EUROPA PRESS. 16.03.2014 - 09:19h Los riñones están llenos de arterias y pequeños capilares, y todo lo que afecta a los vasos sanguíneos tiene un efecto sobre ellos. De modo que la salud renal y la del corazón van muy de la mano. Así puede entenderse que los enemigos del corazón como la vida sedentaria, el tabaquismo o la obesidad lo son también de los riñones.
Los riñones depuran la sangre del organismo y colaboran con otros órganos para mantener la composición corporal, como el pH o los niveles de bicarbonatos, sodio o potasio. Además, estos órganos tienen una importante función endocrina al producir la eritropoyetina, una hormona que envía señales a la médula ósea para producir más glóbulos rojos, y participar en las últimas fases de la activación de la vitamina D en el cuerpo. Según explica Roberto Martín, director médico de la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo, la enfermedad renal en muchos de los casos es 'silente' aunque los factores asociados al riesgo cardiovascular pueden aumentar su incidencia. Como principal factor desencadenante de la insuficiencia renal, Martín apunta a la diabetes del adulto, la diabetes tipo 2.
La ausencia de sintomatología hace difícil diagnosticar el inicio de la enfermedad y puede desembocar en muchos casos en una insuficiencia renal que requiere un tratamiento de diálisis o un trasplante. Por eso es importante una mayor concienciación entre los mayores de 40 y 50 años. En esos años aumentan los riesgos de desarrollar diabetes del adulto y con ello la posible afectación para los riñones. Los hombres tienen un mayor riesgo renal que las mujeres, en una proporción de aproximadamente 1,5 a 1. La incidencia de la insuficiencia renal está disminuyendo pero los últimos datos apuntan a una prevalencia de unos 1.100 enfermos por millón de habitantes, de los que un 51% han pasado por un trasplante de riñón que funciona, un 44% está en hemodiálisis y un 5% se somete a diálisis peritoneal. Martín descifra algunos de los indicadores y recomendaciones más útiles para mantener sanos los riñones: Seguir una alimentación equilibrada y practicar ejercicio de forma moderada ayudan no sólo a la salud cardiovascular sino también a un mejor funcionamiento renal. Controlar la tensión arterial de forma periódica y mantener a raya los niveles de colesterol. Si se presenta algún síntoma como orina oscura, espuma en la orina, síntoma éste de que se pierden muchas proteínas, o algún tipo de dolor hay que acudir al médico de cabecera. Siempre que se tengan molestias urinarias o infecciones de orina recurrentes hay que consultar al especialista. Los antiinflamatorios se encuentran entre los fármacos que más dañan la salud renal, al incidir en gran medida sobre su capacidad de filtrado, y su abuso puede dar lugar a un fracaso renal agudo. El uso de analgésicos de manera indiscriminada puede tener efectos muy patentes al agravar los casos de insuficiencia renal. Aunque no existen alimentos malos para los riñones sí que debe controlarse la ingesta de sodio (sal), sobre todo en los hipertensos, y aquellos que perjudican la salud de los diabéticos, además de controlar las grasas y los factores que inciden sobre la salud de los vasos sanguíneos. Los niveles de creatinina ayudan a evaluar el funcionamiento renal. Si la función renal es anormal los niveles de creatinina se incrementan en la sangre debido a que se elimina menos creatinina a través de la orina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario