Y digo "especial",porque han sido 31 años de tratamiento de mi esposa Lucía Gant.
El 17 de febrero, recién entrada la noche, nos dejaba en ese "su Hospital": trasplante, diálisis, tratamiento, recaídas, curas, urgencias-. Desde Diario CORDOBA, como una postal que ella os envía, nuestro agradecimiento a todo el personal del Hospital Reina Sofía: equipos médicos, servicio de nefrología y unidad de Diálisis --la que ella llamaba su "segunda casa"-- Ats, auxiliares, celadores, personal de servicio, ambulancias, taxi y hasta el capellán dándole la extremaunción horas antes. Gracias por vuestro cuido y por vuestro trato. No era un ingreso cualquiera, o una habitación dada por el ordenador. Era Lucía, que volvía un año más, un día más, solicitando vuestra ayuda. Cuando no podía hablar, lo hacía con la mirada y con el alma. A mí, su esposo, y a cuantos la queríamos --perdón, la queremos-- en las múltiples altas nos dabais un mensaje de esperanza.
No ha sido una estancia en el Reina Sofía; han sido años. No han sido unas manos que la operaban, o le inyectaban, o la curaban, o la cambiaban, o la movían en la silla de ruedas. Han sido un ramillete de todas ellas a las que, con estas líneas queremos rendir un homenaje. Su corazón, que tanto agradeció a cuantos la habéis cuidado y mimado, dejó de latir en paz, en silencio, casi sin darnos cuenta los que estábamos a su lado, como queriendo ir, con pasos callados como besos, a cada uno de vosotros diciendo: "Gracias por todos estos años en los que me habéis cuidado. Os quiero: Lucía"
En estas noches sin nubes, alguien me ha dicho que en el cielo hay una estrella que brilla más. Yo sé su nombre y vosotros también.
No ha sido una estancia en el Reina Sofía; han sido años. No han sido unas manos que la operaban, o le inyectaban, o la curaban, o la cambiaban, o la movían en la silla de ruedas. Han sido un ramillete de todas ellas a las que, con estas líneas queremos rendir un homenaje. Su corazón, que tanto agradeció a cuantos la habéis cuidado y mimado, dejó de latir en paz, en silencio, casi sin darnos cuenta los que estábamos a su lado, como queriendo ir, con pasos callados como besos, a cada uno de vosotros diciendo: "Gracias por todos estos años en los que me habéis cuidado. Os quiero: Lucía"
En estas noches sin nubes, alguien me ha dicho que en el cielo hay una estrella que brilla más. Yo sé su nombre y vosotros también.
Francisco Muñoz Cantero
Córdoba
http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/cartas-director_699324.html
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