El desempleo producirá en España un aumento de la mortalidad y una disminución de la esperanza de vida, según un informe de FADSP
EFEMadrid28/02/2012
El desempleo producirá en España un aumento de la mortalidad de entre 1.500 y 4.000 personas al año y una disminución de la esperanza de vida (un 0,3% por cada 3% de incremento del paro). Así figura en un informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) sobre los efectos del desempleo en la salud, dado a conocer hoy en un comunicado.
El informe pone de relieve que el desempleo constituye "un riesgo muy importante" para la salud, tanto física como mental, ya que incrementa la mortalidad por todas las causas, la mortalidad infantil y perinatal, así como los suicidios.
Se calcula que un aumento del 3% de la tasa de paro conllevaría más de 10.000 muertes en Europa. El paro, según la Federación, es también responsable de un aumento del tabaquismo y del consumo de alcohol y drogas y se le ha relacionado con patologías como migrañas y la enfermedad de Crohn. Aunque la relación entre desempleo y utilización de servicios sanitarios es un asunto controvertido, el informe destaca que se produce un incremento (más consultas, hospitalizaciones y consumo de medicamentos), dada la mayor prevalencia de problemas de salud en el colectivo de parados.
El estudio considera que la mejor solución para los problemas de salud de los desempleados son políticas activas de empleo. Así, menciona una publicación de la revista científica The Lancet que señala que por cada 10 dólares (7,45 euros) por persona dedicados a políticas activas de empleo la tasa de suicidio disminuye un 0,038%. Otros estudios sugieren la importancia del abordaje de los desempleados desde atención primaria para llevar a cabo actividades de prevención de enfermedades.
La FADSP advierte en su informe de la "clara injusticia" que supone poner en marcha barreras económicas para el acceso a los servicios sanitarios (copagos) y/o recortes en las prestaciones el sistema sanitario público.
http://www.publico.es/espana/424227/la-mortalidad-en-espana-subira-entre-1-500-y-4-000-personas-ano-por-el-paro
Asociación de Trasplantados de Páncreas.
miércoles, 29 de febrero de 2012
sábado, 25 de febrero de 2012
Satse critica el déficit de enfermeros en la planta de trasplantes
REDACCION 24/02/2012
El sindicato profesional de enfermería Satse denunció ayer que el módulo de hospitalización del hospital Reina Sofía destinado a pacientes trasplantados de hígado está sufriendo un recorte en personal de enfermería, lo que puede repercutir en la calidad de la atención que se preste a estos enfermos. Satse explicó que las personas que reciben un trasplante de hígado permanecen un tiempo en la UCI del Reina Sofía y luego son trasladados a la planta de Cirugía Digestiva, donde reciben los cuidados de enfermería necesarios hasta que reciben el alta. Según Satse, en este módulo de hospitalización el Reina Sofía no ha sustituido a 5 enfermeras hace meses, 2 por encontrarse de baja laboral y 3 por tener reducción de jornada. El sindicato lamenta que esta situación sea permitida por la directora de Enfermería.
http://www.diariocordoba.com/noticias/cordobalocal/satse-critica-deficit-de-enfermeros-en-planta-de-trasplantes_698419.html
El sindicato profesional de enfermería Satse denunció ayer que el módulo de hospitalización del hospital Reina Sofía destinado a pacientes trasplantados de hígado está sufriendo un recorte en personal de enfermería, lo que puede repercutir en la calidad de la atención que se preste a estos enfermos. Satse explicó que las personas que reciben un trasplante de hígado permanecen un tiempo en la UCI del Reina Sofía y luego son trasladados a la planta de Cirugía Digestiva, donde reciben los cuidados de enfermería necesarios hasta que reciben el alta. Según Satse, en este módulo de hospitalización el Reina Sofía no ha sustituido a 5 enfermeras hace meses, 2 por encontrarse de baja laboral y 3 por tener reducción de jornada. El sindicato lamenta que esta situación sea permitida por la directora de Enfermería.
http://www.diariocordoba.com/noticias/cordobalocal/satse-critica-deficit-de-enfermeros-en-planta-de-trasplantes_698419.html
Una investigación revela avances contra calcificación en pacientes diálisis
23-02-2012 / 19:00 h EFE
Un proyecto del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias de la Salud (IUNICS) de la Universidad de las Islas Baleares y el Govern ha revelado nuevos avances para prevenir algunos problemas detectados en pacientes de diálisis, como la calcificación cardiovascular.
El grupo de investigación en Litiasis Renal y Biomineralización, adscrito al IUNICS, centro mixto de investigación entre la universidad balear y el Govern, ha demostrado la eficacia del tratamiento con indapamida para la prevención de la hipercalciuria y la del fitato para prevenir las calcificaciones cardiovasculares en pacientes dializados, ha informado la UIB en un comunicado.
Los investigadores han ampliado el conocimiento científico sobre los aspectos fisiopatológicos de las calcificaciones en tejidos blandos y han desarrollado nuevas metodologías de diagnóstico de este problema.
Estos son algunos de los avances científicos del proyecto de investigación "Estudios sobre la prevención del desarrollo de calcificaciones cardiovasculares en pacientes dializados. Evaluación comparativa de los efectos del fitato y de dos bifosfonatos de aplicación clínica actual".
La importancia de los hallazgos radica en que entre un 40 y un 50 % de la población dializada presenta procesos de calcificación arterial, una dolencia que genera hipertensión y aumenta le riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares.
