Por Matthew Robertson - La Gran Época
Mie, 14 Ene 2015 20:24 +0000
Imagen: Humor chino |
En diciembre Huang había hecho un anuncio que recorrió el mundo: que los órganos de los prisioneros condenados a muerte ya no serían utilizados en el sistema de trasplantes de China a partir del 1 de enero de 2015.
La respuesta de Huang fue clara: “Cuando hicimos el anuncio, el requisito fue que los 169 hospitales en China con centros de trasplantes cumplieran la ley. Es decir, a partir del 1 de enero de 2015, esos 169 ya no tienen permitido utilizar órganos de prisioneros”.
Excepto que, según el mismo Huang Jiefu, dichos hospitales en realidad tengan permitido usar órganos de prisioneros. Es solo que ya no se los considera órganos de prisioneros.
Eso fue lo que Huang dijo en otra entrevista con Phoenix TV, de Hong Kong. Ambas entrevistas se transmitieron el 11 de enero.
“Definitivamente no queremos usar este término, donaciones de prisioneros condenados a muerte”, dijo en respuesta a una pregunta para que aclarara si podría haber circunstancias en que los prisioneros condenados a muerte donasen sus órganos.
“Debemos únicamente depender de donaciones voluntarias de los ciudadanos como fuente de órganos, esa es la única forma en la que podemos decir que somos parte de un mundo transparente y ético”, agregó.
Ostracismo
El sistema de trasplantes de China ha estado siendo excluido últimamente por la comunidad internacional del trasplante. El sistema de trasplante fue criticado por la Sociedad del Trasplante en una carta abierta de febrero del año pasado, y una conferencia que iba a ser realizada en China a mediados de 2014 fue postergada cuatro meses y luego ampliamente boicoteada. Muchos cirujanos de trasplante chinos también fueron excluidos del Congreso Mundial de Trasplantes realizado en San Francisco en julio del año pasado.
Pero el régimen de trasplantes de China tendrá constantes dificultades para adaptarse a un “mundo transparente y ético”, como dijo Huang, debido a otra cosa que dijo en la entrevista con Phoenix TV.
No contra donaciones de prisioneros
“No estoy diciendo que estamos en contra de donaciones de prisioneros condenados a muerte”, dijo Huang. “Si un prisionero condenado a muerte realmente limpia su conciencia entonces eso no será necesariamente descartado, pero deberá ser con un sistema de donación ciudadana, a través de la Cruz Roja, a través del sistema online para que la asignación sea justa e imparcial. Solo así es transparente, y tampoco habrá transacciones económicas como parte de ello”.
Es decir, China dejará de usar órganos de prisioneros condenados a muerte, y todos los órganos serán considerados órganos donados por ciudadanos (Huang dijo que los prisioneros condenados a muerte también son ciudadanos). Pero si los prisioneros condenados a muerte quieren donar sus órganos, se les permitirá hacerlo.
Esta destacada demostración de doble discurso tiene sentido dadas las circunstancias en las que opera Huang, señaló David Matas, abogado que escribió varios informes sobre los abusos en el sistema de trasplantes de China.
Diferentes públicos
“Está actuando frente a varios diferentes públicos”, dijo Matas. “Primero está la comunidad médica internacional; después están los desafíos burocráticos dentro del sistema de trasplantes chino, en el que una agencia del gobierno controla el comercio de órganos; y finalmente, el hecho de que él no puede contar qué está pasando con el asesinato de prisioneros de conciencia”.
Matas es coautor de Cosecha Sangrienta, un informe que llegó a la conclusión de que más de 41.000 practicantes de Falun Gong, una práctica espiritual tradicional que es perseguida en China desde 1999, fueron ejecutados por sus órganos entre los años 2000 y 2006.
Estas tensiones que enfrenta Huang y los objetivos opuestos que estas plantean, lo llevan a su práctica de “doble discurso, o triple discurso”, dijo Matas.
‘Estándar moral’
Huang Jiefu ya demostró tener problemas para sostener sus historias. En una reciente entrevista con Phoenix TV, Huang dijo, en referencia a ciertas preguntas complicadas que le hicieron estudiantes de la Universidad de Hong Kong a principios de año, que él había extirpado un órgano de un prisionero de conciencia una sola vez. “No seguí haciéndolo después de la primera vez. Soy un médico. El estándar moral de un médico es respetar la vida”, dijo.
Pero en marzo de 2013, en una entrevista con el Diario de Guangzhou, Huang dijo: “El año pasado hice más de 500 operaciones de trasplante”. Sus palabras indicaban que la gran mayoría de estos fueron de prisioneros ejecutados. “La operación realizada en Guangzhou en noviembre fue la primera de un ciudadano que donó voluntariamente su hígado, según los estándares de China”.
China Daily, el portavoz oficial en idioma inglés, puso aun más claro qué cambiará y qué no con el nuevo sistema.
Los prisioneros todavía califican
“Huang dijo que estas regulaciones están siendo modificadas y […] que la única fuente de órganos serán las donaciones voluntarias”, escribió el China Daily. “Los prisioneros todavía están entre los candidatos calificados para hacer donaciones, pero sus órganos serán registrados en el sistema computarizado en vez de ser utilizados para transacciones privadas, lo cual será la principal diferencia en el futuro”, indicó el periódico citando a Huang.
Con unos 10.000 trasplantes por año en China, y con un valor de cada trasplante de al menos decenas de miles de dólares, el flujo de dinero anual para la industria puede alcanzar los cientos de millones, o quizás hasta más de mil millones de dólares.
Las recientes apariciones en la prensa buscan presentar una impresión distinta al tiempo que la letra chica permanece.
No está claro si la Sociedad de Trasplante y otros grupos médicos cambiarán su postura hacia China luego de estos aparentes cambios. Un email al nuevo director de la organización, Philip J. O’Connell, no fue respondido de inmediato.
‘Licencia para matar’
Ethan Gutmann, autor de La Masacre, un libro sobre la sustracción ilícita de órganos de prisioneros que practican Falun Gong, relacionó la situación actual con un chiste de la tira cómica ‘Peanuts’ (también conocida como Snoopy & Charlie Brown).
“Lucy acomoda el balón…” escribió en un email en referencia al clásico truco en el que Lucy coloca un balón para que Charlie Brown patee y luego lo quita y observa cómo Charlie se cae de espaldas –una y otra vez.
“Huang Jiefu = Lucy. La Sociedad de Trasplante = Charlie”, escribió Gutmann.
“Las palabras son reconfortantes, las cifras de órganos chinos donados voluntariamente mágicamente aumentan, ¿pero quién decide en última instancia cómo y cuándo un prisionero ‘limpia su conciencia’?, pregunta Gutmann. “Si es Huang Jiefu, pienso que el mundo necesita una segunda opinión. A fin de cuentas, después de todas estas grandes promesas, Beijing conserva su licencia para matar”.
Enlace original: http://www.lagranepoca.com/34756-doble-discurso-politica-trasplantes-china
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