyen poco a poco la integridad del profesional. Siempre pensé que la medicina era otra cosa.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Nuevos/tiempos/medicina/elpepiopi/20110521elpepiopi_11/Tes
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