Desde el 2009 hasta mayo de 2014, según cifras del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Indot), se han efectuado 2.743 cirugías de reemplazo en el Ecuador.
Uno de los ecuatorianos que se sintió vivo y retomó sus actividades diarias después de una operación fue Alfredo Vargas Ortiz, actualmente de 34 años, quien gracias a la donación de un órgano volvió a jugar con sus niños y ahora sonríe.
Afredo, quien es oriundo del cantón Milagro, provincia del Guayas, rememoró que en 2008 decidió trasladarse al hospital Abel Gilbert Pontón (en el Suburbio de Guayaquil) para que algún médico le explicara por qué sufría de vómito y dificultad respiratoria.
Después de una serie de exámenes, Alfredo descubrió que sus malestares respondían a dos afecciones: hipertensión arterial y Enfermedad Renal Crónica (ERC). Esta última lo mantuvo atado a una máquina de hemodiálisis durante aproximadamente cuatro años.
“Era horrible, ya que siempre salía con náuseas y malestar general. Pero sabía que era ese tratamiento médico o la muerte. No quería alejarme de mis hijos, así que soportaba todo”, expresó Alfredo.
Su esposa, Irene Sibri Criollo, recordó que el dinero no les alcanzaba para cancelar las sesiones de hemodiálisis en la clínica Panamericana. Cada una costaba 120 dólares, por lo que solo se realizaba dos de las tres recomendadas por los médicos.
En esa condición estuvo por aproximadamente un mes, ya que luego el Ministerio de Salud Pública (MSP) cubrió su tratamiento médico y las consultas a las que acudía en el hospital Luis Vernaza.
En el sanatorio de la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG) también lo inscribieron en la Lista de Espera Única Nacional. Pero no fue hasta 11 de junio de 2013 cuando recibió un trasplante de riñón y su vida cambió totalmente.
“No solo retomé mi empleo en el campo, sino que ahora juego sin temor con mis hijos y disfruto a mi esposa. Ella se hizo cargo de mi familia cuando estaba enfermo”, manifestó.
Ayer, a las 10:00, Alfredo acudió en compañía de su esposa al Hospital Luis Vernaza para retirar sus medicamentos y así evitar que su organismo rechace el riñón trasplantado.
La jefa de la Unidad de Trasplantes de Órganos y Tejidos del hospital Luis Vernaza, María Candela Ceballos, enfatizó que estas cirugías cambian radicalmente el estado de los enfermos porque -a través de un donante vivo o cadavérico- sustituyen un órgano afectado por uno sano y pueden continuar con una vida normal.
Sin embargo, recalcó que se vuelven más susceptibles a infecciones virales a causa de los medicamentos inmunosupresores que deben consumir permanentemente. Por ello es importante que eviten el hacinamiento o el contacto con otros enfermos y acudan a sus consultas médicas.
En la Lista de Espera Única Nacional aún se encuentran 319 ecuatorianos inscritos, de los cuales 295 necesitan un riñón, 3 están a la expectativa de un corazón, 20 de un hígado y uno de un donante renopancreático (riñón y páncreas).
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Publicado en http://www.ipv6.ppelverdadero.com.ec/pp-saludable/item/la-donacion-de-organos-salvo-2743-vidas-en-el-ecuador.html?category_id=82
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