Análisis personal de la donación de órganos. Un acto solidario
Manuel Luque Oliveros. Adscrito a la Unidad de Calidad y Gestión Clínica del Bloque Quirúrgico del AH “Virgen Macarena”
“Qué poco cuesta regalar
Y cuanto cuesta recibir“
Recibimos
en el orden de lo que quieran dar. Damos en el orden de las
experiencias, pensamientos y percepciones que tenemos sobre los demás y
sobre nosotros mismos. Pero el hecho de DAR no es solo para que alguien
RECIBA. Estamos REGALANDO VIDA.
Metafóricamente, este concepto
no puede ser atribuible al hecho de jugar a ser Dios, sino va mas bien,
encauzado por la similitud de nuestras acciones desemboquen en un
término consensuado.
Las razones que dificultan la decisión de
ser donante son múltiples. En muchos casos, arraigan en convicciones de
índole religiosa, moral o filosófica que cuestionan la donación. En
otros, se fundan en el temor a la existencia de traficantes de órganos, o
en la desconfianza en el sistema de salud, que llevan a pensar que
alguien podría no ser asistido bien o a tiempo para obtener sus
vísceras.
También está el caso frecuente de quienes no pueden
sentirse solidarios en el momento en que atraviesan el dolor por la
muerte de un ser querido, que es cuando se les requiere que dispongan la
entrega de los órganos para prolongarle la vida a otro ser humano.
Ante estos hechos he de decir:
•
Cuestiones religiosas: Jesús sacrificó su vida por nosotros. ¿Por qué
no podemos donar nuestros órganos cuando estemos cerca de Jesús?
•
Traficante de Órganos: Si nos alejamos a otros países cuyo nivel
asistencial, de control y de calidad pueden ser referente en el tráfico
de órganos, habría que determinar cuáles y como se producen. En lo que
concierne a nuestro País, (España), estas acciones no suceden, ya que
existen un estricto control de calidad para responder a las necesidades
de los donantes y trasplantados. En este caso es la ONT (Organización
Nacional de Trasplantes) un organismo coordinador de carácter técnico,
perteneciente al Ministerio de Sanidad y Política Social, encargado de
desarrollar las funciones relacionadas con la obtención y utilización
clínica de órganos, tejidos y células. Su estructura se basa en una
organización reticular a tres niveles: Coordinación Nacional,
Coordinación Autonómica y Coordinación Hospitalaria.
Para llevar
a cabo dichas funciones actúa como una unidad técnica operativa, que
siguiendo los principios de cooperación, eficacia y solidaridad, cumple
con su misión de coordinar y facilitar las actividades de donación,
extracción, preservación, distribución, intercambio y trasplante de
órganos, tejidos y células en el conjunto del Sistema Sanitario Español.
La ONT (Organización Nacional de Trasplantes) actúa como
agencia de servicios para el conjunto del Sistema Nacional de Salud,
promoviendo el incremento continuado de la disponibilidad de órganos,
tejidos y células para el trasplante. Garantiza la más apropiada y
correcta distribución de acuerdo al grado de conocimientos técnicos y a
los principios éticos de equidad que deben presidir la actividad
trasplantadora.
• Desconfianza en el Sistema Nacional de Salud
(SNS): Aun viviendo en época de reforma y de crisis, uno de los mejores
tesoros que tenemos en nuestras arcas es el Servicio Nacional de Salud
público, de los cuales me siento orgulloso de pertenecer a él. En ellos,
multitud de profesionales sanitarios y no sanitarios con alto grado de
cualificación y especializaciones velan por la seguridad de todos los
ciudadanos. En términos de donación y trasplante de órganos, cada
hospital tiene su equipo especializado en dicha materia. Es por ello,
por lo que la seguridad del acto de DAR se vuelve FIABLE Y SEGURO.
Por Ley, somos todos donantes.
La
norma que modificó la ley 24.193, creó la figura del donante presunto y
estableció la posibilidad de que cada persona tome en vida la decisión
de expresar su voluntad positiva o negativa respecto de la donación de
sus órganos. Si bien es un tratamiento médico complejo, hoy en día, es
habitual en nuestro país. Permite que órganos de una persona fallecida,
puedan reemplazar órganos enfermos de una persona en peligro de muerte,
devolviéndole la salud y, por lo tanto, salvándole la vida o
transformando sustancialmente la calidad de la misma.
