Hoy he hablado con el Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, para preguntarles si podía usar un medicamento que se me quedó unas horas dentro del coche, y ya que estábamos también les planteé la posibilidad de usar el prograf dentro del pastillero semanal, porque muchos de nosotros, para asegurarnos que no nos dejamos ni una pastilla sin tomar, los usamos.
Pues la respuesta es que no. Que el prograf, o los tacrólimus, hay que tomarlos nada más sacarlos de su blister de plástico.
El prograf viene muy bien envasado, dentro de una bolsa de aluminio, con un desecante para evitar la humedad. Y dentro de esa envoltura de aluminio vienen los blister con sus cápsulitas dentro. Ahora que no hay pastillero que se precie donde quepan los blister de 10 unidades de prograf habrá que buscar alternativas para asegurarse, de todas todas, que no se nos olvida nada.
La pregunta que siempre me hago es: ¿por qué nadie nos dijo nada?
Está claro, hoy por hoy no sólo vale ser enfermo, también hay que estudiarse todos y cada uno de los prospectos de los medicamentos. Luego, que nadie nos diga que mejor no los leamos, porque cuando vamos a "efectos secundarios" o "contraindicaciones" nos entra miedo. Como decía mi profesor Julio M. de la Rosa: ¿Miedo?, no; respeto. Y sobre todo información.
Beatriz González Villegas.
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