Asociación de Trasplantados de Páncreas.

Asociación de Trasplantados de Páncreas.
astxpancreas@gmail.com

viernes, 4 de noviembre de 2011

"Un telefonazo... y volví a nacer".

Al periodista grafico y amigo de todos, Alejandro Mena lo pueden acusar de todo, menos de tener los ‘destos’ bien puestos y amar la vida a bastedad, a grado tal, que su organismo aceptó en donación un riñón sin chistar, tal cual como cambiar el rollo a una cámara fotográfica, o más a tono con los avances tecnológicos, la memoria digital.

El aguerrido colega anda hoy en la calle como si nada, con prudencia y aval médico, claro, pero más que dispuesto a seguir la guerra a la que ha sido convocado por la vida sin el pedirlo.

Es que, no conforme con padecer diabetes, tener en su expediente medico una operación a corazón abierto y ser arterioesclerótico, sus riñones no le funcionaban, hasta aquel día sábado 27 de agosto, en que los médicos le pusieron uno, donado por un alma bondadosa, que no debe de estar en otra parte más que en el cielo. 

El Mena, como cariñosamente le dicen en el mundo periodístico, donde es ampliamente conocido, cumple por estos días que corren dos meses desde que se le implantó el riñón que le devolvió la vida, y con ello, a muchos, la posibilidad de que la guasa, la carilla y la chispa natural del fotógrafo se vuelque irremediablemente contra ellos, algo que nadie discutirá jamás, proviniendo de un amigo que todos estiman y quieren. 

De visita en la casa del director de Dossier, Oscar Castro, donde El Mena ha dado más lata que los recibos de la CFE, él nos comparte sus experiencias y platica de la nueva etapa de su vida, o mejor dicho, de la nueva vida que la ciencia medica, médicos y personal del Hospital General, San Judas Tadeo, Manlio Fabio Beltrones y la diputada Leslie Pantoja, su familia y amigos, pero desde luego, su anónimo donador, le permitieron gozar, cada uno desde su trinchera, pero con un solo fin: Salvarle una existencia que irremediablemente se le iba día con día.

El colega periodista agradece, de entrada, al medico cirujano que le realizó la intervención y subdirector de Trasplantes del Hospital General del Estado, Ernesto Duarte Tagle, su esposa, la doctora Marta Pérez Cornejo, coordinadora de donaciones, el nefrólogo Abel Puentes y todo el personal de enfermería y asistencial del nosocomio, quienes, en todo momento, demostraron amplio profesionalismo y carácter humano en su quehacer.

También, Alejandro Mena no desaprovecha la oportunidad de reconocer al senador Manlio Fabio Beltrones, su antiguo jefe y amigo, así como a la diputada por San Luis Río Colorado, Leslie Pantoja, quienes fueron parte importante para que su salud se recuperara, no sin antes, esperar, como lo hacen todos, cinco meses en lista de espera de un donador, que en su caso, tenía que ser cadáver, lo cual complicaba más la espera.

Así lo platica en amena charla, la cual, reproducimos en un afán de contribuir a concientizar a donantes y receptores sobre la importancia de sumarse a la cultura de donación de órganos que se impulsan desde muchas trincheras y que tanta falta hace a sonora y cientos de sonorenses que sufren deficiencias en sus órganos vitales.

D.P.-Alejandro, ¿como resumes esta experiencia de vida?, platícanos de ello. 

A.M.-En lista de espera tenía cinco meses, me inscribí con el subdirector de trasplantes del Hospital General, Ernesto Duarte Tagle y me dijo: Aquí hay que esperar que salga un riñón que sea compatible contigo, no importa en qué numero de la lista estés. Nada más que sea compatible y en ese momento hacemos el trasplante.
Un día, a las doce y media de la noche me habló y me dijo: ¿Ya sabes quien te habla?
- No, respondí.
-Soy el doctor Duarte, te quiero a las siete de la mañana en urgencias del hospital general.
-¿Y eso?..le pregunté.
-Te voy a hacer el trasplante de riñón. Pero duerme tranquilo ahorita y a las siete te presentas para prepararte. Entonces ya no dormí.

D.P.-¿Porqué, Alejandro?

