Asociación de Trasplantados de Páncreas.

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viernes, 14 de octubre de 2011

Donar es donar. Vender es vender.

Os dejo aquí esta entrada, porque me ha parecido muy interesante. Y copio también los comentarios que invitan a una reflexión necesaria sobre este tema.

Que nunca tengamos que necesitar de un órgano para vivir, y que nunca tengamos que prescindir de un órgano para sobrevivir.

Suerte.

Beatriz González Villegas.

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SALUD CON  COSAS.

jueves 13 de octubre de 2011

¡Y un riñón! Sobre la donación de órganos


Hace unos meses, un titular nos llamó la atención, por su tono friki, cómico y casi espeluznante. Al parecer, un joven chino de 17 años aceptaba vender su riñón a cambio de 3400 dolares con el único objetivo de comprarse un iPad 2. Esta noticia volvía a sacar del olvido el tema de los incentivos para fomentar la donación de órganos, algo que todavía motiva interesantes debates con la ética como telón de fondo.

La OMS (y la inmensa mayoría de los países) lo tiene muy claro, y así en los principios rectores sobre trasplantes de celulas, tejidos y órganos humanos de 2010, aparece el siguiente:
"Las células, tejidos y órganos deberán ser objeto de donación a título exclusivamente gratuito, sin ningún pago monetario u otra recompensa de valor monetario. Deberá prohibirse la compra, o la oferta de compra, de células, tejidos u órganos para fines de trasplante, así como su venta por personas vivas o por los allegados de personas fallecidas.
La prohibición de vender o comprar células, tejidos y órganos no impide reembolsar los gastos razonables y verificables en que pudiera incurrir el donante, tales como la pérdida de ingresos o el pago de los costos de obtención, procesamiento, conservación y suministro de células, tejidos u órganos para trasplante"

Filipinas o Irán son países en los que hablar de contraprestación económica a cambio de un riñón es algo habitual (este informe de 2007 da algunas pinceladas a la situación de la compraventa de órganos). El caso de Irán, que se muestra en este artículo del BMJ, es llamativo ya que han eliminado las listas de espera para trasplantes renales. ¿Y que consigue el donante iraní? 900 euros por parte del gobierno, un año de seguro de salud gratis y alguna contraprestación (voluntaria) por parte del receptor.

Lógicamente, atendiendo exclusivamente a las leyes del mercado, la contraprestación económica actúa de forma inexorable e incrementa el número de donantes. En Estados Unidos se ha discutido el tema de los incentivos éticos, tales como medallas, pago de gastos de entierro si la donación se produce tras la muerte del donante (como en España o en Reino Unido donde el debate está ahora en los medios), trasplantes cruzados, prioridad para futuros trasplantes, etc. De hecho, la actual sociedad ve con malos ojos la venta de órganos ya que atenta directamente contra los principios básicos de la convivencia humana, pero ¿qué ocurre cuando el donante es una persona sin ingresos, que necesita el dinero para vivir?

En países como Irán, el mercado de órganos es controlado y cuenta con la supervisión del Gobierno, ¿pero aún así es ético? Un reciente estudio publicado en Journal of Medical Ethics preguntaba a 178 personas si venderían un riñón en un mercado controlado de venta de órganos, y los resultados fueron muy curiosos. Así, un 18% de los participantes apoyaban este tipo de mercados. Un 27% aceptarían vender su riñón en el mercado. Pero, ¿que implicaría esta medida? ¿está la sociedad preparada para este tipo de "negocio"? Como era de esperar, el mayor porcentaje de venta se realizaba en casos de dificultad económica del donante. 

Un artículo de JAMA sobre las consecuencias de la venta de riñones en India, muestra datos llamativos. Además de las razones que se muestran en la tabla, la mayoría de los donantes no mejoraron su situación económica ya que el dinero obtenido únicamente sirvió para "tapar agujeros" y no hubo mejora a largo plazo. Además, a esto hay que unir que el 86% de los donantes sufrió un empeoramiento de su estado de salud tras la intervención.


