Los dos, en el Belén de la Solidaridad, junto a otros muchos amigos, me hicieron ver que no tenía que perder la esperanza, y que al igual que ellos yo también podía tener mi segunda oportunidad.
Llevan trabajando en las maquetas del Belén desde este verano. Pasando "una caló" en la nave que ni los pollos en un asador. Y siempre que les voy a ver ahi están, sonriéndome y arropandome, en un abrazo de hermanos; el que se siente cuando formas parte de la familia de los trasplantes.
Este año, como todos los anteriores, arrimaremos el hombro y lo que haga falta para que el mensaje vuelva a calar: que un trasplante es otro nacimiento, y ya que en Navidad celebramos el Nacimiento más grande es el mejor momento de recordarlo a todos.
En esta gran familia tenemos a todos, también a donantes, como nuestros Manuel Muñoz y su mujer, Mari, o como Susana Herrera, que donando los órganos de David y José Andres, nuestro angelito de la guarda, salvaron muchas vidas.
Manuel Muñoz en la inauguración de la Glorieta Donantes de Órganos de Los Palacios, siempre apoyándonos. |
Ojalá muchos otros donantes que no conocemos se acerquen al Belén y nos dejen darles las gracias. No seremos los receptores de los órganos de sus familiares que salvaron otras vidas, pero los sentiremos como nuestros también. Porque ninguno de nosotros estaríamos vivos si personas especiales como ellos no hubieran dicho sí en esos momentos tan duros.
Susana Herrera junto a nuestro Carlos, trasplantado de riñón. |
A todos ellos, gracias. Y a todos vosotros, os esperamos. En el Convento de Santa Rosalía de Sevilla volveremos a estar a partir de diciembre con una sonrisa y mucho agradecimiento.
Beatriz González Villegas.
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