¿Me oyes bien? La diabetes puede perjudicar tu audición
por Doctora Aliza • 14 de junio de 2013
Uno de los efectos menos conocidos de la diabetes es la pérdida progresiva de la audición. Para protegerla, es conveniente hacerse un examen periódico de la capacidad auditiva, pero de los 285 millones de diabéticos en el mundo pocos lo saben. Entérate de los detalles.
De acuerdo a un estudio de los National Institutes of Health (NIH), los pacientes con diabetes tienen el doble de probabilidades de tener problemas de la audición que las personas que no son diabéticas. En general, más del 40% de los diabéticos que se analizaron en el estudio experimentaban algún grado de pérdida de la audición.
El objetivo de los investigadores era averiguar si las personas con diabetes tenían más problemas auditivos que las demás.
El estudio, publicado en línea el 17 de junio del 2008 en Annals of Internal Medicine, incluyó los datos de pruebas de audición, administrados de 1999 a 2004 a los participantes en el National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES). Algunos de los participantes tenían diabetes y otros no.
Estas pruebas medían la capacidad de los participantes para escuchar sonidos bajos, moderados y de alta frecuencia con ambos oídos. Además de las pruebas de audición, los investigadores buscaron información sobre la salud general de los pacientes, no sólo referente a la diabetes, sino acerca de cualquier otro problema que pudiera afectar el oído.
La relación entre la diabetes y la pérdida de la audición era evidente en todas las frecuencias, con una relación más fuerte en la escala de alta frecuencia. La mayor incidencia de la pérdida de la audición en los diabéticos no parecía estar relacionada con otras causas comunes del problema, como edad avanzada, herencia o ruidos.
El estudio tuvo, sin embargo, algunas limitaciones. Por ejemplo, la investigación se basó en la información que dieron los mismos participantes sobre si tenían o no diabetes. Tampoco se identificó el tipo de diabetes (diabetes tipo 1 o diabetes tipo 2) que tenían los que eran diabéticos.
Otro estudio llevado a cabo en Japón, dirigido por Chika Horikawa, en Niigata University Faculty of Medicine, y publicado en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism arrojó resultados similares. Además los investigadores hallaron que los diabéticos jóvenes tenían un riesgo más alto que los adultos mayores, aunque no pudieron explicar la razón.
Este estudio recopiló información de 13 estudios anteriores para examinar la relación entre la diabetes y la pérdida de la audición, publicados entre 1977 y 2011. En total, se investigaron 7,377 diabéticos y 12,817 personas sin la enfermedad. El resultado: los diabéticos tenían 2.15 mayores probabilidades de perder la audición que las personas que no la padecían. En cuanto a las edades, los participantes de menos de 60 años tuvieron 2.61 mayores probabilidades de perder la audición. El riesgo que presentaban los participantes de más de 60 años era sólo 1.58 más alto.
¿Por qué la diabetes perjudica la audición?
La elevación en los niveles de glucosa que ocurren en la diabetes cuando no se trata o no se controla con el paso del tiempo, pueden dañar los nervios y los vasos sanguíneos del cuerpo, lo que causa, por ejemplo, los problemas de la vista, los nervios y los riñones. Estas son complicaciones que se conocen de la diabetes. Como la audición depende de los nervios y de los vasos sanguíneos pequeños que se encuentran en el oído interno, los niveles de glucosa en la sangre elevados pueden dañarlos, disminuyendo así la capacidad de oír.
Los síntomas que debes tener en cuenta
La pérdida de audición ocurre poco a poco, y es posible que la persona que la experimenta no se dé cuenta. A menudo, los familiares y los amigos la notan antes. Es importante, por lo tanto, que conozcas algunos síntomas para tomar medidas a tiempo, padezcas o no de diabetes. Hazte las siguientes preguntas:
- ¿Les pides con frecuencia a otras personas que repitan lo que dicen?
- ¿Tienes problemas siguiendo una conversación en la que participan más de dos personas?
- ¿Te parece a menudo que los que hablan contigo están murmurando?
- ¿Se te dificulta oír las voces de las mujeres o de los niños pequeños?
- ¿Para escuchar la radio o la televisión tienes que subir tanto el volumen que les molesta a los demás?
Si tus respuestas son afirmativas, consulta a un médico especializado en problemas de audición (otorrinolaringólogo), sobre todo si tienes diabetes. Tal vez se trate de un asunto menor, como un tapón de cera en el oído, que se soluciona fácilmente. Pero si es un problema más serio, el especialista puede determinar la causa y ayudarte a mejorar tu audición.
¿Qué más puedes hacer?
Lo ideal es prevenir la pérdida de audición y la primera medida es mantener tus niveles de la prueba de hemoglobina A1c por debajo del 7%. Si ya has comenzado a tener problemas para escuchar bien, mantener bajo control los niveles de la A1c también te ayudará a retrasar el proceso.
Pero además debes proteger tus oídos del ruido, que a veces ocurre sin que nos demos cuenta. Los expertos opinan que el máximo de volumen sostenido que podemos tolerar es de unos 85 decibeles que es el punto en que una persona necesita gritar para que la escuchen por encima de un ruido de fondo (por ejemplo, una radio encendida o el sonido de la aspiradora). No es saludable permanecer en ese nivel (en cualquier entorno ruidoso, como por ejemplo las personas que trabajan con maquinarias que hacen ruido) sin protección por más de 4 a 8 horas. Por cada 3 a 5 decibeles por encima de los 85, hay que reducir el tiempo de exposición a la mitad. Pongamos por ejemplo un concierto musical en el que el nivel del ruido como promedio es de 101 a 110 decibeles. No te convendría permanecer en el auditorio por más de una hora y media. Incluso si no vas a conciertos con frecuencia, igual pueden perjudicarte los ruidos intensos como el de la cortadora mecánica de grama (que alcanza unos 95 decibeles), o el de los sopletes de hojas o de nieve. ¿Tienes que trabajar con alguna herramienta ruidosa? Usa tapones para los oídos (earplugs), o toma descansos frecuentes mientras los usas.
Los oídos de los diabéticos, como mencioné, necesitan revisiones periódicas. La Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association) recomienda visitar a un audiólogo (para una prueba de audición) o a un médico especializado en oídos (otorrinolaringólogo) cada 2 a 3 años si tienes menos de 50 años. Y si pasas de los 50 y ya tienes pérdida de la audición, debes visitarlo cada año.
No dejes esa visita para después. Las personas con problemas de audición tienden a sufrir más de aislamiento y depresión y por lo general, son menos activos física y socialmente que los que oyen bien. Hay tantas cosas hermosas que escuchar que vale la pena proteger tus oídos del daño potencial que puede causarles tu diabetes. Pon de tu parte y sigue las recomendaciones de tu médico.
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