¿Estaríamos dispuestos a donar un órgano a cambio de dinero? ¿Y donde queda la integridad física del ser humano? ¿O es que en situaciones difíciles la ética queda relegada a un segundo plano? Como resumen de todo esto, os dejamos esta reciente reseña en The Lancet que además es la que ha motivado nuestra entrada.
 

http://saludconcosas.blogspot.com/2011/10/y-un-rinon-sobre-la-donacion-de-organos.html

17 comentarios:

Juana dijo...
Prefiero morirme a comprar un riñón o cualquier otro órgano, preferiría que mi hija o mi marido murieran, pero jamás compraría un órgano, me parece éticamente inaceptable.
Pero cada uno que piense y haga lo que le parezca.

miguel dijo...
El enfoque es más bien el de vender un riñón ante una necesidad perentoria de dinero, por ejemplo... Gracias por tu opinión Juana :)
Juana dijo...
Tampoco vendería ningún órgano. En mi familia, si se dan las circunstancias, la donación sin problemas.
El negocio de la venta de órganos no me gusta nada de nada, pero .... insisto, cada uno que haga lo que le parezca.

Ruth dijo...
Poner en peligro tu vida solo por obtener una cantidad de dinero no tiene mucho sentido.. Yo no concibo la idea de donación-trasplantes de órganos con dinero de por medio , nunca me ha gustado la idea y después de haber trabajado en trasplante renal menos..Para mi opinión todo lo que se haga en este ámbito debe ser de un modo altruista sino carece de sentido..
Cartier dijo...
El único caso en el que esto podría tener sentido es en el de alguien tan tan pobre que si no vendiese su riñón, se moriría. Parece claro que en ese caso todos (o muchos) diríamos (como se dice en ese estudio) que sí.
El problema es que es una pregunta trampa. Nadie debería encontrarse en una situación como esa.

No me parece mal lo de ciertas recompensas (como que te paguen el entierro o similar), pero siempre en esa línea.

Pilar López dijo...
Es un debate realmente interesante, pero recordemos lo básico:

- Donar: Ceder voluntariamente su sangre, algún órgano, etc., con destino a personas que lo necesitan.

- Vender: Traspasar a alguien por el precio convenido la propiedad de lo que uno posee.

Donar un órgano a cambio de dinero no es donar, es vender.

En las circunstancias personales (por necesidad o ¿¡por capricho!?) de cada uno no me meto, que cada cual con su cuerpo haga lo que quiera y lo que su ética le permita, pero llamemos a las por su nombre.

Una entrada muy interesante. Enhorabuena.

Alejandro dijo...
Yo tampoco vendería un órgano, en todo caso una vez muerto, donación de órganos, entonces si lo vería aceptable pero con dinero de por medio y todo eso .. mal rollo !

http://saludio.blogspot.com/

Lola Montalvo dijo...
No voy a comentar como enfermera... voy a comentar como usuaria/enferma/familiar.
En mi entorno más cercano, cercanísimo, estamos esperando un trasplante con ilusión desde hace 7 años. esperamos un trasplante de un donante altruista. Estamos en una lista de espera honesta, que da un orden lógico y justo, que prima a quien está más grave y que da iguales oportunidades a todos.
Jamás pagaría para obtener un injerto válido, jamás. Creo que cuando hay dinero de por medio se hace injusta y económicamente la capacidad de recibir y pone en serio peligro la posibilidad de donar, sobre todo de los desquiciados, que venderían lo que fuera por obtener dinero. Sólo los poderosos o adinerados tendrían esta oportunidad... sólo ellos. Lo pienso y me entran gana de llorar.
Yo leí hace tiempo la noticia de este tipo gilipollas -se me va a disculpar el palabro, pero en este caso no encuentro sinónimo- que quería vender un riñón para comprarse un iPad... se me llenaron los ojos de lágrimas, os lo juro. Alguien tendría que darle un paseíto a ese niñato por los centros de diálisis, sobre todo en los que hay niños, para que este tipo no ofrezca algo tan valioso por un capricho banal y estúpido.
Y nada más.
Se me disculpe lo mucho que me he enrollado y la falta absoluta de objetividad.
Besos miles.

miguel dijo...
Lola, gracias por tu comentario. El enfoque de la entrada es más bien el contrario: no pagar por un organo, sino cobrar por donar. Es decir, si el estado pagara 1000 euros a cada donante, ¿habria más donaciones? ¿tiene el altruismo un limite?

Gracias por contar tu experiencia

Esther dijo...
Yo podría decirte que jamás vendería un órgano...pero como reza el dicho no se puede decir de este agua no beberé. El ser humano se comporta de manera insospechada en situaciones límite. Creo que sí puedo afirmar con rotundidad que no lo vendería para poder darme un capricho.

