Ya huele Sevilla a lo que tiene que oler: a incienso y a azahar. Y no es que estemos con un ataque de liritis agudo, ni que la poesía se acerque a nuestro balcón con eso del azahar, la primavera, las flores y los pasos por las calles; es que estamos en Semana Santa.
Hoy, Domingo de Ramos, y a esta hora, las dos y poco, muchos padres andan alrededor de la comida aguantando niños que quieren irse ya a ver La Borriquita. Y es lo que toca. Pero (siempre hay un pero) la alegría de unos es el desespero de otros, y también aquí, en Sevilla, hay otras historias, otras necesidades.
Nos ha mandado Dora Díaz Guerra información para recordarnos que los hospitales siguen funcionando, aunque el viernes nos fuésemos muchos a casa, de alta. Hoy, en el Virgen del Rocío, o en Valme, o en el Macarena nacerán niños, y se operarán los que lo necesiten para seguir viviendo. Para cada quirófano harán falta reservas de sangre, o las cosas se pondrán feas para los que están colgando de un hilo, rodeados de hombres honestos vestidos de verde (y no son de la Benemérita precisamente), con sus bisturís en las manos. Hace falta sangre y es bueno recordarlo. Hace falta siempre, pero en épocas de diversión se nos olvida que hay más accidentes, y que es más necesaria que nunca. Hace falta también para que no se eche para atrás un trasplante, como ya ha ocurrido alguna vez, por no tener a disposición este tesoro rojo del que hablamos.
Mañana lunes, 18, tenemos a los equipos móviles de donación de sangre en Castilblanco de los Arroyos, por la tarde, de cinco a nueve, en el Centro de Bienestar Social. En Gerena, en el Centro de Salud, de cinco y media a nueve y media. En La Roda, cerca de Málaga, en el mismo horario, pero en la Casa de la Cultura. Y en Villanueva del Ariscal, también en la Casa de la Cultura, de cinco a nueve.
El Martes Santo, 19, de cinco y media a nueve y media, mientras en Sevilla sale El Cerro o Los Estudiantes, se puede donar sangre en Herrera, en Carrión o en Umbrete, en sus Centros de Salud. Y en Los Rosales, al lado de Tocina, en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, media hora antes, de cinco a nueve.
El Miércoles Santo, 21 de abril, en el horario habitual, de cinco y media a nueve y media, vuelven a Herrera, y van también a Cazalla de la Sierra (mientras sale la Dolorosa del Convento de Madre de Dios), y a Badolatosa; en los tres pueblos, en los Centros de Salud. Estarán también en Villanueva de San Juan, en el Hogar del Pensionista, de cinco a nueve, más madrugadores.
En la capital, todo el que le apetezca, puede ir donde siempre, al Virgen del Rocío, al Centro de Trasnfusión Sanguínea, o al Hospital Virgen Macarena.
Los costaleros de hoy sí que saben de dar vida a cambio de nada. Cada año son más y más las cuadrillas de costaleros que se hacen de forma manifiesta donantes de órganos, y por supuesto, de sangre. A mitad del siglo pasado había que pagar a hombres dispuestos a ganarse un sobresueldo a cambio de llevar muchos pasos. Hoy lo hacen desde el corazón y con coraje. Gratis. Sea uno creyente o no, es emocionante oir eso de "todos por iguá" antes subir una canastilla. La fuerza del grupo es capaz de elevar donde haga falta el peso que sea. El grupo, de la misma manera, es capaz de donar identificandose como tal detrás de un ideal.
Gracias a todos los que donáis. Os debemos el seguir vivos.
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