Sevilla vuelve a estar de enhorabuena. Un pueblo más se une a la iniciativa por fomentar la donación de órganos entre sus paisanos creando, esta vez, una glorieta en honor a los donantes.
Todas las asociaciones de trasplantados de Sevilla defendemos que la donación de sangre y de órganos sea algo habitual, y no un acto oscuro y con recovecos. Por eso estas plazas, estas calles o glorietas son tan importantes. Los niños y los padres que paseen por aquí, los abuelos que se sienten en sus bancos a charlar, o los vecinos que en el remite tengan que poner este nombre verán dentro de lo cotidiano la donación.
En 2011, entre ingreso e ingreso, estuve con el alcalde de Utrera, Curro para los amigos, para entregarle en mano la carta que el Dr. Pérez Bernal, entonces Coordinador Sectorial de Trasplantes de Sevilla y Huelva, me había dado con esta petición tan simple: la de crear un lugar así. El alcalde, Francisco Jiménez, me aseguró que no tardaría en avisarme, porque estaba hecho. Su gente se lo merecía, porque en Utrera hay muchos donantes, y muy buen corazón.
A Curro y a mí nos une una amiga común, Lola Aquino, a la que quiero y admiro con toda mi alma. No tuve ninguna duda; esta glorieta se haría.
Poco después conocimos a Migue Vaca por la triste razón que su hija había fallecido, pero se había ido dando vida como donante. La tristeza iba a ser menos negra, pero el dolor se clavaría igual en él y su familia. Sólo el tiempo les daría la perspectiva necesaria.
Miguel es quien tomaría las riendas desde entonces, y ayer sábado representaba a Isabel, junto con su esposa. Papi, a todos los que le queremos, y a su hijo. Ellos y todos los donantes tienen ya su sitio. Utrera no será sólo el pueblo salesiano de las torres y de la Consolación. Ahora es otro pueblo más de Donantes.
Beatriz González Villegas.
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