Sobre la otra cuestión que se ha generado sin querer, la de si compraría un órgano... Haz un post :-)

Buena entrada y comentarios. Saludos

Pilar López dijo...
Como era de esperar la entrada está dando que hablar.

Sin ánimo de ser repetitiva y viendo que se busca respuesta a una pregunta me voy a limitar a contestarla, creo que en mi anterior comentario me fui por los "cerros de Úbeda" y no contesté a lo que buscabas, aunque me reafirmo en lo escrito.

No vendería un órgano nunca (creo y espero). Correría el riesgo de tener que gastar el dinero ganado en medicación. Y para toda la vida.

Y que el estado pague por "donar/vender" no lo veo. Pero sí creo que aumentaría el número de donaciones, aunque eso en global y con el tiempo supondría más gastos que beneficios (en donantes vivos)

Volveré a pasar por aquí para ver que sigue contando la gente. Insisto, es un tema interesantísimo y los comentarios también.

Berni dijo...
Me parece absolutamente inadmisible el cobro, de cualquier manera que se realice, por la donación de un órgano. Donar debe ser un acto completamente altruista, y estoy en contra de cualquier compensación económica que se plantee por ello. Ni siquera me parece que el pago de los servicios funerarios esté justificado, porque bajo una supuesta "compensación" a los posibles perjuicios que cause el hecho de la donación ( se me ocurre, el retraso de la entrega del cadáver a la familia, que suponga para esta algún trastorno...), pueden aparecer situaciones de "provecho", que surjan donaciones "a cambio de", y que se fomente, en cierto modo, un "negocio" a costa de los fallecidos y al margen de su verdadero deseo de donación...
Entraíamos en un "mercadeo" intolerable, donde las necesidades económicas de los donantes y sus familias no deben ser jamás el motor de una cesión tan vital.
Esa es al menos mi opinión...
Gracias.
Salu2!

MsConcu dijo...
Me sumo a lo que ya te han dicho muchos, ¡enhorabuena por la entrada y los comentarios!

Yo también soy de la opinión de que si uno es donante lo es sin dinero de por medio, lo de "premiar" a los donantes como hacen en Irán no acabo de verlo del todo ético, a lo sumo, como también ha dicho Carty, que te recompensen como puede ser pagándote el entierro. Pero pagarte x dinero y todo lo demás... en fin, no sé, no me convence.

Entiendo que cuando uno no tiene nada, está agobiado y hace lo que sea por dinero, pero si uno pone un premio como el de Irán, realmente lo que está haciendo es poner un precio al órgano en cuestión y eso no creo que esté bien. Los donantes irán pensando en el dinero que ganarán, las ventajas que tendrán gracias a ese dinero y, si es por la necesidad, ni siquiera pensarán en todos los problemas, efectos secundarios... que pueden tener a consecuencia de esa donación.

Como dices en el artículo mencionando la venta de riñones en India no sólo no mejoraron su situación económica sino que "el 86% de los donantes sufrió un empeoramiento de su estado de salud tras la intervención".

Donar es algo serio, que ha de ser meditado y hacerse asumiendo todas las consecuencias que puede tener, con los pros y contras que eso supone y no cegado por un premio.

Yo, qué quieres que te diga, lo veo en cierto modo como un "soborno" por parte de esos gobiernos a los más necesitados que harían cualquier cosa por dinero. Porque donar es algo bonito, altruista, que se hace con el corazón (no sé si me explico) y en sitios como Irán creo que eso pierde todo su significado.

¡¿Cobrar por donar?! Si eso no tuviera consecuencias en la salud del donante, quizás podría pensar en ese concepto, pero, por bien que salga todo, alguna que otra tiene así que para mí es algo impensable. Eso sí, cada uno es libre de hacer lo que quiera.

Un abrazo y enhorabuena de nuevo.

Lola Montalvo dijo...
Bueno, me parece realmente fascinante el tema y ¿sabes? creo que las extracciones de órganos en otros países, como se hace con condiciones que podrían ser dudosas, uno se jugaría la vida. Creo que si me hiciera falta dinero, por ejemplo, para dar de comer a mis hijos... antes de donar un órgano y morir, antes, me prostituyo. Con el corazón en la mano te lo digo.
Aceptar, de todos modos, la venta de órganos para ser donados es la forma más rastrera de comercio con humanos, la forma más vil de esclavitud.
Besos miles

Mercedes dijo...
yo tampoco lo veo tan drástico como para preferir dejar morir, un poco depende de las circumstancias y necesidades de cada uno, aunque asi de bote pronto yo no daría ninguno de mis organos a cambio de dinero :\

Saludos!