Además, la calcificación complica enormemente un posible trasplante renal en estos pacientes ya que el tejido y los vasos que irrigan los riñones se vuelven rígidos y muy frágiles.
La esperanza de vida media de los pacientes dializados es de 5,5 años y su principal causa de muerte es la enfermedad cardiovascular.
La investigación comenzó en 2007, a raíz de un convenio suscrito entre la universidad y la Fundación Barceló.
El proyecto se ha presentado al IUNICS con la asistencia de la presidenta de la Fundación Barceló, señora Francisca Barceló; el investigador principal del grupo de investigación en Litiasis Renal y Biomineralización, el doctor Félix Grases, y la rectora de la UIB, Montserrat Casas.
Un proyecto del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias de la Salud (IUNICS) de la Universidad de las Islas Baleares y el Govern ha revelado nuevos avances para prevenir algunos problemas detectados en pacientes de diálisis, como la calcificación cardiovascular.
El grupo de investigación en Litiasis Renal y Biomineralización, adscrito al IUNICS, centro mixto de investigación entre la universidad balear y el Govern, ha demostrado la eficacia del tratamiento con indapamida para la prevención de la hipercalciuria y la del fitato para prevenir las calcificaciones cardiovasculares en pacientes dializados, ha informado la UIB en un comunicado.
Los investigadores han ampliado el conocimiento científico sobre los aspectos fisiopatológicos de las calcificaciones en tejidos blandos y han desarrollado nuevas metodologías de diagnóstico de este problema.
Estos son algunos de los avances científicos del proyecto de investigación "Estudios sobre la prevención del desarrollo de calcificaciones cardiovasculares en pacientes dializados. Evaluación comparativa de los efectos del fitato y de dos bifosfonatos de aplicación clínica actual".
La importancia de los hallazgos radica en que entre un 40 y un 50 % de la población dializada presenta procesos de calcificación arterial, una dolencia que genera hipertensión y aumenta le riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares.
Además, la calcificación complica enormemente un posible trasplante renal en estos pacientes ya que el tejido y los vasos que irrigan los riñones se vuelven rígidos y muy frágiles.
La esperanza de vida media de los pacientes dializados es de 5,5 años y su principal causa de muerte es la enfermedad cardiovascular.
La investigación comenzó en 2007, a raíz de un convenio suscrito entre la universidad y la Fundación Barceló.
El proyecto se ha presentado al IUNICS con la asistencia de la presidenta de la Fundación Barceló, señora Francisca Barceló; el investigador principal del grupo de investigación en Litiasis Renal y Biomineralización, el doctor Félix Grases, y la rectora de la UIB, Montserrat Casas.
jueves, 23 de febrero de 2012
Trabaja “De buena ley”
(c) Beatriz Mera. |
En estos tiempos que vivimos parece ser que lo que vende es el grito. Aún recuerdo como alguien que mantuvo aquí una bronca mayúscula no hace mucho hoy trabaja con un puesto de responsabilidad en un ayuntamiento cercano. Será cosa de aprender a gritar, o al menos de hacer bien el teatro.
Es precisamente por eso por lo que hoy traemos aquí una oferta de
empleo cuanto menos curiosa: se trata de participar en un programa de
Telecinco donde el meollo está en echarle morro, tener tablas delante
del público y hacer creíble la bronca. No, no es que alguien tenga que
Salvarte. Eso es harina de otro costal, porque no todos pueden presumir
de tener un torero, o una cuñada cantante, en la familia. En este caso
sólo hay que participar en un juicio de mentirijillas y cobrar.
Si este verano algunos alcalareños nos han contado que lograron
formar parte del elenco de extras de la película El Dictador, ¿por qué
no va a volver a pasar en De buena Ley? Así que ahí van los datos del
casting: se hará el 29 de marzo, en Málaga. Los que estéis interesados
podéis llamar a los teléfonos 91.648.81.86/91.601.45.73/ 690849515 y ahí
os dirán dónde os mandan, porque aún no lo tienen claro. Buscan
personas de entre 30 a 60 años, sean actores o no, pero con carácter;
que les gusten las cámaras y además sepan improvisar.
Os deseamos suerte, y si entráis, avisad e iremos a veros al juicio.
Beatriz González Villegas.
martes, 21 de febrero de 2012
¿Por qué hay que redefinir la aportación del paciente?
Dándome una vuelta por los blogs que veo por el Twitter he llegado a un artículo escrito nada más ni nada menos que por D. Rafael Borrás, Director de Antares Consulting, y profesor de la Universidad de Barcelona, aunque no sé de qué da clases.
Llevamos unos meses leyendo a los que saben, escuchando muchas opiniones de diferentes expertos acerca de la sostenibilidad del Sistema Sanitario Público Andaluz, y casi todos coinciden en que es posible continuar con la calidad asistencial que tenemos hasta hoy, y que a pesar de la crisis hay que luchar por nuestro sistema con uñas y dientes viendo lo que se nos echa encima vía Cataluña, con Boix, o con otros en otras CC.AA.
A nuestra asociación llegan pacientes desde todas las Comunidades, porque somos la única de España que representa a los diabéticos trasplantados. Cada uno nos cuenta su experiencia, y con esos datos verificamos luego si es cierto o no lo que nos cuentan. Aquí podemos estar satisfechos. Tenemos escritos procesos asistenciales integrados de casi todo, los PAI, y además nos han regalado los planes integrales. Aquí todo está escrito, y así es fácil ser reivindicativo, no como en otras zonas autonómicas. Si algo está escrito, los pacientes sólo tenemos que, tras leerlo, comparar si tenemos o no lo que ahí dice y solicitarlo. Esto, por más que parezca una bobada, es muy efectivo para nosotros. Somos unos privilegiados con gestores que saben hacer bien las cosas. Eso sí, han tenido muchos años para mejorar.