A-M.-Pues de gusto. Pero jamás pensé en lo que me iba a hacer y me dijo el doctor que eso me ayudo mucho. Yo no iba pensando en que me iban a trasplantar un riñón, que me iban a abrir aquí o allá, jamás pensé en eso. Lo que pensaba era: ya voy a dejar la hemodiálisis, ya se acabará todo eso y eso me animaba mucho.
Eso me sirvió mucho, pues me dijo el doctor, que no fuera nervioso o deprimido. Iba alegre contento, como diciendo a los doctores: Aquí estoy, opérenme de una vez, estoy en sus manos. Yo, que le tengo terror a que me canalicen, se me hizo un juego en ese momento. Adelante, les dije con gusto.

D.P.-¿Nunca pediste que se te informara quien fue el donador?

A.M.-No. Por lo regular eso no se informa ni nadie lo pregunta. En el caso de mi riñón, tenía que ser cadavérico, no tenía que ser de un familiar, de un amigo o de cualquiera que estuviera vivo. Nunca supe porqué tenía que ser riñón de un cadáver.
Solo se que mi donante falleció en la mañana y a la siguiente mañana yo ya tenía su riñón. No pasaron ni 24 horas sin que se trasplantara el riñón. El doctor me dijo que lo tenía en una hielera esperando que me lo pusieran, el algo de no creerse.
Lo que si sé es que es de un hombre joven, de aproximadamente de 30 a 35 años, que no solo donó los riñones, sino el hígado y las corneas. Esa vez había cinco familias que tenían pacientes enfermos terminales, pero a la hora de la hora se rajaron tres y quedaron solo dos donadores, entre ellos el que me donó el riñón.
La doctora Marta Pérez, esposa del doctor Ernesto Duarte, es quien platica con los familiares. Me dice que a veces la corren del cuarto donde está el paciente terminal los familiares, otras le echan de la madre. Ella platica con los familiares para concientizarlos de que si el enfermo va a perder la vida done los órganos. A veces tiene éxito pero a veces no.

D.P.-¿Sonora es de los estados con menos cultura de la donación, según te enteraste?

A.M.-Así es, es de los Estados con menos cultura de donación de órganos. En el centro del país, es donde más concientizada esta la gente para donar sus órganos.
En Sonora si hay muchos donadores, pero algunas veces, los riñones donados tienen que enviarlos fuera para que se utilicen en otros pacientes, porque aquí no hay compatibles.
Es que mucha gente no entre tampoco a la lista de espera de donadores, que aunque hay muchos, debería haber más en relación a los enfermos de los riñones, en este caso.
No hay una cultura de informar a fondo, no solo a los donantes, sino a los candidatos a ser trasplantados. Hace falta que en hospitales, centros de trabajo, escuelas, se realice una plática constante para informar a quienes tienen enfermos del riñón a donde se pueden acercar para ser candidatos a un trasplante.
En el caso mío, me enteré porque el doctor me dijo que debería de entrar a la lista de espera. Pero en realidad entre a la lista porque la diputada Leslie Pantoja la oí que estaba trabajando una iniciativa sobre la donación de órganos, que se la aprobaron. Eso me llamó la atención y fui a verla a su oficina en el Congreso del Estado. Oiga, le dije, fíjese que me enteré de su iniciativa y yo necesito un riñón, pero no se a quien acudir o como darle seguimiento.
Entonces ella me envió con el doctor Ernesto Duarte y así ingrese a la lista de espera. Si no hubiera yo escuchado a la diputada Leslie Pantoja anduviera yo todavía con las hemodiálisis o a lo mejor ya me hubiera muerto.

D.P.-¿Físicamente como te sientes?

A.M.-Ahorita bien. Según me dicen los doctores, para que integre el riñón al cuerpo deben de pasar tres meses cuando menos. Ahorita llevo dos meses y me diento bien. Aparte debes de tener mucho cuidado porque aun puede rechazarlo el cuerpo. Ahorita tengo el problema de la herida de la operación, que no me cierra al cien por ciento, porque me están dando unas medicinas que me bajan las defensas. Ahorita tengo el riesgo de agarrar cualquier enfermedad.
Me dicen: ¿quieres el riñón o quieres que te cierre la operación rápido?
No pues yo prefiero el riñón. Me dicen que no me desespere, que la herida cicatrizará poco a poco. Soy muy desesperado, ¿pero quien no se desesperaría con dos meses de hospitalización?. El doctor me dice que uno de los medicamentos que estoy tomando es para bajarme las defensas y ayudar al riñón a que se adapte al cuerpo, por eso es tardada la cicatrización. Si son tres semanas el tiempo de cicatrización con el efecto de las medicinas tardará seis semanas o más, pero estas defendiendo el riñón. La herida va cerrar porque va a cerrar, ¿Cuándo?, quien sabe, pero va a cerrar.
Me preguntó el doctor al mes que me habían trasplantado el riñón. ¿Cómo te siguientes?. Bien,. Le respondí, al chingazo. Lo único que me pasa es la cortada que no me quiere cerrar.
¿No te has dado cuenta de una cosa?, me dijo.
No, de que cosa?
¿Desde cuándo no te dan hemodiálisis?, me respondió.
Ahí me cayó el veinte. Es cierto, ya tenía el mes que no iba a hemodiálisis. Me dijo que si la había necesitado, pues no le conteste: Ya te hubieras muerto, me atajo. El trasplante había sido la solución para la hemodiálisis. Cuando iba a hemodiálisis me decían que si dejaba de acudir dos sesiones me moría. “Si te quieres morir, deja de venir”, me decían.

