Quién
sabe si el día de mañana, además de la receta de los antibióticos,
volantes para diversas pruebas o una cita con el especialista, uno
acabará saliendo del ambulatorio con una aplicación de móvil que le
acaba de recomendar su médico como parte de su tratamiento. Puestos a
hacer futuribles, imagínense a un farmacéutico recomendando a un
diabético una descarga para su tableta o al traumatólogo de urgencias
recibiendo directamente en su 'smartphone' la radiografía del último
paciente que ha ingresado con el brazo roto.
FUENTE | ABC Periódico Electrónico S.A.19/11/2012
Aunque para llegar a este hipotético escenario aún queda un generoso trecho de camino, el mobile health es ya una realidad consolidada. En Estados Unidos, seis de cada diez facultativos reconocen haber incorporado a su rutina laboral estos dispositivos. Y a día de hoy existen cerca de 40.000 apps relacionadas con la salud en todo el mundo, de las que alrededor de una cuarta parte están disponibles en España para iOS y Android, y en menor medida, para Blackberry o Windows Phone.
Cerca de un 30% de las creaciones están concebidas para un uso profesional. Divulgación, nutrición, emergencias o teleasistencia son algunos de los fines para los que ya se utilizan. De momento, son aquellas relacionadas con la forma física y el entrenamiento personal las que se mantienen en lo alto de las clasificaciones de descargas e ingresos. Sin embargo, entre estas se cuelan aplicaciones como Cardiograph, que permite solo con la yema del dedo y la cámara del teléfono calcular la frecuencia cardiaca de una persona, hacer comparativas, guardar resultados y compartirlos. Calculadoras de glucosa, diarios y gráficos para dietas o guías para madres y padres primerizos son algunas de las novedades que se pueden encontrar en la App Store y la tienda Google Play.
Uno de los campos donde se está intentando implementar esta tecnología es el de la psicología clínica. Aprovechando la tecnología de geolocalización se podrían monitorizar cambios de conducta o de hábitos entre enfermos crónicos y detectar, por ejemplo, una depresión. Ese es el innovador proyecto que pusieron en práctica en la Universidad de Cinccinati, un servicio al que ahora tratan de dar forma de programa informático.
No son pocos los emprendedores españoles que se han atrevido y muchos de ellos lo han hecho con un éxito notable. Es el caso de iDoctus, creada por Ángel Díaz Alegre y Luis del Cañizo, una aplicación que recoge las 580 patologías más frecuentes y los 16.000 medicamentos comercializados en España con el objetivo de ayudar en el día a día de los centros sanitarios y evitar ingresos innecesarios. Según datos de su página web, basados en estudios del Ministerio de Sanidad, entre el 4,7% y 11% de los ingresos que se producen cada año están derivados del tratamiento prescrito.
Facilitar la relación entre el médico y el paciente es una de sus ventajas. Es el caso de Carestream, antigua filial del grupo Kodak, que lanzará MyVue. una plataforma que permitirá gestionar y acceder a imágenes radiológicas desde una tableta, un móvil o un ordenador. Por ejemplo, a la hora de pedir una segunda opinión, el usuario podrá compartir los estudios clínicos con quien prefiera configurando diferentes grados de acceso.
MÁS CREACIONES ESPAÑOLAS Medcitas, un desarrollo de la empresa cántabra Netboss eHealth, es otro ejemplo de estos beneficios. El programa, que ya es compatible con el recién estrenado Windows 8, ofrece a los profesionales con consulta privada un sistema de gestión de cita previa y su objetivo más inmediato es permitir a los usuarios consultar desde su teléfono en tiempo real la disponibilidad, por ejemplo, de un dentista o un fisioterapeuta y reservar la hora que prefiera.
La aportación nacional a este campo no para aquí. Jordi Serrano lanzó Universal Doctor, una recopilación de protocolos de diagnóstico en varios idiomas para que si alguien se ve en la tesitura de tener que acudir a un centro médico en el extranjero pueda comunicarse sin necesidad del idioma. Para el cuidado de los más pequeños, iPediatrics, creada por tres pediatras catalanes, ayuda a reconocer el tipo de síntomas que sufre el bebé y alerta en el caso de que la temperatura del menor sea como para salir corriendo a urgencias. De una forma similar, Fiebre niños plus sirve para delimitar y controlar el tratamiento, así como las dosis que se deben administrar. En el campo educativo, el pasado viernes se dió a conocer en Granada se trata de la aplicación Tamy, presentada que tiene como objetivo traducir a juegos y un lenguaje infantil las aplicaciones terapéuticas y sanitarias de las células madre.
Ante el crecimiento de la oferta ya son varias las voces que piden que estos productos pasen un control de calidad al igual que se hacen con otros elementos sanitarios. Países como Reino Unido y Estados Unidos preparan un marco legal para evitar que la información que recojan esta aplicaciones sea fiable.
Autor: Michael Mcloughlin
http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=54896
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