Para poder funcionar bien, el cuerpo humano necesita varios órganos, mismos que
deben cumplir su tarea de forma correcta para que le provean todo lo que
necesita, sin embargo, algunas veces por enfermedades genéticas o adquiridas,
los órganos mueren o dejan de funcionar, y el paciente requiere un trasplante
para poder seguir viviendo.
Cuando una persona es candidata a recibir un
trasplante hay algunos pasos que debe seguir para asegurar que este injerto
(nuevo órgano) va a funcionar dentro de su cuerpo y le permitirá llevar una vida
normal.
El El paciente y el donante
deben someterse a exámenes de compatibilidad, casi siempre son familiares
cercanos si la donación es en vida. Hacer la cirugía
correspondiente para que el órgano empiece a funcionar correctamente. Sin embargo, a pesar de la
compatibilidad, los glóbulos blancos (encargados de defender al cuerpo – sistema
inmune) lo identificaran como un cuerpo extraño. Los anticuerpos reaccionan
ante el injerto como si se tratara de un virus o bacteria y “literalmente se lo
comen, lo dañan para destruirlo”, afirmó en entrevista con SUMEDICO el
investigador Gilberto Castañeda.
Para mantener tranquilos a
los glóbulos blancos, el trasplantólogo debe recetar al paciente un fármaco
llamado inmunosupresores, que pueden ser productos innovadores (de
patente) o genéricos, siempre y cuando cumplan con las normas de
calidad.
Los inmunosupresores ayudarán al paciente a
no rechazar el órgano trasplantado, dijo Castañeda, investigador titular del
Cinvestav, sin
embargo, también advirtió que este tipo de fármacos o drogas deben usarse con
mucho cuidado porque son venos altamente tóxicos para el cuerpo humano y deben
darse en la cantidad que cada paciente necesite, porque no funcionan igual en
todos los organismos.
“Si los damos en grandes cantidades
intoxicamos al cuerpo y corremos el riesgo de dejar totalmente sin defensas al
paciente facilitando el alojamiento de infecciones por virus y
bacterias, pero si lo damos en cantidades muy bajas, los
glóbulos blancos terminarán por matar al nuevo injerto”, concluyó el
especialista.
(*)Dr. Gilberto Castañeda
Hernández
Farmacólogo e investigador titular del
CINVESTAV
gcastane@cinvestav.mx
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