Pues no sé si será por los PAI o por la satisfacción como paciente crónica pluripatológica pero al leer hoy a este señor no he podido más que dejarle un comentario en su blog que seguramente no responderá. Sea como sea, que no me quiten la libertad que aún tengo de patalear, de opinar. Ahora prepararemos un manifiesto al que esperamos se incluyan muchas otras asociaciones y defenderemos con papel y razones nuestra Sanidad Pública Andaluza. Nosotros al menos nos negamos a aportar más de lo que ya aportamos en los descuentos fiscales que se nos hace de por vida. Nuestra Sanidad ha sido fruto de una lucha de todos, y los de la calle hemos sido en número más que los gerentes. Sólo con mirar atrás, al siglo pasado que está tan cerca, tenemos que defender lo que socialmente es de todos, y si toca salir a la calle, saldremos. Recogeremos firmas. Y a los que opinen de modo interesado le responderemos como hice hace un rato:
<¿Por
qué ahora los pacientes tenemos que "aportar" más para tener lo mismo?
¿Por qué no se les suben los impuestos de sociedades a las empresas (no
hablo de Farmacéuticas, sino a todas)? Y no olviden tampoco de subir lo
que pagan las sicav que ronda por el 1%.
Si ahora "el sector
del medicamento" está bajando los precios de sus productos para
adaptarse a la última reforma de noviembre sobre genéricos
y demás, y aún así tienen beneficios (porque en ese sector, como en los
demás, no se trabaja si no es por conseguir ganancias), quiere decir
que durante muchos años se han llenado los bolsillos a lo grande y nunca
dijeron nada. Así que sean honestos. El paciente ya contribuye de sobra
siendo la excusa para que el estado les paguen todo lo imaginable por
mantener a su población con una esperanza de vida tal que les asegure no
ser condenados por genocidas. Calculen sólo cuántos millones de euros
ganan al año por la pervivencia de los diabéticos de este país. Si
hubieran investigado más en na cura para la DM en lugar de sólo para
tratamientos hoy el estado no estaría tan endeudado con ese sector, por
ejemplo. Así que dejen de ordeñar a la vaca sagrada que somos este grupo
poblacional (un 12% del total de los españoles somos diabéticos) y
rediseñen su modo de financiación en base a otros parámetros.
Por cierto, los informes que he leído hasta ahora de lugares donde han
experimentado con el copago, o con la aportación de una cantidad por
receta, y esas otras ideas que expone cuentan que llevando a cabo estas
medidas no se consigue ahorrar en el gasto sanitario total; sólo se
logra cabrear más a los usuarios. También leí no hace mucho que donde se
"trabaja" a gusto se produce y se ahorra más. Eso me reafirma en mi
idea de que la solución no es que el paciente aporte más aún.
Gracias, Rafael.>
Beatriz González Villegas.
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(c) Jean Pierre Fabre. Preparando la cena. |
Redefiniendo la aportación del paciente (publicado en “Correo Farmacéutico” 2/01/2012)
Posted on febrero 19, 2012 by admin0
El actual Sistema Sanitario debe plantearse su viabilidad actual y futura. Con un déficit de 18.000M€ difícilmente podemos decir que la sostenibilidad esté garantizada y que en un futuro muy cercano, los ciudadanos de nuestro país podrán disponer de un sistema universal, accesible y gratuito.
El sector del Medicamento está aportando de forma constante y reiterada descuentos, bajadas de precios, retraso en la factura, convirtiéndose en la piedra angular que está sosteniendo el actual modelo asistencial, pero en una cifras y condiciones que rozan las famosas “líneas rojas”, aquellas que marcan el límite de una buena calidad de servicio, una mínima viabilidad y la generación de burnout por parte de los profesionales.
En estos momentos le toca al paciente hacer un esfuerzo y ponerse a la altura del resto de países de la UE, aportando al Sistema aquello que corresponde por el nivel de excelencia asistencial que recibe.
En estos momentos, la aportación del paciente es del 5,4%, muy por debajo de la mayoría de países de la UE que están en cifras que superan los 2 dígitos y que en alguno sobrepasa el 16%.
Llegar a los dos dígitos de aportación es un reto que daría estabilidad al SNS y marcaría el camino de una verdadera “sostenibilidad estable”.
El camino? Difícil, muy difícil si toda acción tiene una connotación política y sirve como arma arrojadiza para debates estériles y demagógicos.
En primer lugar hemos de redefinir el modelo activo/pensionista y estudiar nuevos escenarios que enmarquen el “nivel de renta” como elemento de aportación del paciente. Este encuadre necesita de un alto grado de responsabilidad y solidaridad, pero sería clave poder establecer perfiles que actualmente están alejados de la realidad social y económica de los ciudadanos de nuestro país.
Paralelamente, hemos de actualizar situaciones como la aportación de crónicos a través de medicamentos con “cícero”, la limitación de 2,64€ requiere una actualización que se situaría alrededor de los 4-5€ en aquellos fármacos con precio superior a los 50€.