D.P.-¿Que llamado haría a los enfermos del riñón?

A.M.-A quien le estén dando hemodiálisis que le busquen por donde hacerse de un riñón donado, porque ahí se van a pasar toda su vida, si a eso se le llama vida. Claro que hay casos en que no hay remedio, que tienen que depender de la hemodiálisis, otros que si son susceptibles de un trasplante pero que no se interesan en buscar donador.
Yo soy diabético, tengo 52 años, las venas las tengo tapadas, enfermo del corazón. Era un caso para la araña, pero ahí esta la prueba que si se puede cuando se propone uno a seguir luchando y se encuentra con doctores verdaderamente valiosos. Otros hubieran dicho: Para que lo trasplantamos si este no tiene remedio, o como diciendo: No tiene caso este. Pero ya vez que si se puede cuando la ciencia y el paciente se lo proponen.
Me hicieron estudios de todo tipo, de lo que menos te imaginas me analizaron y al final de cuentas me dijeron, si se puede, tu espérate nada más.
Después, el sábado 27 de agosto, a eso de las 12:30 de la madrugada, recibí la llamada del doctor Duarte anunciándome que ya estaba listo mi riñón para trasplantarme. Ahí me cambio la vida, desde ahí empecé a nacer de nuevo.

D.P.-¿Qué régimen alimenticio tienes que seguir, o alguna recomendación especial para sobrellevar el trasplante?

A.M.-En mi caso, yo tengo que seguir de por vida el régimen alimenticio de un diabético, que es lo mínimo de grasas, harinas, alimentos azucarados en ecceso y eso me sirve para no hacer trabajar tanto al nuevo riñón y que se acople mejor a mi cuerpo.
Que curioso, uno piensa que cuando trasplantan un riñón, le cortan el que no funciona y le ponen uno nuevo, pero no es así. En realidad unen todos los vasos y venas que alimentan al viejo riñón y las unen al nuevo a un lado, pero dejan al otro, no lo extirpan. En realidad yo tengo tres riñones, pero solo me funciona uno y de los otros dos, uno muy poco. El que no funciona, como no tiene irrigación de sangre, el mismo cuerpo lo va deshaciendo poco a poco hasta que desaparece naturalmente.
Me dicen los doctores que entre los dos riñones funcionan el 72 por ciento, lo que es aceptable para el metabolismo. No me dicen cual funciona más, si el izquierdo o el derecho y nunca me he explicado porque no dicen cual funciona mejor. Solo te dicen: Los riñones te están funcionando al 72 por ciento.
Yo le insistiría a la gente que entre a la lista de candidatos a trasplante. Todos tienen derecho a entrar. Ahí les harán estudios para ver si son susceptibles y si es positivo, solo hay que esperar.
Cuando yo entre a la lista, había cinco trasplantes en una semana. Me tocó el caso de una jovencita de quince años que la trasplantaron, pero a la semana le quitaron el riñón porque su cuerpo no lo aceptó. El rechazo es inmediato en algunos casos, pero en mi caso, puedo rechazarlo antes de los tres meses, después es más difícil que el cuerpo no lo acepte. Es importante el cuidado que debes de tener. Si sales de la operación y me pongo un pedo, pues habrá complicaciones, por eso tienes que tener todos los cuidados que te dicen los doctores.
El nefrólogo me ha valorado y me ha dicho que ya nada tengo que hacer con él, que me funciona perfectamente el riñón, es el cirujano el que debe estar pendiente de que cierre la operación.
Al otro día del trasplante, un domingo, yo desperté en la cama de recuperación y todo bien, ya suturada la herida. El lunes dormí bien y el martes amanecí con un dolor tremendo. Habían dejado una vena con gotera, que estaba saliendo sangre y eso me provocaba un dolor insoportable y ahí me llevan de nuevo al quirófano para abrirme y suturar la vena suelta. Corrigieron la vena y regresé a recuperación. Al otro día amanezco con un dolor más intenso que el anterior y otra vena registraba una fuga de sangre y otra vez ahí voy al quirófano el miércoles. Es decir, me han suturado cinco veces y me han retirado los puntos cuatro veces.

