- Dramático final en la historia del doble trasplante
- Al muchacho de la Villa del Carril que misteriosamente se le cayó un doble trasplante, le apareció un donante compatible y recibió los órganos. Pero los riñones no le responden y su salud corre peligro.
SÁBADO, 31 DE MAYO DE 2014
La vida le sigue dando señales encontradas a Raúl Barea. Por un lado, tuvo la buena fortuna de que en 18 días le apareciera de nuevo un donante compatible para recibir un doble trasplante, de riñones y de páncreas. Pero, por otro lado, su futuro con los nuevos órganos es aún incierto, ya que su organismo no acepta los riñones.
Raúl pasó cinco días en terapia intensiva del Hospital Privado de Córdoba. El viernes lo trasladaron a una sala común, en la habitación 202 del segundo piso del nosocomio, pero su salud sigue complicada.
La historia de Raúl, un humilde metalúrgico de 38 años, se conoció el 6 mayo de mayo último. Fue cuando le avisaron que le había salido un donante compatible en Mendoza, que se tenía que dializar y viajar para ser trasplantado en Córdoba.
Pero esa noche pasó algo que aún no está claro: desde la empresa ECCO, contratada por el Hospital Privado de Córdoba para trasladar al equipo de médicos y los órganos, llamaron a Incluir Salud Programa Federal (ex PROFE) pidiendo “una autorización inexistente”, según las autoridades sanjuaninas de ese programa nacional de salud que administra la provincia.
Como no atendió nadie el teléfono, el doble trasplante para Barea se cayó, al igual que las esperanzas del muchacho de mejorar su calidad de vida: se dializa desde hace tres años y medio y es diabético desde los 19.
Las explicaciones fueron confusas y aún no están claras de por qué se cayó ese doble trasplante. Una fuerte versión indicaba que, tal vez, fue porque priorizaron a un paciente con pre paga, una obra social más rentable y de mayor incidencia.
De todas maneras, 18 días después de que Raúl se perdiera esa posibilidad, le apareció otro donante compatible. Eso es algo poco común, ya que hay pacientes que se dializan y llevan años en espera de un donante compatible.
Eso fue el sábado último, en horas del mediodía. Raúl viajó a Córdoba y en las primeras horas de la madrugada del domingo ya lo estaban operando. Hasta ese momento todo iba sobre rieles. Pero luego se complicó: debió quedar en terapia intensiva porque su organismo no aceptaba los nuevos riñones.
“Los médicos tienen esperanzas de que eso cambie. Ahora lo están dializando para ver si los riñones responden. Dicen los médicos que eso suele pasar durante un tiempo”, comentó Sebastián Atienza Parra (28), un amigo de la infancia que lo acompañó.
Textual
“Los médicos tienen esperanzas de que eso cambie. Ahora lo están dializando para ver si los riñones responden”.
Sebastián, amigo de Barea.
Cifra
19
Son los años que Raúl Barea lleva padeciendo la diabetes.
18
Son los días que pasaron entre el trasplante que se perdió y el que le hicieron ahora.
El acompañante necesita ayuda
Sebastián Atienza Parra (28) es un amigo de la infancia de Raúl Barea, el doble trasplantado. Sebastián está en Córdoba con el dinero que él puso de su bolsillo y con unos 2.000 pesos que Raúl había juntado.
Informó Sebastián Atienza que Incluir Salud Programa Federal no le habían enviado dinero para sus gastos: “Me dijeron que el lunes -2 de junio- me podían llegar a mandar una ayuda, pero que no era obligación de ellos porque no son una obra social”.
Sebastián contó que “desde el domingo -25 de mayo- estoy parando en una pensión y como en los kioscos que están frente al Hospital Privado de Córdoba. Pero ya se me acabó el dinero y lo único que me han dicho es que me van a mandar un cheque desde el PROFE, pero no me llegó nada. No sé qué voy hacer”, contó vía telefónica.
Sebastián y Raúl tenían previsto estar sólo algunos días en Córdoba. Pero como la salud de Raúl Barea se complicó, el dinero que habían logrado juntar para la estadía ya se les terminó y no saben cómo harán para seguir en aquella provincia hasta que la salud de Barea mejore.
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