La des-financiación de medicamentos para síntomas menores es otro gran reto, quedando fuera de la financiación pública aquellos que conviven con MP o bien que su indicación corresponde a patologías agudas que han de ser tratadas dentro del propio Sistema pero sin ser financiadas por el mismo, siendo obligada su inclusión en los programas de Receta Electrónica de las diferentes CC.AA.
Otro aspecto a considerar es el llamado “ticket moderador”, el pago de una tasa por receta, en Cataluña se está estudiando la aportación de 1€ por receta con un máximo de 61€ anuales.
En este caso y conociendo la realidad de tasas por receta en otros países, el valor de un euro con limitación anual –recordemos que equivale a 1€ semanal por toda la medicación en el caso de paciente polimedicado- es más un efecto de “concienciación y corresponsabilidad”, de no acumulación en el domicilio, que de verdadera disuasión. Difícilmente un paciente dejará de pagar 1€ semanal por su medicación sea cual sea su situación (aunque este punto habría que estudiarlo según el análisis de su evolución).
Quién recaudaría la tasa? En el caso de ser la farmacia, ésta iría “a cuenta” de la factura mensual y sería una parte recaudada sin depender de las demoras y dificultades a las que estamos acostumbrados. Bien es cierto que sería justo que un 10% de esta recaudación fuera directamente a la farmacia como compensación a la gestión que los profesionales harían de la situación.
En este capítulo es importante decir que se trata de una “tasa” por receta, que tiene el mismo carácter y naturaleza que la aportación que se hace por las recetas de “activos” y que aquel profesional que por causas de fidelización al paciente no la cobrara estaría incurriendo en una falta grave a nivel ético, moral y económico.
En definitiva, es importante rediseñar el modelo de “aportación” del paciente al Sistema Sanitario, con un nivel de servicio y calidad que está muy por encima de lo que los ciudadanos pagan con sus impuestos y que si queremos preservar, hemos de redefinir. Por otro lado, no olvidemos que toda partida ha de ser “finalista” y que nuestra Sanidad requiere entre 1 o 2 puntos más del PIB.
0 responses to Redefiniendo la aportación del paciente (publicado en “Correo Farmacéutico” 2/01/2012)
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Beatriz
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febrero 20, 2012 at 11:39 pm
http://rafaelborrasv.com/2012/02/19/redefiniendo-la-aportacion-del-paciente-publicado-en-correo-farmaceutico-2012012/#comment-428
Rafael Borrás Director de Antares Consulting y profesor de la Universidad de Barcelona | 02/01/2012 00:00
http://www.correofarmaceutico.com/2012/01/02/opinion-participacion/redefiniendo-la-aportacion-del-paciente
El fin de la sanidad pública tal y como la conocemos
Las complicadas relaciones entre los sistemas privados y los de titularidad estatal
Aser García Rada Madrid 20 FEB 2012
De guardia en el hospital público madrileño en que trabajo, por segunda vez en pocas semanas nos derivan un paciente de una clínica privada. Han sido un niño asegurado por Adeslas y una niña con cobertura de Sanitas. Ambas familias tienen también aseguramiento público, como casi todo el mundo con pólizas privadas en España, y todo el derecho a ser atendidas pero, ¿por qué la privada no cubre sus propias demandas?
Lo resume José Ramón Repullo, profesor de la Escuela Nacional de Sanidad, afirmando que en nuestro país los seguros privados individuales son ridículamente baratos pero tienen “mucha letra pequeña”. A la mínima, o el paciente tiene que pagar de su bolsillo el extra de determinadas decisiones clínicas, o es derivado al comodín de la pública.
La sanidad privada tiene un papel que jugar, pero en muchos casos debe su existencia a ese colchón que cubre a determinados enfermos crónicos cuya atención sólo asume el sistema público, como los seropositivos, muchos pacientes oncológicos, o los necesitados de un trasplante, y al que también envía la mayoría de los más complejos que no pueden ser atendidos por una infraestructura, en general, más precaria.
A mayor oferta, no se distribuye equitativamente la demanda, sino que esta aumenta.
Sin embargo, el lobby de este negocio insiste en que la privada contribuye a la sostenibilidad de la pública porque la descarga de pacientes. Una falacia de calado, dado que habitualmente quien tiene aseguramiento público y privado acude tarde o temprano a los dos sistemas. Es un conocido axioma en gestión sanitaria que a mayor oferta, no se distribuye equitativamente la demanda, sino que esta aumenta.
Mientras trabajé durante un par de años atendiendo recién nacidos en dos clínicas privadas de la capital, percibí varias cosas. Para empezar, que la primera prioridad era ganar dinero. Con frecuencia se hacían ingresos cuestionables, estos se prolongaban en exceso, o se solicitaban pruebas diagnósticas prescindibles con el objetivo de facturar más a sus respectivas aseguradoras.
Estas prácticas, tan habituales que las aseguradoras deben ser conscientes (aunque también les debe compensar), tampoco son gratuitas para el paciente. En este caso se distorsionaba la relación entre madre y recién nacido y se dinamitaba la educación sanitaria trasmitiendo el mensaje de que si no intervenimos más, la atención no ha sido óptima. A mi juicio, en ocasiones los riesgos eran mayores y se retenían pacientes complejos, como grandes prematuros, que debieran haber sido atendidos en servicios especializados como los óptimos que tenemos en los grandes hospitales públicos de nuestra región.