Entre los
órganos, los principales que se pueden mencionar son: corazón, riñón,
hígado, páncreas, pulmón y el bloque corazón – pulmón. También se
trasplantan tejidos como médula ósea, la piel, los huesos, las córneas y
las válvulas cardíacas. Hay muchos aspectos que hoy en día aún tienen
en vela respecto al trasplante de órganos. Uno de ellos es quién
certifica la muerte del posible donante.
La ley, y la práctica
médica, son muy claras y dan absolutas seguridades y garantías. El
equipo médico que atiende a un paciente que muere, tiene la obligación
ética y legal de informar al organismo de trasplante de la jurisdicción,
que se encuentra ante un posible donante de órganos. El diagnóstico de
muerte lo certifican, por ley, dos médicos, uno de ellos neurólogo o
neurocirujano, mediante la realización de diversas y complejas pruebas
que constatan sin ninguna posibilidad de duda, la muerte del posible
donante. Recién entonces, los coordinadores de trasplantes solicitan a
los familiares el consentimiento para poder realizar la extracción de
los órganos. Si bien este es un momento de mucho dolor para la familia
del fallecido, se solicita inmediatamente la autorización de la misma
para el procedimiento. Lamentablemente es una carrera contra el tiempo.
Una vez diagnosticada la muerte del posible donante, los órganos
comienzan a sufrir un proceso de deterioro que los puede volver inútiles
para el trasplante. Cada minuto es vital.
Uno de los mitos que
existe, es que muchas veces los familiares de la personan fallecida
(donante) temen que el cuerpo de su ser querido se desfigure cuando se
extraigan los órganos para ser trasplantados. Más esto NO sucede. La
operación se realiza con todos los recaudos de las intervenciones
quirúrgicas de la más alta complejidad y riesgo. Se extraen los órganos
dejando intacto el cuerpo, que es tratado con la máxima consideración y
el profundo respeto que le corresponde. Inmediatamente después de la
cirugía de extracción de los órganos, el cuerpo es entregado a la
familia para el funeral. También hay quienes especulan con alguna
retribución por la donación.
La donación es uno de los actos
solidarios de mayor entrega que podemos realizar como seres humanos. Es
dar la vida. Cualquier expectativa de beneficio o especulación
económica, situación que, por otra parte, está severamente penada por la
legislación vigente, es aberrante. Todos los gastos relacionados con el
trasplante (el trabajo del personal médico y auxiliares, los materiales
descartables, etc.) son cubiertos por la obra social o cobertura del
receptor.
Hoy en día, en todo el mundo, todas las Iglesias se
han pronunciado favorablemente respecto a este esfuerzo por la vida. Por
esto, hay ciertos puntos que debemos tener claros al momento de
manifestar nuestro deseo de ser donantes:
• Toda persona mayor de 18 años, capaz legalmente, puede donar su órganos para después de la muerte
• No hay ninguna causa médica que impida el acto de expresar la voluntad de donar apara después de la muerte.
• El donante voluntario puede revocar su autorización en cualquier momento sin ningún tipo de problemas
“Que tu Alma se encuentre en Paz y
tus órganos entre tus seres queridos“
http://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/4613/1/Analisis-personal-de-la-donacion-de-organos-Un-acto-solidario.html
Estimado compañero, curiosamente navegando por internet me encontré con vuestra web. Soy el autor de este articulo (entre otros muchos), y no podia frenar mi impulso de manifestar aqui mis mas sinceras felicitaciones por la cantidad de información que aportais. Contais con mi apoyo incansable para recordar que; "no hay mejor vida que regalar vida".
ResponderEliminarAtte.
Due. Manuel Luque Oliveros
Supervisor de la UGC del Bloque Quirúrgico del AHVM
Adscrito al Equipo de Donación-Trasplante de Tejidos y Organos del AHVM
Gracias a usted, Manuel.
ResponderEliminarPara poder tener información, alguien ha de escribirla. Así que sin articulistas como usted, poco podríamos hacer.
Saludos.