Asociación de Trasplantados de Páncreas.

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sábado, 12 de noviembre de 2011

Transplantes de vivos. Cadena de favores

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Transplantes de vivos. Cadena de favores

  • Han dejado de ser una rareza para convertirse en una esperanza. La única forma de salvar la vida de muchos enfermos de hígado y de riñón que esperan día tras día un donante compatible. Gracias a las nuevas técnicas quirúrgicas, todos podemos ser donantes
En abril, el Hospital Virgen de las Nieves de Granada y la Fundación Puigvert de Barcelona realizaron con éxito la primera cadena de trasplantes renales de vivo que incluía la donación de un donante altruista, que dio su riñón a un desconocido. En el procedimiento participaron seis personas, de las cuales tres recibieron un riñón. El proceso lo inició un “buen samaritano” (un religioso de Barcelona), que previamente había ofrecido su órgano. Este se trasplantó a un enfermo en la Fundación Puigvert. A su vez, la esposa del trasplantado donó un riñón, que fue trasladado en avioneta hasta Granada, donde se implantó a un hombre.

El último eslabón de la cadena fue la esposa de este receptor granadino, que cedió a su vez uno de sus riñones. El órgano viajó a Barcelona, ciudad donde se inició la cadena, y se implantó en una mujer que llevaba tres años y medio esperando un riñón de donante cadáver. Una historia fascinante que inicialmente estaba compuesta por cinco eslabones, aunque hubo que dejarla en tres por incompatibilidades.

Otros relatos de los receptores de este tipo de trasplantes van más allá de las cifras y nos hablan de qué significa en realidad este acto de generosidad. Es el caso de José Ramón Rivera, quien en compañía de su mujer, Melba, y su niña, tuvo que abandonar Honduras para salvar la vida de la pequeña. Su país de origen no contaba ni con la infraestructura ni con la capacidad quirúrgica para realizar esta intervención y un sacerdote amigo les aconsejó viajar a España. La familia llegó a Madrid y, tras un estudio preliminar, los médicos determinaron que el hígado de Melba, mujer de José Ramón, era el más adecuado. La intervención se realizó con éxito y ahora la niña crece feliz con parte del hígado de su madre.“La niña está preciosa y va al colegio con los demás niños. Aquí pasa las revisiones y está muy sana”, comenta José Ramón. La familia no puede volver a su país puesto que allí no se puede llevar a cabo el tratamiento y el seguimiento de su niña. Por eso siguen en España. “Es duro, echamos mucho de menos a los nuestros, pero nos compensa al ver crecer a nuestra niña”,explica José Ramón.

Tanto el hito científico, el trasplante en cadena, como el testimonio de la familia Rivera son el reflejo de los avances en la cirugía en este tipo de intervención. Para los pacientes, ha supuesto una nueva esperanza. Así lo afi rma Carlos Sanz, presidente de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados de Hígado (FNETH), quien destaca: “Esta nueva técnica es la única forma de incrementar la tasa de donación. El balance entre los riesgos que entraña y los beneficios que aporta al enfermo es claramente positivo y para todos nosotros se ha abierto una puerta a la vida”.

Pero, ¿por qué están importante incrementar este tipo de intervenciones?Aunque España sigue a la cabeza en trasplantes de órganos, dos hechos invitan a anticiparse a la posibilidad de un receso en las cifras: el aumento de la esperanza de vida (81 años de media) y el descenso de la mortalidad por accidentes de tráfico (principal fuente de donantes hasta ahora). Por ello, las autoridades sanitarias se esfuerzan en buscar alternativas y desde hace años el trasplante de vivos es una de las apuestas más importantes. Se basa en la donación de un órgano de una persona a otra y se calcula que podría incrementar el número de trasplantes en un 20%.

CAMBIO DE PERFIL. Nuestro país, con 32 donantes por millón de personas y cerca de 3.800 trasplantes efectuados en 2010, sigue manteniendo su liderazgo mundial, pese a los cambios en el perfil del donante y el descenso en las donaciones procedentes de accidentes de tráfico. Si hace 10 años predominaba el donante joven, hoy nos encontramos con un donante tipo de edad superior a 60 años, generalmente como consecuencia de un accidente vascular cerebral. Sin embargo, uno de cada 10 trasplantes renales que se llevan a cabo en España procede de un donante vivo, cifra que en Catalunya se dobla. Los programas de donante vivo y el empleo de técnicas mínimamente invasivas han multiplicado por 10 el número de estas intervenciones en los últimos años. El dr. Rafael Matesanz, director de laOrganización Nacional de Trasplantes (ONT), afirma que este auge de donación en vivos “se debe a lo mucho que ha mejorado la técnica” en los últimos años. Para el donante, los riesgos son pequeños, mientras que el enfermo puede contar con un órgano más joven y menos deteriorado que, por ejemplo, el que procede de un fallecido en accidente de tráfico. “Naturalmente, el donante siempre asume un riesgo, como todo aquel que entra en un quirófano. Pero las técnicas cada vez son mejores y esos riesgos, cada vez menores. Nunca hay riesgo cero, pero en este caso podemos decir que se acerca a esa cifra. Y, por otro lado, las ventajas para el paciente son obvias: contará con un órgano de mejor calidad y altamente compatible”,relata el dr. Matesanz.