En la privada, con frecuencia se hacían ingresos cuestionables
Mi experiencia no es necesariamente generalizable. Numerosos compañeros se ganan honradamente su dinero en el ámbito privado y, en Cataluña, por ejemplo, muchos centros privados trabajan sin ánimo de lucro para el sistema público. Pero si usted cree que es excepcional, no tiene amigos o familiares en el sector. Y, aunque en la pública tenemos mucho que mejorar, los problemas son de otro tipo.
Lamentablemente, damos por hecho nuestro gran Sistema Nacional de Salud, pero ha costado mucho construirlo y es muy vulnerable al ataque y al desprestigio interesado de ciertos poderes económicos que ven en él un jugoso pastel. Reiterados mensajes interesados solicitando mayor colaboración o atender directamente ciertas prestaciones en la privada (pese a que esto aún no se haya demostrado más eficiente) contribuyen a aumentar el monstruo.
Las aseguradoras y centros sanitarios privados no quieren colaborar, quieren comerse esta tarta a la que, hasta ahora, había sido difícil hincarle el diente por haber venido dando buenos resultados. Ocurre lo mismo con otros sólidos servicios sanitarios públicos organizados también en forma de sistema nacional de salud, financiados, como el nuestro, no por cuotas a la seguridad social -como mucha gente erróneamente considera-, sino por los impuestos generales. El National Health Service, homólogo británico, afronta actualmente redoblados envites en recortes y privatización, aprovechando unas vulnerabilidades puestas al descubierto por la situación económica.
Las aseguradoras y centros sanitarios privados no quieren colaborar, quieren comerse esta tarta
También en nuestro país, con la excusa de una crisis de orígenes distintos a los que se nos quiere hacer creer y por los que se nos insiste en culpabilizar, ha llegado, parafraseando libremente a los estadounidenses REM, el fin de la sanidad pública tal y como la conocíamos. Esto si que no es una apreciación personal, es un hecho que de forma pionera ha comenzado en Cataluña y se va extendiendo poco a poco al resto de autonomías, aunque sólo ha sido, ya saben, “el inicio del inicio”.
La sanidad y el resto de servicios sociales sufrirán los mayores recortes de nuestra historia moderna a partir del próximo marzo, cuando deben presentarse los nuevos Presupuestos Generales del Estado y cuando se hayan celebrado las elecciones autonómicas en Andalucía. Después, con las manos libres, el Gobierno de Mariano Rajoy continuará con la fase II de su plan de recorte llamado “40.000 millones de euros”, y eso si no cambia su nombre al alza.
Contextualizando, nuestra sanidad pública supone el 40% del presupuesto autonómico y unos 70.000 millones en conjunto, de los cuales la mitad son sueldos de personal. Aunque en Madrid hasta ahora las renovaciones de eventuales -entre los que me incluyo- se hacían por seis meses, no de forma casual en enero se nos ha renovado hasta marzo en la mayoría de hospitales. Posiblemente en otras áreas y otras comunidades haya ocurrido lo mismo, consulte a su alrededor.
En Cataluña, muchos centros privados trabajan sin ánimo de lucro
Parece claro que tras este mes no sólo se decidirá el aumento del IVA, sino que para esas fechas la preocupación sobre la precariedad de ciertos contratos desaparecerá, sencillamente porque muchos de ellos dejarán de existir. Los que se queden tendrán más trabajo y, seguramente, menos sueldo. Y los pacientes –esto es, todos nosotros- no tenemos más que ver lo que ocurre en Cataluña, donde las listas de espera, el mayor problema de nuestra sanidad, ya suman 25.000 personas más. Evidentemente, eso tampoco es gratuito.
John Dalli, comisario europeo de Salud y Consumidores, alertaba recientemente en Bruselas de que, en un contexto en que “crecimiento” es la palabra estrella, su principal labor es convencer a las autoridades nacionales de que los recortes en salud, aunque no producen consecuencias mesurables inmediatas, tendrán efectos desastrosos a medio y largo plazo. Como muestra, el botón de los trasplantes. Salvo en España, donde la excelente labor de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) está consiguiendo sortear la situación, las donaciones se han desplomado en los países más afectados por la crisis. Así, han caído un 35% en Irlanda, un 50% en Grecia, y se han estancado en Portugal.
No se trata de tirarnos de los pelos, seguimos siendo privilegiados. Los médicos en paro eran unos 8.000 en 2011 entre más de cuatro millones de desempleados. Ampliamente, mientras la mayoría de nosotros sigue teniendo qué comer, algo a lo que no damos suficiente valor, 1.000 millones de personas –un séptimo de la humanidad-, pasa hambre. 50.000 de ellas murieron por este motivo el año pasado en el cuerno de África. No estaría de más plantearnos, además, cuántas fallecen por nuestra superabundancia, o porque tenemos una buena atención sanitaria universal.
Rajoy continuará con la fase II de su plan de recorte llamado “40.000 millones de euros”
Pero también habrá consecuencias positivas. Muchos nos marcharemos, aprenderemos nuevas lenguas y formas de vivir, y ganaremos un cosmopolitismo que quizás algún día traeremos de vuelta. La progresiva medicalización de la vida se resentirá, porque faltará dinero para medicamentos. La tecnificación también, porque ya nadie querrá comprar robots quirúrgicos para el escaparate, una de sus pocas utilidades conocidas por el momento. El electoralismo de multiplicar hospitales como panes y peces dará paso a que nos centremos más en las olvidadas atención primaria y salud pública. La innovación empezará, como verdaderamente debiera, por abajo.
