Leyendo este post del blog El Supositorio empiezo a recordar cuando tomaba unas 40 pastillitas al día. Una ruína, eso de ser enferma renal. Sigo sin recetas de esas que no pagas nada. Yo pago. Una parte, al menos. Mis recetas del SAS son verdes, como mi esperanza de seguir viva y poder algún día volver a trabajar. Pero en este país los que pensamos así o somos tontos o tenemos alma de millonetis, porque es muy caro ser pobre y enfermo.
Tengo compañeros con menos de 40 años que una vez trasplantados dicen no querer volver a trabajar. Antes me dolía oirles que les bastaban los 300 euros de la "paguita no contributiva" y las recetas rojas, con las que aquí no te cuestan nada los medicamentos. Hoy les entiendo. Porque yo ni siquiera tengo eso. Y no estoy curada, sólo trasplantada.
Sin embargo conozco huérfanos y viudas con mucho dinero que usan también esas recetas rojas para sacar hasta gasas que luego no usan. Ellos, cero euros, aunque les quede de viudos sólo el beneficio de no pagar, y hoy vivan con sus parejas de hecho, pero con todos los derechos, entrando en sus hogares reales dos sueldazos de los buenos.
Todos los españoles, dicen, somos iguales ante la ley. Pero seguirá siendo difícil ser crónica y multipatológica y terminal, mucho más que viuda alegre. Y lo de la viudedad sólo es una de las tantas injusticias.
Beatriz González Villegas.
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miércoles 9 de febrero de 2011
Cosas de la financiación de los medicamentos
Un paciente con insuficiencia renal necesita medicamentos sofisticados y sencillos.
Le financiamos epoetina a más de 250 euros la caja de 6 y no le financiamos el bicarbonato en comprimidos por lo que tiene que abonar más de 5 euros.
¡Que nadie toma el bicarbonato en comprimidos para la acidez!
¿Alguien revisa estos temas?
Totalmente de acuerdo Beatriz!! Es muy injusto que haya gente que estando en dialisis, y no lo digo por que no se lo merezcan, les dieran una incapacidad no revisable y ahora, siguiendo trasplantados sigan cobrando y encima sin pagar ni un duro por las recetas. Yo tambien me tengo que pagar mis recetas y encima tengo la obligación de trabajar porque no cobro ni un duro aun teniendo dolores y tomando pastillas a porrillo. Pero ya se sabe, para que unos vivan muy bien otros tenemos que vivir muy mal. Como bien dices no hay nada peor que ser pobre y enfermo.
ResponderEliminarUn saludo.
El trasplantado no se cura. Sólo deja de ser enfermo terminal. Pero hay trasplantes y trasplantes. En Argentina se fomenta no sólo la vuelta a la normalidad laboral, sino que se anima a los trasplantados a hacer deporte. Pero hay que personalizar ante todo. Lo que yo defiendo es el derecho a ejercer tu libertad de poder trabajar si te encuentras bien. Defiendo el poder ser normal: uno más trabajando, viviendo, amando. Pero si alguien prefiere vivir subvencionado no seré yo la que diga nada en contra, porque el trasplantado es un enfermo con un tratamiento, el trasplante, que puede dejar de funcionar en cualquier momento. Lo que es vomitivo es que gente SANA que trabaja y gana buenos sueldos quede exento de pagar sus medicamentos para siempre. La vida cambia, y aunque las penas con pan son menos penas, el del viudo es un dolor de corta duración. No hay derecho a que los ricos disfruten de recetas rojas, y entiendo por rico aquel que vive muy por encima de la media, no el que viva en un palacio.
ResponderEliminarSé de uno que va de pobre, exigiendo a las distintas Administraciones derechos que se inventa y defraudando a otros minusválidos ofreciéndoles contratos de trabajo fraudulentos, y sin embargo tienen un mercedes en la puerta. Eso es otra injusticia como una casa. No es cómo estés de enfermo, sino qué podemos pagar.
Gracias por tu comentario.
Oye, en el facebook hay uno que coincide con tu descripción, y encima va de cojo poeta. Tiene mercedes y presume de poderío económico estafando a la Segudirad Social. Será el mismo que dices o será que es una plaga contagiosa?
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