Asociación de Trasplantados de Páncreas.
lunes, 6 de enero de 2014
Ahorro de mil millones podrían generar trasplantes renales
Beneficio
Viernes 03 de enero de 2014
Ahorro de mil millones podrían generar trasplantes renales
09:12 pm - Redacción
Especialistas advierten que diputados deben tener el cuidado de prever que la Ley de Trasplante de órganos que aprobarán contemple una donación obligatoria o voluntaria una vez que la persona ha fallecido. Se estima que el proyecto funcionará a plenitud en un plazo de 10 años.
Tegucigalpa, Honduras
Los avances de la ciencia médica le han puesto un reto a Honduras. El país parece estar listo para asumirlo aunque todo apunta a que avanzará a paso lento pero, quizá, seguro. La aprobación de la nueva Ley de Donación y Trasplante de órganos Anatómicos en Seres Humanos, que deroga el decreto No. 131 del 11 de noviembre de 1982, contentivo de la Ley de Trasplante y Extracción de órganos y Tejidos Humanos, supone desde ya un desafío para el país.
De ser aprobada la ley, que ha sido agendada para las discusiones que el Poder Legislativo retome a partir de este lunes 6 de enero, deberá trabajarse en un reglamento que sea riguroso y estricto y que además prevea situaciones que van desde el entrenamiento y la capacitación de personal médico hasta la creación de centros especializados en el tema del manejo de órganos donados y el transporte y acarreo que requieren los mismos.
Carlos Umaña, exdirector médico hospitalario del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) de San Pedro Sula y miembro de la Fundación Luz y Vida (Funluvi), y que ha trabajado en la creación de una ley que permita el trasplante de órganos, advierte que la ley debe contar con un reglamento hecho por expertos.
“Esta es una ley bien delicada que nos tira al siglo XXI como país porque vamos a tener una ley que le permita a las personas, que puedan, donar sus órganos, pero también es delicadísimo el tema y se tiene que reglamentar muy bien y no dejar aristas para que venga gente aprovechada para hacerse dinero o para usar la ley indebidamente”, comentó.
Agregó que “no es solo hacer la ley, lo básico es trabajar en un reglamento. La ley es lo que precede al reglamento porque se tiene que poner la logística para que esto funcione”.
Autorización
El punto de la “delicadeza” del tema a la que hace referencia Umaña, también es compartido por Gaspar Rodríguez, presidente de la Sociedad Hondureña de Nefrología y Trasplante, que vela por el bienestar de los pacientes renales, sector de la sociedad que sería de los más beneficiados con la aprobación de la ley.
Rodríguez también trabajó en la elaboración de una propuesta de ley y explica que hay dos versiones de la ley y las diferencias radican en tres artículos que definen al tipo de donante de órganos.
“Hay una propuesta que habla de la figura de presunto donador y otra de las personas que contemplan ser donantes por su voluntad, no porque lo obligue la ley”, comentó.
Rodríguez amplió que “el presunto donador es la (iniciativa)que realmente ha mejorado la cantidad de trasplantes disponibles en países donde se trasplanta por montones. Para nosotros sería un gran adelanto, pero para esto hay que pedirle opinión al pueblo. Con (la figura legal de) el presunto donador usted puede decir que no quiere donar, pero tiene que estipularlo por escrito para que el día que una persona tenga un accidente no lleguen los médicos y quieran tomar sus órganos porque en ningún momento dijo que no quería ser donador”.
Sobre la otra versión de la ley, comentó que se indica que se “puede donar los órganos (pero) solo si la persona dice que sí o la familia dice que sí. Moralmente lo ideal es esta última, pero lo ideal sería una ley donde nos obliguen a todos a ser donadores. Pero para llegar a esto significa que el 70 por ciento de la población debe estar de acuerdo con ello”, aclaró.
Rodríguez también comentó que “los diputados deben estar claros que existen las dos versiones de la cultura de la donación. Una obliga a donar, a la fuerza, pero la persona puede negarse; la otra es una donación voluntaria, que no obliga a donar”.
Beneficio
De ser aprobada cualquiera de las versiones de la ley, el reglamento de la misma deberá contener previsiones que están relacionadas con que el país se prepare para implementarla.
“Todo esto debe ir reglamentado para que en unos 10 años aproximadamente estemos en el mundo de los trasplantes. Esto no es fácil, no es de que se va a empezar inmediatamente, hay que crear laboratorios de histocompatibilidad, hay que trabajar en el tema del acarreo del órgano. En los países desarrollados hay hasta helicópteros para transportar los órganos, entonces, esto lleva un tiempo de unos cinco a diez años para que todo esté debidamente hecho”, detalló Umaña.
Amplió que es imprescindible el entrenamiento del personal médico, la creación de los centros de acopio de órganos, el traslado de los mismos, la reglamentación del entrenamiento a los equipos forenses y la participación del Ministerio Público, entre otras.