El cambio, como recuerda José Luis Sampedro, es inevitable. Lo importante es dirigirlo adecuadamente, algo que depende en gran parte de nosotros. Por un lado, la respuesta cohesionada de los profesionales sanitarios es imprescindible. No es momento para ombliguismos, para reivindicar especialidades propias, calendarios vacunales únicos, prescripciones enfermeras y demás intereses sectoriales más o menos razonables. Con un enfoque equivocadamente corporativista, el sindicato médico madrileño, Amyts, acaba de pedir una mesa de negociación específica argumentando que “existe una diferencia clarísima entre médicos y los demás trabajadores". Para que vean hasta donde llega la segregación, los MIR de Madrid también han solicitado ir por su lado.
Francamente, compañeros, nuestros parciales intereses me importan un bledo. Y se lo importan al resto de la sociedad. Fundamentalmente porque el impacto que sobre la salud de las personas tendría la consecución de esos objetivos específicos –el chocolate del loro-, no tiene, ni de lejos, el que tendrán los recortes o la privatización de servicios que ya empieza a afectar a los hospitales públicos tradicionales –véase el caso de Castilla-la Mancha-.
Pero aunque médicos, enfermeras, celadores, administrativos, técnicos, personal de limpieza, y demás conformemos esa marea blanca que abra camino, una reivindicación ciudadana general será determinante. Por débil o fuerte que lo consideren, la marea multicolor es lo único que se interpone entre nosotros y las fuerzas financieras, económicas y políticas nacionales e internacionales que tratan de desbaratar el sistema para, entre otras cosas, dar paso a sectores afines que algo tienen de lo que describo.
Ampliemos miras, reflexionemos con sensatez y centrémonos en el bien común, porque es hora de preparar las barricadas. Los recortes no son ni la única forma de responder a la crisis, ni inevitables. Nuestra acción, o inacción, lo único que controlamos, sí puede hacerlos inevitables. Y si piensa que a usted no le afecta, recuerde lo que asegura Santiago Cervera, uno de los máximos exponentes sanitarios del Partido Popular: “Todos somos indigentes en el ámbito sanitario porque no podemos pagarnos un trasplante hepático”.
Aser García Rada es pediatra y periodista.
Lo resume José Ramón Repullo, profesor de la Escuela Nacional de Sanidad, afirmando que en nuestro país los seguros privados individuales son ridículamente baratos pero tienen “mucha letra pequeña”. A la mínima, o el paciente tiene que pagar de su bolsillo el extra de determinadas decisiones clínicas, o es derivado al comodín de la pública.
La sanidad privada tiene un papel que jugar, pero en muchos casos debe su existencia a ese colchón que cubre a determinados enfermos crónicos cuya atención sólo asume el sistema público, como los seropositivos, muchos pacientes oncológicos, o los necesitados de un trasplante, y al que también envía la mayoría de los más complejos que no pueden ser atendidos por una infraestructura, en general, más precaria.
A mayor oferta, no se distribuye equitativamente la demanda, sino que esta aumenta.
Sin embargo, el lobby de este negocio insiste en que la privada contribuye a la sostenibilidad de la pública porque la descarga de pacientes. Una falacia de calado, dado que habitualmente quien tiene aseguramiento público y privado acude tarde o temprano a los dos sistemas. Es un conocido axioma en gestión sanitaria que a mayor oferta, no se distribuye equitativamente la demanda, sino que esta aumenta.
Mientras trabajé durante un par de años atendiendo recién nacidos en dos clínicas privadas de la capital, percibí varias cosas. Para empezar, que la primera prioridad era ganar dinero. Con frecuencia se hacían ingresos cuestionables, estos se prolongaban en exceso, o se solicitaban pruebas diagnósticas prescindibles con el objetivo de facturar más a sus respectivas aseguradoras.
Estas prácticas, tan habituales que las aseguradoras deben ser conscientes (aunque también les debe compensar), tampoco son gratuitas para el paciente. En este caso se distorsionaba la relación entre madre y recién nacido y se dinamitaba la educación sanitaria trasmitiendo el mensaje de que si no intervenimos más, la atención no ha sido óptima. A mi juicio, en ocasiones los riesgos eran mayores y se retenían pacientes complejos, como grandes prematuros, que debieran haber sido atendidos en servicios especializados como los óptimos que tenemos en los grandes hospitales públicos de nuestra región.
En la privada, con frecuencia se hacían ingresos cuestionables
Mi experiencia no es necesariamente generalizable. Numerosos compañeros se ganan honradamente su dinero en el ámbito privado y, en Cataluña, por ejemplo, muchos centros privados trabajan sin ánimo de lucro para el sistema público. Pero si usted cree que es excepcional, no tiene amigos o familiares en el sector. Y, aunque en la pública tenemos mucho que mejorar, los problemas son de otro tipo.
Lamentablemente, damos por hecho nuestro gran Sistema Nacional de Salud, pero ha costado mucho construirlo y es muy vulnerable al ataque y al desprestigio interesado de ciertos poderes económicos que ven en él un jugoso pastel. Reiterados mensajes interesados solicitando mayor colaboración o atender directamente ciertas prestaciones en la privada (pese a que esto aún no se haya demostrado más eficiente) contribuyen a aumentar el monstruo.
