Mary Elizabeth Dallas
MARTES, 17 de junio de 2014 (HealthDay News) -- Las personas que viven en vecindarios donde caminar resulta fácil son menos propensas a tener sobrepeso o ser obesas, y también tienen unas tasas más bajas de diabetes.
Imagen: Portada del Diario Marca |
Los investigadores concluyeron que el ambiente tiene un rol en el nivel de actividad física de las personas, y que se debe tomar en cuenta al desarrollar estrategias para mejorar la salud.
"La forma en que construimos nuestras ciudades es importante en términos de nuestra salud en general", aseguró en un comunicado de prensa de la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association) la investigadora líder, la Dra. Gillian Booth, endocrinóloga y científica investigadora del Hospital St. Michael y del Instituto de Ciencias de la Evaluación Clínica, en Toronto.
"Es una pieza del rompecabezas respecto a la cual podemos hacer algo, potencialmente. Como sociedad, hemos modificado nuestras vidas hasta eliminar la actividad física. Cada oportunidad de caminar, de salir al aire libre, de ir a la tienda de la esquina o de llevar a pie a los niños a la escuela puede tener un gran impacto sobre nuestro riesgo de diabetes y de sobrepeso", añadió Booth.
Los investigadores compararon a los adultos que vivían en las áreas donde caminar resultaba más fácil en el sur de Ontario con los que vivían en las áreas que se consideraban como las que menos facilitaban caminar. Las áreas metropolitanas consideradas como fáciles para caminar tenían más tiendas y servicios locales a una distancia de un paseo y más calles que estaban conectadas.
El estudio reveló que los que vivían en las áreas donde caminar resultaba más fácil tenían una tasa de desarrollo de la diabetes un 13 por ciento más baja en un periodo de 10 años.
En un estudio distinto, los investigadores también ajustaron por el factor de que quizá la gente más sana elija vivir en lugares que permiten caminar más. Ese estudio también mostró que los vecindarios que fomentaban que se caminara más tenían las tasas más bajas de obesidad y diabetes.
En los vecindarios en que más fácil resultaba caminar, los investigadores hallaron que la incidencia de diabetes se redujo en un 7 por ciento en una década. Mientras tanto, hubo un aumento del 6 por ciento en la diabetes en las áreas en que se consideraba que caminar era menos fácil.
El número de personas obesas o con sobrepeso también fue el más bajo en las áreas donde caminar resultaba más fácil, con una tasa de incidencia que se redujo en un 9 por ciento en 10 años. Pero en los vecindarios donde era más difícil caminar, la tasa aumentó en un 13 por ciento en el mismo periodo, según el estudio.
"Cuando se vive en un vecindario diseñado para fomentar que las personas sean más activas, de hecho uno es más propenso a ser más activo", señaló en el comunicado de prensa Marisa Creatore, epidemióloga del Centro de Investigación sobre la Salud en los Barrios Marginados del Hospital de St. Michael, en Toronto.
Los investigadores apuntaron que los efectos protectores de vivir en un área donde caminar resultara más fácil solo se aplicaban a las personas menores de 65 años. Las personas mayores en esas áreas no experimentaban los beneficios de salud.
Booth concluyó que reducir las tasas de obesidad "requerirá cambios en las políticas además de estrategias individuales. Debemos abordar el problema de una forma más basada en la población, dado el ambiente en que vivimos".
Los estudios fueron presentados el martes en la reunión de la Asociación Americana de la Diabetes, en San Francisco. Los datos y las conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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FUENTE: American Diabetes Association, news release, June 17, 2014
Publicado en http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_146878.html
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