Señora consejera, necesitamos el trasplante alogénico
11/04/2010 PILAR
Leal
Hace seis años mi hijo tuvo la mala fortuna de padecer una gravísima leucemia. Como cualquier padre nos pusimos a preguntar, investigar y buscar lo mejor para él. Lo hizo mi marido, que es médico. Le doy este detalle solo para que sepa que sabía bien qué pasaba y qué quería y dónde tenía que preguntar. Estábamos dispuestos a irnos donde fuese, hasta que una persona muy versada en el tema le preguntó dónde vivía y al decirle que en Cáceres, exclamó: "Si tenéis ahí al mejor, está el doctor Bergua ".
Nos pusimos en contacto con él y trató a mi hijo. Pasamos tres meses en las cámaras de la TMO. En su momento escribí al señor Vara y al personal de la planta, todos profesionales y humanos. Otra vez los felicito y les doy las gracias, pero mi hijo tenía que trasplantarse enseguida, tenía que ser un trasplante alogénico (que el donante de células fuera otra persona) y aquí sólo se hace el trasplante autólogo (células de la misma persona). Nos ofrecieron Madrid, Córdoba o Salamanca, elegimos Salamanca.
Resulta difícil explicar lo que significa tener que cambiar de hospital y separarse de su médico a un chaval de 23 años y con lo que estaba pasando, ir a una ciudad donde no conocía a nadie. Para la familia también es un desastre: todos no podíamos ir, yo estaba dentro, en la cámara y mi marido absolutamente solo fuera; mi hijo pequeño, el donante, con 13 años entonces, desorientado, en una casa fría, y no me refiero a la temperatura, (gracias a AFAL, que nos la cedió y acondicionó) sin sus cosas, sin su entorno, sin sus olores- nadie con quién dar un paseo ni desahogarse... mi hija en Cáceres, sin saber bien qué hacer, qué pasaba.
No sé si consigo trasmitir parte de los sentimientos que se suman a la angustia indescriptible de ver a un hijo sufrir. Por supuesto entonces sólo contaba con que Pedro se curase, pero todo sale y esto podría evitarse en lo sucesivo. Le he oído decir en la radio, señora consejera, que ahora sólo completarían y mejorarían los servicios existentes. Y es por eso por lo que le escribo.
Como bien sabe, el Servicio de Hematología lo creó el doctor Bergua. Al principio tenían unas camas en Ginecología, luego coordinó y creó la unidad de trasplantes, dando mucho de su tiempo a ese servicio. Y es que como decía mi suegra "los habrá iguales, pero no mejores".
Me consta que ha solicitado más metros para el laboratorio de Hematología en el nuevo hospital; me consta que está dispuesto a realizar trasplantes alogénicos (poco más se necesita, la unidad está creada); me consta que es un gran profesional, un trabajador nato y una gran persona. Yo soy creyente, el primer milagro fue encontrarme con él, el segundo que mi hijo fuese compatible y el tercero que su hermano esté vivo.
Sólo quien haya pasado por esto me entenderá, aunque prefiero que no me entienda nadie si con ello aliviamos el camino al que le toque pasar por él.
Aprovecho para agradecer a todos los que altruistamente hacen sus donaciones de sangre y plaquetas, sin ellas mi hijo tampoco estaría vivo, y animo a todos a donar sangre y médula ósea, que es donar vida en vida.
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