Las aseguradoras y centros sanitarios privados no quieren colaborar, quieren comerse esta tarta a la que, hasta ahora, había sido difícil hincarle el diente por haber venido dando buenos resultados. Ocurre lo mismo con otros sólidos servicios sanitarios públicos organizados también en forma de sistema nacional de salud, financiados, como el nuestro, no por cuotas a la seguridad social -como mucha gente erróneamente considera-, sino por los impuestos generales. El National Health Service, homólogo británico, afronta actualmente redoblados envites en recortes y privatización, aprovechando unas vulnerabilidades puestas al descubierto por la situación económica.
Las aseguradoras y centros sanitarios privados no quieren colaborar, quieren comerse esta tarta
También en nuestro país, con la excusa de una crisis de orígenes distintos a los que se nos quiere hacer creer y por los que se nos insiste en culpabilizar, ha llegado, parafraseando libremente a los estadounidenses REM, el fin de la sanidad pública tal y como la conocíamos. Esto si que no es una apreciación personal, es un hecho que de forma pionera ha comenzado en Cataluña y se va extendiendo poco a poco al resto de autonomías, aunque sólo ha sido, ya saben, “el inicio del inicio”.
La sanidad y el resto de servicios sociales sufrirán los mayores recortes de nuestra historia moderna a partir del próximo marzo, cuando deben presentarse los nuevos Presupuestos Generales del Estado y cuando se hayan celebrado las elecciones autonómicas en Andalucía. Después, con las manos libres, el Gobierno de Mariano Rajoy continuará con la fase II de su plan de recorte llamado “40.000 millones de euros”, y eso si no cambia su nombre al alza.
Contextualizando, nuestra sanidad pública supone el 40% del presupuesto autonómico y unos 70.000 millones en conjunto, de los cuales la mitad son sueldos de personal. Aunque en Madrid hasta ahora las renovaciones de eventuales -entre los que me incluyo- se hacían por seis meses, no de forma casual en enero se nos ha renovado hasta marzo en la mayoría de hospitales. Posiblemente en otras áreas y otras comunidades haya ocurrido lo mismo, consulte a su alrededor.
En Cataluña, muchos centros privados trabajan sin ánimo de lucro
Parece claro que tras este mes no sólo se decidirá el aumento del IVA, sino que para esas fechas la preocupación sobre la precariedad de ciertos contratos desaparecerá, sencillamente porque muchos de ellos dejarán de existir. Los que se queden tendrán más trabajo y, seguramente, menos sueldo. Y los pacientes –esto es, todos nosotros- no tenemos más que ver lo que ocurre en Cataluña, donde las listas de espera, el mayor problema de nuestra sanidad, ya suman 25.000 personas más. Evidentemente, eso tampoco es gratuito.
John Dalli, comisario europeo de Salud y Consumidores, alertaba recientemente en Bruselas de que, en un contexto en que “crecimiento” es la palabra estrella, su principal labor es convencer a las autoridades nacionales de que los recortes en salud, aunque no producen consecuencias mesurables inmediatas, tendrán efectos desastrosos a medio y largo plazo. Como muestra, el botón de los trasplantes. Salvo en España, donde la excelente labor de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) está consiguiendo sortear la situación, las donaciones se han desplomado en los países más afectados por la crisis. Así, han caído un 35% en Irlanda, un 50% en Grecia, y se han estancado en Portugal.
No se trata de tirarnos de los pelos, seguimos siendo privilegiados. Los médicos en paro eran unos 8.000 en 2011 entre más de cuatro millones de desempleados. Ampliamente, mientras la mayoría de nosotros sigue teniendo qué comer, algo a lo que no damos suficiente valor, 1.000 millones de personas –un séptimo de la humanidad-, pasa hambre. 50.000 de ellas murieron por este motivo el año pasado en el cuerno de África. No estaría de más plantearnos, además, cuántas fallecen por nuestra superabundancia, o porque tenemos una buena atención sanitaria universal.
Rajoy continuará con la fase II de su plan de recorte llamado “40.000 millones de euros”
Pero también habrá consecuencias positivas. Muchos nos marcharemos, aprenderemos nuevas lenguas y formas de vivir, y ganaremos un cosmopolitismo que quizás algún día traeremos de vuelta. La progresiva medicalización de la vida se resentirá, porque faltará dinero para medicamentos. La tecnificación también, porque ya nadie querrá comprar robots quirúrgicos para el escaparate, una de sus pocas utilidades conocidas por el momento. El electoralismo de multiplicar hospitales como panes y peces dará paso a que nos centremos más en las olvidadas atención primaria y salud pública. La innovación empezará, como verdaderamente debiera, por abajo.
El cambio, como recuerda José Luis Sampedro, es inevitable. Lo importante es dirigirlo adecuadamente, algo que depende en gran parte de nosotros. Por un lado, la respuesta cohesionada de los profesionales sanitarios es imprescindible. No es momento para ombliguismos, para reivindicar especialidades propias, calendarios vacunales únicos, prescripciones enfermeras y demás intereses sectoriales más o menos razonables. Con un enfoque equivocadamente corporativista, el sindicato médico madrileño, Amyts, acaba de pedir una mesa de negociación específica argumentando que “existe una diferencia clarísima entre médicos y los demás trabajadores". Para que vean hasta donde llega la segregación, los MIR de Madrid también han solicitado ir por su lado.
Francamente, compañeros, nuestros parciales intereses me importan un bledo. Y se lo importan al resto de la sociedad. Fundamentalmente porque el impacto que sobre la salud de las personas tendría la consecución de esos objetivos específicos –el chocolate del loro-, no tiene, ni de lejos, el que tendrán los recortes o la privatización de servicios que ya empieza a afectar a los hospitales públicos tradicionales –véase el caso de Castilla-la Mancha-.