También destacó que el país, tanto en la parte de la logística como de recurso humano, es capaz de poner en marcha el proyecto.
“Necesitamos que los medicos se especialicen en urología, cirugía vascular, nefrología y trasplantología, que son las cuatro especialidades que se ocupan. Podemos en razón de cinco años tener la gente capacitada. Yo calculo que ocupamos 20 médicos para entrenarlos en las cuatro diversas áreas, formando un equipo de 10 profesionales para San Pedro Sula y 10 para Tegucigalpa”, aseguró.
Ahorro para el país
Uno de los sectores sociales que más se puede ver beneficiado con la implementación en Honduras de la ley de trasplantes son las personas que padecen de insuficiencia renal, ya que podrían ser beneficiadas con un trasplante de riñón y evitar así los tratamientos de diálisis y hemodiálisis.
Olga Elvir es la presidenta de la Asociación de Pacientes Renales de Honduras y afirma que la ley representa un beneficio para miles de pacientes, en especial a los enfermos con insuficiencia renal, sin embargo, esta normativa solo servirá si es aplicada.
“Esto ha sido una lucha de muchos años, nosotros estuvimos en una lucha de cinco años para que nos aprobaran nuestra ley, pero pueden aprobar 10 o 20 leyes, mientras no las hagan cumplir no van a funcionar”, comentó Elvir.
Se estima que Honduras gasta 2,000 millones de lempiras al año en los pacientes con insuficiencia renal. De este total, aproximadamente entre 1,000 y 1,200 millones los invierte la Secretaría de Salud y el resto el Instituto Hondureño de Seguridad Social.
Esto se debe a que algunos de los 3,000 pacientes que hay a nivel nacional que gozan del beneficio de la dialización deben practicárselo hasta tres veces por semana.
“En Honduras el 70 por ciento de los 3,000 pacientes dializados pueden ser sujetos a un trasplante. Si usted trasplanta a un paciente se reduce a una cuarta parte el tratamiento que el Estado va a gastar de dos mil millones al año. El Estado va a ir minando sus recursos cada día más, debemos ver cómo eficientar los pocos recursos que tenemos”, comentó Umaña.
El especialista detalló que el sistema hospitalario del país cuenta con la capacidad de llevar a cabo estas intervenciones.
Pero agregó que la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) estará obligada a crear la carrera de trasplantología porque “no sirve de nada hacerlo (aprobar la ley) si el país no tiene los traspantólogos”.
También explicó que el Hospital Escuela, en Tegucigalpa, y el Mario Catarino Rivas, en San Pedro Sula, están facultados para realizar el 80 por ciento de los trasplantes.
Según Umaña, pacientes que requieren trasplantes de hígado y de córneas también pueden ser intervenidos en suelo hondureño. “Tenemos las córneas, hay mucha gente ciega y las pocas córneas que hay las traen del extranjero, las traen las brigadas médicas”, recordó.
Elmer Mayes, presidente del Colegio Médico de Honduras, explicó que “en otros países, las cirugías (de trasplantes) están más avanzadas y eso es lo que se pretende con esta ley, implementar más efectivamente la realización de trasplantes de órganos”.
“Al mismo médico lo empujan a la necesidad de buscar un nuevo campo de la medicina, hay muchos que ya tienen la experiencia pero no habían tenido la oportunidad de desarrollarla y permite un desarrollo de las ciencias médicas en el país”, comentó.
Penas deberán ser severas
Según la iniciativa de Ley que está próxima a ser discutida en el Congreso Nacional, está prohibida cualquier retribución o compensación por los órganos, tejidos, derivados o materiales anatómicos retirados con fines terapéuticos.
Quienes medien con el propósito de lucro en la obtención de órganos anatómicos para fines terapéuticos, serán castigados con presidio de 10 a 20 años.
Los profesionales de la salud y otros que participen en la remoción de órganos de un donante vivo o muerto, a sabiendas de que los mismos han sido o serán objeto de una transacción comercial, serán castigados con prisión de 10 a 20 años. Igual pena corresponderá a quien realice el trasplante en estas condiciones.
Elmer Mayes, presidente del Colegio Médico de Honduras, calificó como buena la aprobación de la ley que regula y da los lineamientos para realizar trasplantes de órganos. “Aquí no había una legislación adecuada para colectar los órganos en vista de que en muchas ocasiones se transgredían normas de tipo ético y legal cuando se colectaban órganos”, explicó Mayes. En ese sentido dijo que “estábamos huérfanos, por eso se aprobó esta ley, que viene a facilitar, hasta cierto punto, los procedimientos de trasplantes”. Aseguró que esta ley brinda la facilidad para realizar trasplantes de riñón, mismos que ya se han hecho en el país, y también de córneas, este último no estaba dentro de un marco legal.
Fuente: http://www.elheraldo.hn/Secciones-Principales/Al-Frente/Ahorro-de-mil-millones-podrian-generar-trasplantes-renales
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