UNA VIDA NORMAL. El donante vivo cede su órgano o una parte de él, generalmente por lazos sentimentales o de parentesco. Se pueden donar órganos pares (riñón) o partes de órganos (segmento lateral izquierdo del hígado) y algunos tejidos. Por definición, el donante es una persona sana y la legislación permite garantizar su seguridad, dentro de lo razonable. Para determinar su idoneidad, se realiza un preciso estudio previo por parte del equipo médico que incluye una evaluación clínica exhaustiva, un estudio externo de su capacidad psicológica y un control realizado por parte del Comité de Ética del centro hospitalario, asegurando la normalidad de todo el proceso. Una vez firmados todos los protocolos de donación, se procede a la intervención quirúrgica.

Los riesgos para el donante son los mismos que para cualquier paciente cuando se somete a una intervención. Aunque, en su caso, los exámenes previos permiten minimizar cualquier riesgo. A cambio, el paciente que recibirá la donación contará con un órgano que se podría calificar como “de mayor calidad”,seguramente más joven que si procediera de un fallecido y altamente compatible porque estas técnicas disminuyen notablemente la posibilidad de rechazo. Tras la intervención, el donante podrá hacer una vida completamente normal y una cicatriz será el recuerdo visible de su generosidad.
Si el donante cede parte de su hígado, puesto que este es el único órgano del cuerpo humano con capacidad para regenerarse, podrá seguir haciendo una vida normal tras la intervención.

En aquellos que deciden vivir con un riñón menos, con el tiempo las nefronas (unos túbulos minúsculos que filtran el plasma sanguíneo y lo devuelven en estado óptimo) compensarán la carencia de manera individual, aumentando de tamaño (en un proceso denominado hipertrofia) para asumir la carga de trabajo adicional. La única complicación para estas personas es que tienen más probabilidades de desarrollar cantidades anormales de proteína en la orina y tener problemas renales 25 años después de la extirpación, aunque tampoco tiene por qué suceder. La disminución de las funciones renales no suele ser severa y la esperanza de años de vida no se ve afectada.

En general, no son necesarias las dietas especiales para personas con un solo riñón si es un órgano sano. Aunque sí es recomendable que se realicen análisis de orina cada año y controlarse la presión sanguínea regularmente.

NUEVAS TÉCNICAS. España no tiene nada que envidiar a ningún país del mundo en cuanto a técnica quirúrgica y los métodos empleados en este caso se sitúan a la vanguardia mundial. Por ejemplo, el Hospital Clinic de Barcelona ha potenciado una nueva vía de mejora en los programas de donante vivo y confirma la viabilidad de las técnicas quirúrgicas con mínima cicatriz (de 10 y 5 mm) para la extracción de riñón aplicada al trasplante. “Es muy importante seguir potenciando esta técnica, que es 100% española, porque representa la mejor oportunidad para niños, diabéticos o pacientes jóvenes que sufren insuficiencia renal, y que necesitan lo antes posible un riñón de características jóvenes. Con ella se persigue un objetivo estético y, sobre todo, que la escisión sea mínima para el donante, lo que implica, además, menos complicaciones tras la operación”, aclara el dr. Matesanz. Desde que la cirugía abierta convencional diera paso a la cirugía asistida por laparoscopia, que puede requerir hasta cinco incisiones para intervenir, la comunidad científica investiga nuevas formas de entrar en el organismo para explorar estructuras, diagnosticar enfermedades y extirpar órganos. La apuesta es la cirugía mínimamente invasiva. En esta línea, el grupo de científicos del Clínic de Barcelona ya realiza con éxito intervenciones quirúrgicas con mínima cicatriz (de 10 y 5 mm) en las que extráe el riñón para después emplearlo en un trasplante. Este logro se consigue mediante una técnica denominada de extracción transvaginal modificada (a través de la vagina) y transumbilical (a través del ombligo, para los donantes masculinos).

La técnica en mujeres implica dos vías de entrada (vagina y abdomen) y dos cicatrices apenas imperceptibles en el abdomen. En el caso de los hombres, la vía de entrada se restringe al ombligo. ¿Qué le reserva el futuro a este tipo de trasplantes? En primer lugar, el objetivo principal sigue siendo conseguir que las cifras de donantes consoliden su crecimiento, con lo que también se lograrán mejores estadísticas de éxito en el seguimiento de los pacientes trasplantados. Y, en segundo término, los diferentes equipos de investigación continúan buscando nuevas estrategias quirúrgicas de cirugía invasiva. “Hay que concienciar a la sociedad sobre la posibilidad de contar cada vez más con trasplantes de vivos. No es la solución final para que haya órganos para todas las personas que lo necesitan, pero sí que pueden ayudar a elevar el número de donantes y, por consiguiente, el de trasplantes”,concluye el presidente de la federación de trasplantados, Carlos Sanz.





http://www.hoymujer.com/Salud/consulta/Transplantes-vivos-Cadena-favores-654955112011.html.

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