La chica de arenisca dijo...
Creo que a la hora de recibir un beneficio económico a cambio existe una gran diferencia entre un donante vivo y una donante muerto.
Que te paguen X€ por dar un riñón me parece una situación verdaderamente complicada de abordar y de legislar, pero son muchas las personas que fallecen y cuyos familiares se niegan a donar sus órganos. En tal caso me parecería un buen incentivo costear el entierro, o repatriación (en el caso de ser extranjeros), ya que no estamos dando dinero a los familiares, sino un "último regalo" al donante en cuestión a cambio de sus órganos. Si esto pudiera llevarse a cabo me parecería correcto, el problema creo que surge en que las personas que suelen negarse a la donación de sus familiares fallecidos suelen dar motivos religiosos/éticos/morales y no se si se dejarían "comprar" por un bonito entierro.

In vivo, no aceptaría dinero a cambio de donar un órgano, pero hoy en día tampoco me he visto en situación de no tener que comer o tener que dormir en la calle, asi que no creo que pueda contestar sinceramente a esa cuestión.

Sin duda un tema interesante y de amplio debate.
Una gran entrada!

joserracuevas dijo...
Gracias Miguel Angel!

Muy buen post, sobre todo por el debate que puede llegar a suscitar.

Una donación o mejor dicho, una intervención de trasplante de órganos es algo muy complejo, muy costoso y que muchas veces es difícil determinar, los donantes y los receptores. Así la ponderación de los candidatos receptores es tan compleja como la de los donantes.

En la India y China hay un mercado de órganos, sus sociedades no ven reparos de tipo moral o ético, en donde se acogen a las reglas mas elementales de oferta y demanda.

Desde un punto de vista ético y desde los principios rectores de la bioética (Principio de autonomía, de beneficencia, de no maleficencia, y de justicia) sería complejo el abordar este asunto; pero a todas luces se quebrantarían los enunciados definidos por Beauchamp y Childress.

Por poner un ejemplo, el Principio de no maleficencia es quebrantado, como demuestra ese 86% de "donantes" con problemas tras la intervención. Esas personas, intuitivamente, serán de muy pocos recursos económicos y de escaso nivel educativo. ¿ Seguirían su venta de órgano si supieran que tienen un 86% de posibilidades de que tengan problemas a posterior del trasplante?, ¿Informan, los médicos, de esa cifra a los vendedores de órganos?, ¿El perfil del receptor esta en relación a su capacidad financiera y de asumir los gastos generados o a la indicación terapéutica de un trasplante?

Supongo, que si hay muchos potenciales vendedores de órganos, estos estarían a precios bajos. Una forma de conseguir esos precios bajos es silenciando determinadas informaciones a los vendedores.

2 comentarios:

  1. Para hablar de si se compra un riñón o no hay que padeser lo que padesemos los familiares de estos enfermos. Estoy muy cansada de los que se escandalisan sin saber lo que nosotros sufrimos.

    Ruth Evelin.

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  2. Ruth, imagino que para opinar así lo estás pasando muy mal. Si aceptamos que la compra de un riñón es algo aceptable éticamente, lo siguiente, ¿qué será?

    Cómo debe sentirse alguien capaz de perder un riñón a cambio de mejorar su situación económica? No.

    Distinto es hacerlo porque uno quiere hacerlo. Se aceptan los samaritanos que donan riñones, porque lo hacen libremente, por "solidaridad". Pero, en qué se diferencia el "buen samaritano" de quien lo que quiere es lograr algo exclusivamente material como es un iPad? Porque, tal vez haya samaritanos que lo hacen porque quieren otra cosa, además de mejorarle la vida a alguien.

    Yo no soy juez, pero de la misma manera que hacen pasar a cada donante normal (esos que regalan un órgano a un miembro de su familia a a un amigo por amor) por un tribunas psiquiátrico deberían hacerlo con esos del iPad. Y que juzguen si lo hacen libremente, o sólo por ser gilipollas.

    Beatriz González.

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