Pero aunque médicos, enfermeras, celadores, administrativos, técnicos, personal de limpieza, y demás conformemos esa marea blanca que abra camino, una reivindicación ciudadana general será determinante. Por débil o fuerte que lo consideren, la marea multicolor es lo único que se interpone entre nosotros y las fuerzas financieras, económicas y políticas nacionales e internacionales que tratan de desbaratar el sistema para, entre otras cosas, dar paso a sectores afines que algo tienen de lo que describo.
Ampliemos miras, reflexionemos con sensatez y centrémonos en el bien común, porque es hora de preparar las barricadas. Los recortes no son ni la única forma de responder a la crisis, ni inevitables. Nuestra acción, o inacción, lo único que controlamos, sí puede hacerlos inevitables. Y si piensa que a usted no le afecta, recuerde lo que asegura Santiago Cervera, uno de los máximos exponentes sanitarios del Partido Popular: “Todos somos indigentes en el ámbito sanitario porque no podemos pagarnos un trasplante hepático”.
Aser García Rada es pediatra y periodista.
(c) Beatriz Mera. Caños de Meca. |
jueves, 9 de febrero de 2012
Diabetes 2.0 en el Hospital de Valme. Por Patricia Santos.
enero 27, 2012
DIABETES 2.0 estará en el Salón de Actos del Hospital Universitario de Valme (Sevilla) donde se intentará crear comunidad y construir conocimiento el próximo jueves, 9 de febrero 2012 de 10,00 a 14,00 horas.
El programa:
*El cambio cultural en el SSPA: un sistema sanitario que se abre a la ciudadanía.
Rosa Andrade, analista de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.
*La orientación a la ciudadanía de la Unidad de Gestión Clínica deEndocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Valme.
Dra. MaríaVictoria Cózar, directora de esta unidad clínica.
*Ciberactivismo y diabetes: panorama de iniciativas en Internet.
Ramiro Navarro, periodista especializado en Salud y en redes sociales.
*Asociacionismo y cultura digital: cómo sacarle partido a las nuevasherramientas TIC.
Antonio Cortés, desarrollador web.
Os dejo esta web para conocer un poco más www.synaptica.es
http://santospatricia.wordpress.com/2012/01/27/diabetes-2-0-en-el-hospital-de-valme/
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El próximo 9 de febrero de 10 a 14 se realizará en el Hospital de Valme de Sevilla un encuentro diabético. Crear comunidad y compartir conocimientos son algunos de sus propósitos, una convocatoria en la que todos podemos participar y resolver dudas de la mano de médicos y otros diabéticos con más experiencia. No te lo pierdas, yo iré y tú también puedes ayudar.
DIABETES 2.0 estará en el Salón de Actos del Hospital Universitario de Valme (Sevilla) donde se intentará crear comunidad y construir conocimiento el próximo jueves, 9 de febrero 2012 de 10,00 a 14,00 horas.
El programa:
*El cambio cultural en el SSPA: un sistema sanitario que se abre a la ciudadanía.
Rosa Andrade, analista de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.
*La orientación a la ciudadanía de la Unidad de Gestión Clínica deEndocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Valme.
Dra. MaríaVictoria Cózar, directora de esta unidad clínica.
*Ciberactivismo y diabetes: panorama de iniciativas en Internet.
Ramiro Navarro, periodista especializado en Salud y en redes sociales.
*Asociacionismo y cultura digital: cómo sacarle partido a las nuevasherramientas TIC.
Antonio Cortés, desarrollador web.
Os dejo esta web para conocer un poco más www.synaptica.es
http://santospatricia.wordpress.com/2012/01/27/diabetes-2-0-en-el-hospital-de-valme/
miércoles, 8 de febrero de 2012
El Hospital de Valme contra el Doctor Maligno. Por Alfonso Pedrosa.
Fotografía: Galería Flickr de P O L L I T O. Algunos derechos reservados.
Con todo respeto, me permito lanzar una invitación especial para darse una vuelta por Diabetes 2.0 en el Hospital de Valme, dirigida a quienes desconfían de estas movidas. A los beligerantes contra la alianza satánica entre Google y el Doctor Maligno. A los escépticos
y a los que están convencidos de que los experimentos, mejor con
gaseosa. Una invitación dirigida a quienes piensan que Internet y la
evidencia científica (ah, que gran contenedor de cosas diversas, eso de
la evidencia científica) son agua y aceite; que abrir las fuentes de la
información a cualquiera sólo da dolores de cabeza porque, claro, tiene
su lógica, se entiende que la medicina y en general la asistencia
sanitaria (como casi todo en la vida) no es democrática: tiene un
diagnóstico y un tratamiento que lo impone un prescriptor. Y punto.
Pásense sin miedo, de verdad; habrá kirin de barril para todos.
No tenemos mucho valor de mercado que ofrecer: en esta historia no hay
votos que cazar, ni jefes a los que contentar, ni pastillas que vender. Somos retadoramente pobres.
Aunque, eso sí, ello no obsta, para que, si toca, hablemos de política,
de jefes y de tratamientos. Faltaría más. Como dice Manu Ruiz, una de
esas personas (y son bastantes) cuya asistencia a la jornada ya merece
la pena todo el esfuerzo de ayudar a montar esta iniciativa a pelo, esto
es un lío enriquecedor.
Si no aparezco posteando en días sucesivos, es que probablemente estaré recuperándome de los estragos de la fiesta.
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