Noticias: Una enfermedad al alza.

el rincón del paciente
Una enfermedad al alza
ASOCIACION DE DIABETICOS DE LA CAMPIÑA SUR DE CORDOBA.

M.J. RAYA 11/05/2013


La Asociación de Diabéticos del Sur de Córdoba (Adisurc) nació hace 22 años por iniciativa del pediatra Diego de la Cruz y la enfermera educadora Gertrudis Roldán, que estaban entonces a cargo de la Unidad de Pediatría Infantil de Diabetes del hospital Infanta Margarita de Cabra. Su sede estuvo primero en Cabra y en 1996 se trasladó definitivamente a Puente Genil, acogiendo a pacientes de varios municipios. "La asociación nació para cubrir las carencias y necesidades asistenciales existentes en aquellos momentos. Nuestros estatutos recogen que debemos proporcionar la necesaria información diabetológica a los enfermos; asesorarles sobre los problemas de índole laboral y social que acarrea la enfermedad; proteger a los niños diabéticos en su etapa educativa y formativa; participar en reuniones científicas; procurar un adecuado tratamiento médico de los afectados, colaborar con las administraciones, entre otros objetivos", apunta el presidente de Adisurc, Angel Rey.



Angel Rey es una persona muy comprometida con la atención a los pacientes diabéticos y a los enfermos en general. Su hijo es diabético y él lleva jubilado desde 1999 por motivos de enfermedad, ya que padece esclerosis múltiple. "La labor en Adisurc me sirve de motivación para seguir viviendo", resalta Rey. Adisurc presta servicios complementarios a los que ofrece la sanidad pública, de forma presencial y telefónica, tales como educación diabetológica, apoyo psicológico y anímico, "que entendemos fundamentales para el tratamiento de la diabetes y que no están suficientemente cubiertos por el elevado número de personas diabéticas que hay", indica el presidente de este colectivo. Por otro lado, también existe la opción de consultas individuales prestadas por el médico, la psicóloga y la formadora, que atienden de forma voluntaria.



Por otro lado, Adisurc lleva a cabo una serie de actividades formativas y lúdicas, como son los campamentos de verano para niños diabéticos; jornadas de convivencia, asistenciales y educativas; conferencias (como la correspondiente al Día Mundial de la Diabetes); talleres prácticos (por ejemplo de cocina para diabéticos y familiares o de cuidados básicos del pie diabético, realizado gracias a un convenio con la Facultad de Podología de la Universidad de Sevilla), así como la publicación anual de la revista El sacarino .

Adisurc está integrada en la actualidad por unos 200 socios, una cifra que llegó a ser de 400, pero que ha disminuido por la crisis. "Nuestra cuota anual es de 36 euros y con servicios, de 60 euros. Debido precisamente a la coyuntura económica, ya no contamos, como les ha pasado a otros colectivos sociales, con el apoyo económico de distintas instituciones. Por este motivo, nos hemos visto obligados a reducir servicios. En estos momentos, contamos solo con las cuotas de los socios y las aportaciones de los afiliados para el desarrollo de actividades. Esperamos recibir este año alguna ayuda de la Junta de Andalucía o de la Diputación", reivindica Angel Rey.

Esta asociación demanda desde hace años a la Consejería de Salud de la Junta que "habilite servicios de endocrinología y hospitales de día para diabéticos en los hospitales comarcales de la provincia", no solo en el Reina Sofía. Por otra parte, en el ámbito escolar, "venimos reclamando que existan en los colegios monitores o enfermeros con contratos en prácticas para atender correctamente, sobre todo en Infantil y Primaria, a los niños diabéticos que requieren cuidados especiales y que aún dependen mucho de sus padres por la edad. Los profesores no están obligados a asistir a un alumno diabético, pero alguien tiene que atenderlos y a los padres se les impide entrar a veces a los colegios a determinadas horas o no pueden desplazarse por motivos de trabajo", añade el presidente de este colectivo. Otro misión fundamental que Adisurc cree que podría asumir es prestar educación diabetológica a los diabéticos tipo 2, el colectivo más numeroso. "Esta educación correría a cargo de licenciados sin trabajo a los que la Administración les puede hacer contratos en prácticas para coger experiencia, paliando de este modo el paro tan importante que hay entre los jóvenes, atendiendo a su vez mejor a los pacientes diabéticos y mejorando la prevención, con el objetivo de evitar las temidas complicaciones de la diabetes (retinopatías, nefropatías, neuropatías, entre otras), que tanto coste suponen para la sanidad pública", destaca Rey.

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