Sanidad
Vivir después de un trasplante.
Enfermeras del Hospital Regional de Málaga
han diseñado un programa educativo para las personas que van a ser
operadas de un trasplante de hígado.
MATUCHA GARCÍA MÁLAGA
La formación previa del paciente que va a ser trasplantado de
hígado mejora notablemente el conocimiento, facilitando la adaptación a
su nuevo estado. De hecho, el nivel de información de la enfermedad en
sí, el transplante y la vida después de la operación reduce de forma
sensible la ansiedad, fomenta el autocuidado y facilita la adaptación de
los pacientes.
Éstas han sido las principales conclusiones del
trabajo de investigación realizado durante tres años en la Unidad de
Hospitalización de Cirugía y Transplante Hepático financiado por la
Consejería de Salud. Las enfermeras de esta unidad del Hospital Regional
de Málaga han diseñado ante estos resultados un programa educativo para
personas candidatas a trasplante de hígado. Información sobre el
transplante en sí, la medicación, la dieta adecuada que han de seguir,
premisas sobre el autocuidado y consejos de prevención de la infección
son algunos de los contenidos de este programa que busca la adaptación
del paciente, informó el Hospital Regional.
Estas profesionales han
elaborado además diverso material didáctico como folletos y un kit para
el aprendizaje del manejo de la medicación, que servirá como apoyo a la
celebración de charlas informativas.
El estudio
La realización
de esta actuación formativa es el resultado del estudio desarrollado
por los profesionales de enfermería para conocer las ventajas de
implantar un programa educativo planificado, dirigido a pacientes en
lista de espera de trasplante hepático. Se compara mediante un test de
conocimiento dos grupos de pacientes trasplantados en el momento del
alta hospitalaria.
El primero recibió la información y formación
habitual en planta durante su hospitalización, una vez efectuado el
trasplante.
El segundo, mientras estaban en lista de espera. La
enfermera, con apoyo del material didáctico y en charlas
individualizadas, inicia la intervención educativa sobre el trasplante,
la donación y la responsabilidad de cuidar el órgano trasplantado; la
importancia del cumplimiento terapéutico pre y post-trasplante, y los
riesgos de su incumplimiento; los efectos secundarios de la medicación
inmunosupresora; la dieta post-trasplante y aspectos sobre seguridad
alimentaria; cuestiones de la vida cotidiana post-trasplante,
autocuidados y condiciones higiénicas para evitar las infecciones.
Los
resultados muestran una mejora significativa de conocimientos en todas
las dimensiones estudiadas, no influyendo las variables
sociodemográficas de los participantes. Además, los pacientes han
expresado la gran ventaja que supone comenzar la educación sanitaria en
la fase pre-trasplante y llegar a él con un adecuado grado de
información.
Que interesante,saben que nosotras que tambien somos enfermeras de un servicio de trasplante hepatico en Uruguay,los educamos en el psot traspalnte ,es una excelente idea hacerlo en el pre.eguiremos este ejemplo
ResponderEliminarLic Sara Gonzalez-Uruguay