D.P.-¿Tú estás inscrito como donador de órganos?

A.M.-En realidad no, porque soy diabético, dudo que mis órganos le vayan a servir a alguien. Además, tengo entendido que los diabéticos no son candidatos a donadores. Lo que tengo que hacer, y lo estoy haciendo, es hacer conciencia entre la gente para que se conviertan en donadores. Sumarme a las campañas. ¿Cuántas vidas como la mía se pueden salvar con la donación de órganos?
Muchos piensan: Yo quiero entero a mi esposo, hijo, o quien sea, cuando se muera, se niegan a que les extirpen órganos para trasplantarlos en enfermos que pueden vivir. Pero no se porque esa cultura tenemos, de querer que los enfermos terminales se vayan completos al morir, de todas formas, ¿no te das cuenta si les quitan órganos?.
Eso nos falta a los sonorenses, ser más consientes de que se pueden salvar muchas vidas.
Cuando estaba en recuperación a las semanas de la operación, me informa el doctor que habría todavía que retirarme un catéter que me dejaron en el riñón.
¿!Quee…le dije, como se quita?.
Si, es un catéter que se tiene que retirar por el pene.
Pues ni modo, le dije, adelante. Yo quería que lo retiraran por otro lado… (risas), pero no se podía, tenía que se por el pene. Era un tubito de plástico, pero fue un dolor tremendo el que sentí, pero gracias a Dios fue el último, espero.
Pero que bueno que no hubo otra cortada para retirármelo, porque así ya parezco mapa. Mejor me deberían haber colocado un zipper con todas las operaciones que me han hecho desde antes del trasplante. Tengo cicatrices desde el tobillo hasta la ingle, luego la operación del corazón. Parezco mapa, pero aquí andamos todavía.
Yo le pedí a San Juditas que me tuviera con vida hasta su velación y así se me cumplió. Ahora le estoy pidiendo que me deje hasta navidad y así me la voy a ir pidiéndoles, ojala me lo siga concediendo.

RECUADRO……………….
Sonora repunta en cultura de
donación de órganos: Duarte Tagle
Fernando Gutiérrez R./Dossier Político

Consultado sobre la cultura de donación de órganos en Sonora, el cirujano y subdirector de trasplantes del Hospital General del Estado, Ernesto Duarte Tagle, afirma que “estamos a años luz” de una completa cultura de la donación, sin embargo, afirma que en el estado se camina a pasos agigantados en las políticas públicas y en la conciencia de la ciudadanía par salvar cada vez mas vidas.
Tan es así, afirma, la media nacional en cuanto a la donación es de 4.8 por ciento sobre la población donante y Sonora se ubica un nueve por ciento arriba que la cifra nacional. Ello valió que este año el Hospital General del Estado fuera reconocido a nivel nacional como el más activo en la procuración y ejercicio medico para la donación de órganos.
Las cifras no mienten, pues en el ultimo año se han realizado cien trasplantes en Sonora, otros doscientos receptores están en lista de espera. De estas intervenciones, el 60 por ciento se han realizado a través del Instituto Mexicano del Seguro Social y el 40 por ciento restante a través de la Secretaría de Salud en el Estado, la mayoría en el Hospital General del Estado, según informa el doctor Duarte Tagle.
“El que Sonora se este incrementando el numero de trasplantes se debe a que se ha implementando una política publica en materia de salud por parte del Gobierno del Estado y que desde el poder legislativo se hayan impulsado leyes que amplían la posibilidad de procurar donaciones. También, las campañas que se realizan están teniendo un impacto positivo entre la población, pero indudablemente nos hace falta más conciencia”, afirma el cirujano médico.

http://www.dossierpolitico.com/vernoticias.php?artid=103596&relacion=&tipo=Principal1&categoria=1

No hay comentarios:

Publicar un comentario