Asociación de Trasplantados de Páncreas.

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jueves, 28 de julio de 2011

Cuando una vacuna evita el trasplante.




No hubo trasplantes por virus de hepatitis A desde que la vacuna se incorporó en el calendario oficial.
Cada año, alrededor de 1,4 millones de personas se infectan de hepatitis A en el mundo, especialmente niños y adolescentes menores de 15 años. Muchos transitan la enfermedad sin mayores complicaciones, pero en los casos más graves, la hepatitis puede causar la muerte o derivar en un trasplante de hígado. Desde el 2005, cuando la Argentina incluyó la inmunización contra el virus de la hepatitis A en su calendario de vacunas obligatorias, los casos de trasplante hepático originados por hepatitis A fulminante disminuyeron hasta desaparecer. Desde el 2008 no ha habido ningún trasplante por esta causa.

Si en el 2004 se había registrado 65 mil casos de hepatitis A en el país, la cantidad de afectados bajaba, ya en el 2006, a ocho mil. En el Hospital Universitario Austral (HUA), por ejemplo, no se ha hecho trasplantes hepáticos a niños por hepatitis A fulminante desde el 2007. “Hasta ese momento, la hepatitis A fulminante representaba el 21% de los trasplantes en niños y desde entonces, el 0%”, destacó la Dra. Ivonne Malla, jefa de Hepatología Pediátrica del HUA.
De origen viral, la infección por hepatitis A ocurre principalmente a través de alimentos contaminados y los niños en edad escolar suelen ser las víctimas más frecuentes: representan cerca del 40% de los casos, seguidos por los adolescentes y los adultos jóvenes.
Tanto ha cambiado el panorama de la hepatitis A fulminante con la instauración de la vacuna en el calendario oficial, que actualmente los motivos más frecuentes de falla hepática y trasplante en niños son, de acuerdo con Malla, “las patologías crónicas (la atresia de vías biliares origina el 43,6% de los trasplantes, seguida por la hepatitis autoinmune con el 27%) y las hepatitis fulminantes (16%)”.

Plan de vacunación

Este es un año especial para tomar conciencia sobre la hepatitis. La Organización Mundial de la Salud reconoció el 28 de julio próximo como el primer Día Mundial de la Hepatitis, una iniciativa a la que se sumarán 139 países de todo el mundo.
No hay tratamiento específico contra la hepatitis A, y aún en los casos en los que la infección no pone en riesgo la vida, la desaparición de los síntomas es lenta, puede demorar semanas o meses. Por esto, la OMS advierte que “las formas más eficaces de lucha contra la enfermedad consisten en mejorar el saneamiento y vacunarse”.
Para recibir la vacuna, un niño tiene que haber cumplido el primer año de vida –“porque a esta edad empieza a haber respuesta de anticuerpos luego de la vacunación”, explicó la Dra. Malla–, y hasta ahora se advirtió que el denominado “efecto rebaño” de la inoculación es tan efectivo que no haría falta aplicar una segunda dosis de la vacuna, como se creía al principio de las campañas de vacunación. “Es que la vacuna protege a los vacunados y beneficia a los no vacunados al eliminar la circulación del virus –dijo la médica–. Aunque están en marcha los trabajos que lo certifiquen, una dosis parece ser efectiva para evitar la hepatitis A”.
Se comprobó que los mayores de 15 años suelen tener anticuerpos contra el virus. Igualmente, la Dra. Malla recomendó que se aplicaran la vacuna “todas las personas que tengan serología negativa para hepatitis A”.

Junto con la vacunación y además de ella, la higiene es una herramienta fundamental para luchar contra esta enfermedad. “Como se transmite de forma fecal-oral, para evitar el contagio es fundamental el lavado de manos, y el consumo de agua y de alimentos no contaminados. Esta medida universal es efectiva, además, para prevenir muchas otras enfermedades que se transmiten por la misma vía”, enfatizó la hepatóloga.


Fecha: 27/07/2011



http://www.hospitalaustral.edu.ar/novedad.asp?iNoticia=568

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